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miércoles, julio 17, 2024
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    Isaías 63 - Nueva Biblia Española (1975)

    El día de la venganza de Jehová

    1. ¿Quién es ese que viene de Edom, de Bosra, con las ropas enrojecidas"? ¿Quién es ése vestido de gala que avanza lleno de fuerza? Yo, que sentencio con justicia y soy poderoso para salvar.

    2. ¿Por qué están rojos tus vestidos y la túnica, como quien pisa en el lagar?

    3. Yo solo he pisado el lagar y de otros pueblos nadie me ayudaba. Los pisé con cólera, los estrujé con furor: su sangre salpicó mis vestidos y me manché toda la ropa.

    4. Porque es el día en que pienso vengarme, el año del rescate ha llegado.

    5. Miraba sin encontrar un ayudante, espantado al no haber quien me apoyara; pero mi brazo me dio la victoria, mi furor fue mi apoyo;

    6. pisoteé a los pueblos con mi cólera, los embriagué con mi furor, para que su sangre bajara a la tierra.

    Bondad de Jehová hacia Israel

    7. Voy a recordar la misericordia del Señor, las alabanzas del Señor: todo lo que hizo por nosotros el Señor, sus muchos beneficios a la casa de Israel, lo que hizo con su compasión y su gran misericordia.

    8. El dijo: "Son mi pueblo, hijos que no engañarán".

    9. El fue su salvador en el peligro: no fue un mensajero ni un enviado, él en persona los salvó, por su amor y su clemencia los rescató, y los liberó y los llevó siempre a cuestas en el pasado.

    10. Pero ellos se rebelaron e irritaron su santo espíritu; entonces él se volvió su enemigo y guerreó contra ellos.

    11. Se acordaron del pasado, del que sacó a su pueblo:" ¿Dónde está el que sacó de las aguas al pastor de su rebaño? ¿Dónde el que metió en su pecho su santo espíritu?

    12. ¿El que estuvo a la derecha de Moisés guiándolo con su brazo glorioso? ¿El que dividió el mar ante ellos, ganándose renombre perpetuo?

    13. ¿El que los hizo andar por el fondo del mar como el caballo por la estepa sin tropezar,

    14. y como ganado que baja a la cañada?; el espíritu del Señor los llevó al descanso: así condujiste a tu pueblo ganándote renombre glorioso.

    Plegaria pidiendo misericordia y ayuda

    15. Otea desde el cielo, mira desde tu morada santa y gloriosa: ¿dónde está tu celo y tu valor, tu entrañable ternura y compasión?

    16. No la reprimas, que tú eres nuestro padre: Abrahán no sabe de nosotros, Israel no nos conoce; tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es "Nuestro Redentor".

    17. Señor, ¿por qué nos extravías lejos de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te respete? Vuélvete, por amor a tus siervos, a las tribus de tu heredad.

    18. Por un momento nuestros enemigos se apoderaron de tu pueblo santo, y pisotearon tu santuario;

    19. estamos como antaño, cuando no nos gobernabas y no llevábamos tu nombre.