Proverbios 22 - Nueva Biblia Española (1975)

1. Más vale buena fama que riquezas, más vale simpatía que oro y plata.

2. El rico y el pobre se encuentran: a los dos los hizo el Señor.

3. El sagaz ve el peligro y se esconde, el infeliz sigue y lo paga.

4. Tras las huellas de la humildad y el respeto del Señor caminan riqueza, honor y vida.

5. Hay lazos y trampas en el camino del perverso: quien cuida de sí mismo se aparta de ellos.

6. Acostumbra al muchacho al buen camino: cuando envejezca no se apartará de él.

7. El rico es señor de los pobres, el deudor es esclavo del acreedor.

8. El que siembra maldad cosecha desgracia: la vara del castigo acabará con él.

9. El generoso será bendecido porque repartió su pan con el pobre.

10. Echa al insolente: se irá la contienda y cesarán riñas e insultos.

11. El rey ama un corazón limpio y aprecia un hablar atractivo.

12. El Señor vigila y custodia al entendido y hace fracasar las palabras del traidor.

13. Dice el holgazán: "Afuera hay un león: me matará en plena calle".

14. Fosa profunda es la boca de la ramera, el enemistado con Dios caerá en ella.

15. La necedad se pega al corazón del muchacho: la vara de la corrección se la apartará.

16. Quien oprime al pobre, lo enriquece; quien da al rico, se empobrece.

Preceptos y amonestaciones

17. Presta oído y escucha las sentencias de los sabios, presta atención a mi experiencia:

18. te serán gratas si las guardas bien adentro y las tienes todas a flor de tus labios;

19. para que pongas en Dios tu confianza, también a ti te instruiré hoy.

20. He escrito para ti treinta máximas de experiencia,

21. para que aprendas a observar y hablar objetivamente e informar fielmente a quien te envía".

22. No explotes al pobre, porque es pobre; no atropelles al desgraciado en el tribunal,

23. porque el Señor defenderá su causa y despojará de la vida a los que lo despojaban.

24. No te juntes con el hombre colérico ni vayas con el iracundo,

25. no sea que te acostumbres a sus caminos y te pongas una trampa a ti mismo.

26. No seas fácil en dar la mano empeñándote en deudas,

27. pues si no tienes qué devolver, te quitarán la cama de debajo.

28. No remuevas los linderos antiguos que colocaron tus abuelos.

29. ¿Has visto un hombre diestro en su oficio? Estará al servicio de reyes, no estará al servicio de gente oscura.