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sábado, agosto 17, 2024
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    Juan 12 - Nueva Biblia Española (1975)

    Jesús es ungido en Betania

    1. Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, al que Jesús había levantado de la muerte.

    2. Le ofrecieron allí una cena y Marta servía; Lázaro era uno de los que estaban reclinados con él a la mesa.

    3. Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo auténtico, de mucho precio, le ungió los pies a Jesús y, además, le secó los pies con el pelo. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.

    4. Pero dijo Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que iba a entregarlo:

    5. ¿Por qué razón no se ha vendido ese perfume por trescientos denarios y no se ha dado a los pobres?

    6. Dijo esto, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón y, como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban.

    7. Dijo entonces Jesús: Déjala que lo guarde para el día de mi sepultura;

    8. pues a los pobres los tienen siempre entre ustedes, en cambio a mí, no me van a tener siempre.

    El complot contra Lázaro

    9. Una multitud dé judíos del sistema se enteró de que estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había levantado de la muerte.

    10. Los sumos sacerdotes, por su parte, acordaron matar también a Lázaro,

    11. porque debido a él muchos judíos del sistema se marchaban y daban su adhesión a Jesús.

    La entrada triunfal en Jerusalén

    12. Al día siguiente, la multitud que había llegado para la fiesta, al oír que Jesús llegaba a Jerusalén,

    13. cogieron los ramos de las palmas, salieron a su encuentro y empezaron a dar gritos: ¡Sálvanos! ¡Bendito el que llega en nombre del Señor, el rey de Israel!

    14. Pero Jesús encontró un borriquillo y se montó en él, como estaba escrito:

    15. No temas, ciudad de Sión, mira a tu rey que llega montado en un borrico (Zac 9,9s).

    16. Sus discípulos no comprendieron esto al principio, pero cuando Jesús manifestó su gloria, entonces se acordaron de que lo mismo que estaba escrito fue lo que hicieron con él.

    17. Daba testimonio la gente que había estado con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro y lo levantó de la muerte.

    18. Precisamente por eso le salió al encuentro la multitud, porque habían oído que él había dejado realizada aquella señal.

    19. A esto, los fariseos se dijeron entre ellos: Están viendo que no adelantan nada; miren, todo el mundo ha ido detrás de él.

    Unos griegos buscan a Jesús

    20. Algunos de los que subían a dar culto en la fiesta eran griegos;

    21. éstos se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le rogaron: Señor, quisiéramos ver a Jesús.

    22. Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.

    23. Jesús les respondió: Ha llegado la hora de que se manifieste la gloria de este Hombre.

    24. Sí, se lo aseguro: Si el grano de trigo, caído en la tierra, no muere, permanece él solo; en cambio, si muere, produce mucho fruto.

    25. Estar preocupado por sí mismo es destruirse, olvidarse de sí mismo en medio del orden éste, es conservarse para una vida definitiva.

    26. El que quiera ayudarme, que me siga, y así, allí donde yo estoy, estará también el que me ayuda. A quien me ayude lo honrará el Padre.

    Jesús anuncia su muerte

    27. Ahora me siento fuertemente agitado, pero ¿qué voy a decir: Padre, líbrame de esta hora? i Pero sí para esto he venido, para esta hora!

    28. ¡Padre, manifiesta la gloria de tu persona! Vino entonces una voz desde el cielo: ¡Como la manifesté, volveré a manifestarla!

    29. A esto, la gente que estaba allí y la oyó, decía que había sido un trueno. Otros decían: Le ha hablado un ángel.

    30. Replicó Jesús: Esa voz no era por mí, sino por ustedes.

    31. Ahora hay ya una sentencia contra el orden éste, ahora, el jefe del orden éste va a ser echado fuera,

    32. pues yo, cuando sea levantado de la tierra, tiraré de todos hacia mí.

    33. Decía esto dando a entender la clase de muerte con la que iba a morir.

    34. Le replicó la gente: Nosotros hemos aprendido de la Ley que el Mesías sigue para siempre, ¿cómo dices tú que ese Hombre tiene que ser levantado en alto? ¿Quién es ese Hombre?

    35. Les contestó Jesús: Todavía un poco de tiempo va a estar la luz entre ustedes, caminen mientras tengan la luz, para que no se apodere de ustedes tiniebla alguna, pues el que camina en la tiniebla no sabe a dónde va.

    36. Mientras tienen luz, presten adhesión a la luz, y así serán participes de la luz. Así habló Jesús. Luego se fue, ocultándose de ellos.

    Incredulidad de los judíos

    37. A pesar de tantas señales como llevaba realizadas delante de ellos, se negaban a darle su adhesión;

    38. así se cumplieron las palabras que dijo el profeta Isaías: Señor, ¿quién ha creído nuestro anuncio? y ¿a quién se le ha descubierto la fuerza del Señor? (Is 53,1)

    39. Y no podían creer por aquello que dijo también Isaías:

    40. Les ha cegado los ojos y les ha embotado la mente, para que sus ojos no vean ni su mente perciba ni se conviertan ni yo los cure. (Is 6,9s).

    41. Esto lo dijo Isaías, porque vio su gloria y así habló de él.

    42. Con todo, sin embargo, también de los jefes muchos creyeron en él, pero por causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser excluidos de la sinagoga,

    43. pues prefirieron la gloria humana a la gloría de Dios.

    Las palabras de Jesús juzgarán a los hombres

    44. Jesús dijo gritando: Cuando uno me da su adhesión, no es a mí a quien la da, sino al que me ha mandado,

    45. y cuando uno me ve a mí ve al que me ha mandado.

    46. Yo he venido al mundo como luz, así, nadie que me da su adhesión permanece en la tiniebla.

    47. Si uno escucha mis exigencias y no las cumple, no seré yo quien dé sentencia contra él, porque no he venido para dar sentencia contra el mundo, sino para salvar al mundo.

    48. Cuando uno me rechaza y no acepta mis exigencias, tiene quien le dé sentencia; el mensaje que he propuesto dará sentencia contra él el último día.

    49. Porque yo no he propuesto lo que se me ha ocurrido, sino que el Padre que me envió me dejó mandado él mismo lo que tenía que decir y que proponer,

    50. y sé que su mandamiento significa vida definitiva; por eso, lo que yo propongo, lo propongo tal y como me lo dejó dicho el Padre.