28.1 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    1 Samuel 9 - Serafín de Ausejo 1975

    Saúl es elegido rey

    1. Había un hombre de Benjamín llamado Quis, hijo de Abiel, hijo de Seror, hijo de Becorat, hijo de Afíaj, benjaminita. Era un hombre pudiente.

    2. Tenía un hijo, llamado Saúl, joven gallardo y de buena presencia. Nadie había entre los israelitas de mejor presencia que él: por su estatura aventajaba a todo el pueblo de hombros arriba.

    3. Habíanse extraviado unas asnas de Quis, padre de Saúl, por lo que Quis dijo a su hijo Saúl: "Toma contigo a uno de los criados y vete a buscar las asnas".

    4. Recorrió los montes de Efraín y la tierra de Salisá, sin encontrarlas. Atravesaron luego la comarca de Saalín, pero en vano. Recorrieron la tierra de Benjamín y tampoco dieron con ellas.

    5. Cuando llegaron a la región de Suf, dijo Saúl al criado que le acompañaba: "Vamos a volvernos, no sea que mi padre, más que por las asnas, esté ya intranquilo por nosotros".

    6. Le dijo entonces el criado: "Mira: precisamente hay en esta ciudad un hombre de Dios. Es un hombre muy estimado: todo lo que anuncia sucede sin falta. Vamos ahora allí; quizá nos muestre el camino que hemos de seguir".

    7. Respondió Saúl a su criado: "Bien. Iremos, pero ¿qué le llevaremos a ese hombre? Porque se han agotado ya las provisiones de nuestras alforjas, y no tenemos ningún regalo que podamos ofrecer al hombre de Dios. ¿Qué nos queda?".

    8. El criado volvió a responder a Saúl: "Mira: todavía me queda un cuarto de siclo de plata; voy a dárselo al hombre de Dios, y él nos mostrará el camino que hemos de seguir".

    9. Antiguamente, en Israel, cuando alguien iba a consultar a Dios, decía: "Venid, vamos al vidente". Porque al que hoy llamamos profeta, antes se le llamaba vidente.

    10. Dijo entonces Saúl a su criado: "Me parece bien; vamos allá". Y se fueron a la ciudad donde estaba el hombre de Dios.

    11. Cuando subían por la cuesta de la ciudad encontraron unas muchachas que salían a buscar agua y les preguntaron: "¿Está aquí el vidente?".

    12. Ellas les respondieron: "Sí, justamente ahí en frente. Date prisa ahora; pues ha llegado hoy a la ciudad, porque hoy se ofrece un sacrificio por el pueblo en el alto.

    13. Lo encontraréis al entrar en la ciudad, antes de que suba al alto para la comida, porque el pueblo no comerá hasta que llegue él, pues tiene que bendecir el sacrificio y después comerán los invitados. Subid, ahora y lo encontraréis enseguida".

    14. Subieron ellos a la ciudad y, cuando entraban en ella, se encontraron con Samuel, que salía para subir al alto.

    15. Yahveh había hecho a Samuel el día antes de la venida de Saúl esta revelación:

    16. "Mañana a esta hora te enviaré un hombre de la tierra de Benjamín: tú lo ungirás por jefe de mi pueblo Israel; él será quien salve a mi pueblo de las manos de los filisteos, porque he visto la aflicción de mi pueblo, y su clamor ha llegado hasta mí".

    17. Y cuando Samuel vio a Saúl, Yahveh le dijo: "Ése es el hombre del que te hablé; él regirá a mi pueblo".

    18. Saúl se acercó a Samuel en medio de la puerta y le dijo: "Indícame, por favor, dónde está la casa del vidente".

    19. Y Samuel respondió a Saúl: "Yo soy el vidente. Sube delante de mí al alto. Hoy comeréis conmigo. Mañana temprano te despediré, después de haberte revelado todo lo que hay en tu corazón.

    20. Y en cuanto a las asnas que se te extraviaron hace tres días, no te preocupes por ellas; ya han aparecido. Por otra parte, ¿a quién pertenece lo más precioso de Israel, sino a ti y a toda la casa de tu padre?".

    21. Saúl respondió: "¿No soy yo de Benjamín, una de las tribus más pequeñas de Israel; y mi clan no es el más insignificante de todos los de la tribu de Benjamín? ¿Por qué, pues, me hablas de esta manera?".

    22. Samuel tomó a Saúl y a su criado, los introdujo en la sala y les dio el lugar de preferencia entre los convidados, que eran unos treinta.

    23. Samuel dijo al cocinero: "Sirve la porción que te dí, la que te dije que pusieras aparte".

    24. El cocinero trajo en alto un pernil con lo que había encima de él y lo puso delante de Saúl, al tiempo que Samuel le decía a éste: "Aquí tienes lo que te estaba reservado; sírvete y come. Lo hice guardar para ti, para este momento, cuando invité al pueblo". Y aquel día comió Saúl con Samuel.

    25. Bajaron luego del alto a la ciudad y Samuel estuvo hablando con Saúl en la terraza.

    26. Madrugaron y, al despuntar la aurora, Samuel llamó a Saúl, en la terraza, diciéndole: "Levántate y te despediré". Saúl se levantó, y los dos, él y Samuel, salieron afuera.

    27. Cuando bajaban por el extremo de la ciudad, Samuel dijo a Saúl: "Dile al criado que pase delante de nosotros -y pasó-, pero tú detente ahora, pues te voy a comunicar un mensaje de Dios".