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sábado, agosto 17, 2024
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    Mateo 11 - Nueva Biblia Española (1975)

    Los mensajeros de Juan el Bautista

    1. Cuando terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos. Jesús se marchó de allí, para enseñar y predicar por aquellos pueblos.

    2. Juan se enteró en la cárcel de las obras que hacía el Mesías y mandó dos discípulos

    3. a preguntarle: ¿Eres tú el que tenía que venir o esperamos a otro?

    4. Jesús les respondió: Vayan a contarle a Juan lo que es-tan viendo y oyendo:

    5. Ciegos ven y cojos andan, leprosos quedan limpios y sordos oyen, muertos resucitan y pobres reciben la buena noticia'.

    6. Y ¡dichoso quien no se escandalice de mí!

    7. Mientras se alejaban, Jesús se puso a hablar de Juan al gentío: ¿Qué salieron a contemplar en el desierto?, ¿una caña sacudida por el viento?

    8. ¿Qué salieron a ver si no?, ¿un hombre vestido con elegancia? Los que visten con elegancia, ahí los tienen, en la corte de los reyes.

    9. Entonces, ¿a qué salieron?, ¿a ver un profeta? Sí, desde luego, y más que profeta;

    10. es él de quién está escrito: "Mira, yo te envió mi mensajero por delante: él prepara tu camino ante ti". (Mal 3,1)

    11. Les aseguro que no ha nacido de mujer nadie más grande que Juan Bautista, aunque el más pequeño en el reino de Dios es más grande que él. '

    12. Desde que apareció Juan hasta ahora, se usa la violencia contra el reinado de Dios y gente violenta quiere arrebatarlo;

    13. porque hasta Juan los profetas todos y la ley fueron profecía,

    14. pero él, acéptenlo si quieren, es el Elías que tenía que venir.

    15. Quien tenga oídos, que escuche.

    16. ¿A quién diré que se parece esa gente? Se parece a unos niños sentados en la plaza que gritan a los otros:

    17. Tocamos la flauta y no bailan, cantamos lamentaciones y no lloran.

    18. Porque vino Juan, que ni comía : ni bebía, y dijeron que tenía un demonio dentro.

    19. Viene este Hombre, que come y bebe, y dicen: "¡Vaya un comilón y un borracho, amigo de recaudadores y descreídos!". Pero la sabiduría de Dios ha quedado justificada por sus obras.

    Ayes sobre las ciudades impenitentes

    20. Se puso entonces a recriminar a las ciudades donde había hecho casi todos sus milagros, por no haberse arrepentido:

    21. ' ¡Ay de ti, Corazín, ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros realizados en ustedes, hace tiempo que se habrían arrepentido con sacos y cenizas.

    22. Pero ¡les digo que Tiro y Sidón serán tratadas con menos rigor el día del juicio.

    23. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas encumbrarte hasta el cielo? Bajarás al abismo"; porque si en Sodoma se ¡hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy.

    24. Pero les digo que el día del juicio le será más soportable a la comarca de So-doma que a ti.

    Venid a mí y descansad

    25. En aquella ocasión reaccionó Jesús diciendo: Bendito seas", Padre, Señor de cielo y tierra, porque, si has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla;

    26. sí, Padre, bendito seas, por haberte parecido eso bien.

    27. Mi padre me lo ha enseñado todo; al Hijo lo conoce sólo el Padre y al Padre lo conoce sólo el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar.

    28. Acérquense a mí todos los que están rendidos y abrumados, que yo les daré respiro.

    29. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy sencillo y humilde: encontrarán su respiro,

    30. pues mi yugo es soportable y mi carga ligera.