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sábado, agosto 17, 2024
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    Deuteronomio 26 - Serafín de Ausejo 1975

    Primicias y diezmos

    1. Cuando llegues a la tierra que Yahveh, tu Dios, te va a dar en herencia, para que la poseas y habites en ella,

    2. tomarás de las primicias de todos los frutos del suelo que coseches en la tierra que Yahveh, tu Dios, te va a dar, los meterás en una cesta e irás al lugar que Yahveh, tu Dios, haya elegido para que more en él su nombre.

    3. Te presentarás al sacerdote que esté en funciones aquellos días y le dirás: "Declaro hoy a Yahveh, tu Dios, que he entrado en el país que Yahveh juró a nuestros padres que nos daría".

    4. El sacerdote tomará la cesta de tu mano y la depositará ante el altar de Yahveh, tu Dios;

    5. y tomando de nuevo la palabra, dirás ante Yahveh, tu Dios: "Mi padre fue un arameo errante que bajó a Egipto, donde se estableció con unas pocas personas; pero allí se convirtió en una nación grande, fuerte y numerosa.

    6. Después los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron dura servidumbre.

    7. Clamamos entonces a Yahveh, el Dios de nuestros padres, y Yahveh oyó nuestra voz; vio nuestra miseria, nuestra pena y nuestra opresión,

    8. y nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo tenso, en medio de gran terror, señales y prodigios,

    9. y nos introdujo en este lugar, dándonos este país, tierra que mana leche y miel.

    10. Por eso he traído hoy las primicias de los frutos del suelo que tú, Yahveh, me has dado". Los dejarás ante Yahveh, tu Dios, y te postrarás ante Yahveh, tu Dios.

    11. Y te regocijarás por todos los bienes que Yahveh, tu Dios, te ha dado, a ti y a tu casa, y se regocijarán contigo el levita y el forastero que moran cerca de ti.

    12. El tercer año, el año del diezmo, cuando hayas acabado de separar el diezmo de toda tu cosecha y lo hayas entregado al levita, al forastero, al huérfano y a la viuda para que lo puedan comer en tu ciudad y saciarse,

    13. dirás en presencia de Yahveh, tu Dios: "He retirado de casa lo que era consagrado y se lo he dado al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme a todos los mandamientos que me diste. No he traspasado ni olvidado ninguno de tus mandamientos.

    14. Nada de ello he comido cuando estaba de duelo; no he consumido nada que fuera impuro; no he ofrecido nada al muerto. He obedecido la voz de Yahveh, mi Dios, y me he comportado en todo como tú me has mandado.

    15. Desde el cielo, desde tu santa morada, contempla y bendice a Israel, tu pueblo, y a la tierra que nos has dado, conforme juraste a nuestros padres: un país que mana leche y miel".

    16. Yahveh, tu Dios, te manda hoy que pongas en práctica estos preceptos y estas normas; los guardarás y los pondrás en práctica con todo tu corazón y con toda tu alma.

    17. Hoy has obligado a Yahveh a que te diga que él será tu Dios; y tú te has obligado a seguir sus caminos, a guardar sus preceptos, sus mandatos y sus normas y a escuchar su voz.

    18. Y Yahveh te ha hecho decir hoy que serás su pueblo en propiedad, conforme él te había dicho, y que guardarás todos sus mandamientos.

    19. Yahveh te exaltará por encima de todas las naciones que él ha hecho, en gloria, en fama y en esplendor, y serás un pueblo consagrado a Yahveh, tu Dios, de acuerdo con lo que él te ha dicho.