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    1 Reyes 19 - Serafín de Ausejo 1975

    Elías huye a Horeb

    1. Ajab refirió a Jezabel todo lo que había hecho Elías y cómo había pasado a cuchillo a todos los profetas.

    2. Entonces Jezabel envió un mensajero a Elías con este aviso: "Esto me hagan los dioses y esto me añadan, si mañana a estas horas no hago contigo igual que se hizo con cada uno de aquéllos".

    3. Elías sintió miedo, se levantó y se puso en camino para salvar su vida. Al llegar a Berseba de Judá, dejó aquí a su criado.

    4. Continuó él por el desierto una jornada de camino y, echándose al fin bajo una retama, llegó a desearse la muerte diciendo: "¡Basta ya, Yahveh! ¡Quítame la vida, porque no soy yo mejor que mis padres!".

    5. Luego se tendió y se quedó dormido debajo de la retama. Pero he aquí que un ángel le tocó y le dijo: "¡Levántate y come!".

    6. Miró y encontró a su cabecera una hogaza cocida sobre piedras calientes y un cántaro de agua. Comió, bebió y volvió a acostarse.

    7. El ángel de Yahveh volvió por segunda vez, le tocó y le dijo: "¡Levántate y come, porque te queda mucho camino!".

    8. Se levantó, comió y bebió. Y ya confortado con aquella comida, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb.

    9. Entró en una cueva para pasar la noche. Yahveh le dirigió la palabra diciéndole: "¿Qué haces aquí, Elías?".

    10. Él respondió: "He sentido vivo celo por Yahveh, Dios Sebaot, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han demolido tus altares y han pasado a cuchillo a tus profetas. Sólo he quedado yo, y me buscan para quitarme la vida".

    11. Le dijo Yahveh: "Sal y ponte en pie en el monte ante Yahveh". Pasó entonces Yahveh, mientras soplaba un viento huracanado que hendía los montes y quebraba las peñas ante Yahveh; pero no estaba Yahveh en el huracán. Después del huracán hubo un terremoto; pero no estaba Yahveh en el terremoto.

    12. Después del terremoto vino fuego; pero tampoco en el fuego estaba Yahveh. Y tras el fuego surgió un suave susurro de brisa.

    13. Al oírlo, Elías se cubrió el rostro con el manto, salió y se quedó de pie a la entrada de la cueva. Y una voz le dijo: "¿Qué haces aquí, Elías?".

    14. Él respondió: "He sentido vivo celo por Yahveh, Dios Sebaot, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han demolido tus altares, y han pasado a cuchillo a tus profetas. Sólo he quedado yo, y me buscan para quitarme la vida".

    15. Respondióle Yahveh: "Anda, vuélvete por tu camino a través del desierto hacia Damasco y cuando llegues, unge a Jazael por rey de Aram.

    16. También ungirás a Jehú, hijo de Numsí, por rey de Israel. Y a Eliseo, hijo de Safat, de Abel Mejolá, lo ungirás como profeta en lugar tuyo.

    17. Al que escape de la espada de Jazael lo matará Jehú; y al que escape de la espada de Jehú, lo matará Eliseo.

    18. Pero me reservaré en Israel a siete mil: son todos aquellos cuyas rodillas no se doblaron ante Baal y todos aquellos cuyos labios no lo besaron".

    Llamamiento de Eliseo

    19. Partió, pues, de allí y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando. Doce yuntas de bueyes tenía delante, y él araba con la duodécima. Pasó Elías junto a él y le echó su manto encima.

    20. Eliseo dejó al punto los bueyes, echó a correr tras de Elías y le dijo: "Déjame que vaya a besar a mi padre y a mi madre, y después te seguiré". Él le respondió: "Anda y vuelve, pues ya ves lo que he hecho contigo".

    21. Eliseo se volvió, tomó la yunta de bueyes y la sacrificó; con el yugo de los bueyes coció la carne y se la dio a su gente, que la comió. Luego se levantó, se fue tras de Elías y entró a su servicio.