Proverbios 29 - Nueva Biblia Española (1975)

1. El hombre reacio a las reprensiones fracasará de improviso y sin remedio.

2. Cuando gobiernan los honrados se alegra el pueblo, cuando mandan los malvados el pueblo se queja.

3. El que ama la sabiduría alegra a su padre, el que se junta con rameras disipa su fortuna.

4. El rey justo hace estable el país, el que lo carga de impuestos lo arruina.

5. El que adula a un amigo tiende una red ante sus pasos.

6. El crimen del malvado es un lazo, mientras que el honrado canta de alegría.

7. El justo atiende a la causa del desvalido, el malvado no comprende nada.

8. Los provocadores agitan la ciudad, los juiciosos calman los ánimos.

9. Cuando el docto disputa con el necio, uno está en vilo y ríe sin parar.

10. Los sanguinarios odian al hombre de bien, los malvados lo persiguen a muerte.

11. El necio desfoga toda su pasión, el sensato acaba por aplacarla.

12. El gobernante que hace caso de embustes tendrá criminales por ministros.

13. El pobre y el usurero se encuentran: el Señor da luz a los ojos de ambos.

14. Cuando un rey juzga lealmente a los desvalidos, su trono está siempre firme.

15. Palos y reprensiones meten en razón, muchacho consentido avergüenza a su madre.

16. Cuando mandan los malvados aumentan los crímenes, pero los honrados mirarán cómo caen.

17. Corrige a tu hijo y te dará tranquilidad y satisfacciones.

18. Donde no hay profeta, el pueblo se desmanda; el que guarda la ley es feliz.

19. Sólo con palabras no escarmienta el siervo, aunque entienda no responde.

20. ¿Has visto a un hombre que habla a toda prisa? Más se puede esperar de un necio.

21. El que consiente al esclavo cuando muchacho, al final lo lamentará.

22. El colérico atiza las pendencias, el iracundo multiplica los crímenes.

23. La soberbia del hombre lo humillará, el humilde conservará su honor.

24. El que va a medias con el ladrón se odia a sí mismo: requerido bajo pena no lo denuncia.

25. El que teme a los hombres caerá en el lazo, el que confía en el Señor estará seguro.

26. Muchos buscan el favor del que manda, pero la sentencia viene del Señor.

27. El criminal es aborrecido por los honrados, el hombre recto es aborrecido por los malvados.