Mateo 10 - Nueva Biblia Española (1975)

Elección de los doce apóstoles

1. Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus impuros para expulsarlos y curar todo achaque y enfermedad.

2. Los nombres de los doce apóstoles son éstos: primero Simón, al que llaman Pedro, y su hermano Andrés; Santiago Zebedeo y su hermano Juan;

3. Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el recaudador; Santiago Alfeo y Tadeo;

4. Simón el Fanático" y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.

Misión de los doce

5. A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: No vayan a tierra de paganos ni entren en la provincia de Samaría;

6. mejor es que vayan a las ovejas perdidas de Israel.

7. Por el camino proclamen que

8. ya llega el reinado de Dios, curen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, echen demonios. Gratuitamente lo recibieron, denlo gratuitamente.

9. No se procuren oro, plata ni monedas para llevarlo en la faja;

10. ni tampoco morral para el camino, ni dos vestidos, ni sandalias, ni bastón, que el bracero merece su alimento.

11. Cuando entren en un pueblo o pueblito, averigüen quién hay allí que se lo merezca y quédense en su casa hasta que se vayan.

12. Al entraren una casa, saluden.

13. Si la casa se lo merece, la paz que le desean descienda sobre ella; si no se lo merece, su paz vuelva a ustedes.

14. Si alguno no los recibe o no los escucha, al salir de su casa o del pueblo sacúdanse el polvo de los pies.

15. Les aseguro que el día del juicio les será más soportable a Sodoma y Gomorra que a aquel pueblo.

Persecuciones venideras

16. Miren que yo los mando como ovejas entre lobos: por tanto, sean astutos como serpientes e ingenuos como palomas.

17. Pero tengan cuidado con la gente, porque los llevarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas

18. y los conducirán ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio ante ellos y ante los paganos.

19. Sin embargo, cuando los entreguen no se preocupen por lo que van a decir o por cómo lo dirán, pues lo que tienen que decir se les inspirará en aquel momento;

20. porque no serán ustedes los que hablen, será el Espíritu de su Padre quien hable por su medio.

21. Un hermano entregará a su hermano a la muerte, y un padre a su hijo; los hijos denunciarán a sus padres y los harán morir.

22. Todos los odiarán a ustedes por causa mía; pero quien resista hasta el final se salvará.

23. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, porque les aseguro que no habrán acabado con las ciudades de Israel antes que vuelva este Hombre.

24. Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo.

25. Ya le basta al discípulo con ser como su maestro y al esclavo como su amo. Y si al cabeza de familia le han puesto de apodo Belcebú, ¡cuánto más a los de su casa!

A quién se debe temer

26. Así que no les tomen miedo, que nada hay cubierto que no deba descubrirse, ni nada escondido que no deba saberse;

27. lo que les digo de noche, díganlo en pleno día, y lo que escuchan al oído, pregónenlo desde la azotea.

28. Tampoco tengan miedo de los que matan el cuerpo pero no pueden matar la vida; teman si acaso al que puede acabar con vida y cuerpo en el fuego.

29. ¿No se venden un par de pajaritos por unos centavos? Y, sin embargo, ni uno solo caerá al suelo sin que lo disponga el Padre.

30. Pues de ustedes, hasta los pelos de la cabeza están contados.

31. Así que no tengan miedo, que ustedes valen más que todos los pajaritos juntos.

32. En conclusión: Por todo el que se pronuncie por mí ante los hombres, me pronunciaré también yo ante mi Padre del cielo;

33. pero al que me niegue ante los hombres, lo negaré yo a mi vez ante mi Padre del cielo.

Jesús, causa de división

34. No piensen que he venido a sembrar paz en la tierra: no he venido a sembrar paz, sino espadas;

35. porque he venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con la suegra;

36. así que los enemigos de uno serán los de su casa

37. El que quiere a su padre o su madre más que a mí, no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí;

38. y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.

39. El que encuentre su vida, la perderá, y el que pierda su vida por mí, la encontrará.

Recompensas

40. El que los recibe a ustedes me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe al que me ha enviado.

41. El que recibe a un profeta en calidad de profeta tendrá paga de profeta; el que recibe a un justo en calidad de justo tendrá paga de justo;

42. y cualquiera que le dé a beber aunque sea un vaso de agua fresca a uno de esos humildes porque es mi discípulo, no perderá su paga, se lo aseguro.