Proverbios 18 - Nueva Biblia Española (1975)

1. El hombre esquivo sigue sus caprichos y se enreda contra toda conveniencia.

2. El necio no ama la discreción, sino publica lo que piensa.

3. Donde entra maldad, entra desprecio con baldón y afrenta.

4. Las palabras de un hombre son agua profunda, arroyo que fluye, manantial de sensatez.

5. No es justo favorecer al culpable negando su derecho al inocente.

6. Los labios del necio provocan riñas, su boca llama a los golpes.

7. La boca del necio es su ruina, en sus labios se enreda él mismo.

8. Las palabras del que murmura son golosinas que bajan hasta lo hondo del vientre.

9. El hombre remiso en sus asuntos es hermano del que destruye.

10. El nombre del Señor es un torreón de fortaleza: a él se acoge el honrado, y es inaccesible.

11. La fortuna del rico es su plaza fuerte, se la imagina como alta muralla.

12. Antes de la desgracia el corazón fue soberbio, antes de la gloria fue humilde.

13. El que contesta antes de escuchar sufrirá el sonrojo de su necedad.

14. Buen ánimo sostiene en la enfermedad; ánimo abatido, ¿quién lo levantará?

15. El inteligente adquiere saber, el oído sensato desea aprender.

16. Los regalos abren paso al hombre y lo presentan ante los grandes.

17. El primero que se defiende tiene razón, hasta que llega el otro y le interroga.

18. La suerte pone fin a las disputas y decide entre los poderosos.

19. Hermano ofendido es plaza fuerte, las pendencias son cerrojo de castillo.

20. De los frutos del hablar se sacia el vientre, se sacia de la cosecha de los labios.

21. Muerte y vida están en poder de la lengua: lo que escoja comerá.

22. Quien encuentra mujer encuentra un bien, alcanza favor del Señor.

23. El pobre habla suplicando, el rico responde duramente.

24. Hay camaradas que se maltratan, hay amigos más unidos que hermanos.