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sábado, agosto 17, 2024
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    Éxodo 31 - Serafín de Ausejo 1975

    Llamamiento de Bezaleel y de Aholiab

    1. Yahveh habló a Moisés:

    2. "Mira, he llamado por su nombre a Besalel, hijo de Uri, hijo de Jur, de la tribu de Judá,

    3. y lo he llenado del espíritu de Dios: de habilidad, de pericia y de experiencia en toda suerte de trabajos,

    4. para concebir obras de arte, para trabajar el oro, la plata y el bronce,

    5. para labrar piedras y engastarlas, para tallar la madera y para ejecutar cualquier obra.

    6. Le he dado como ayudante a Oholiab, hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan; y he infundido habilidad en el espíritu de todos los hombres capaces, para que puedan ejecutar todo cuanto te he ordenado hacer:

    7. la tienda del encuentro, el arca del testimonio, el propiciatorio que está encima y todos los objetos de la tienda,

    8. la mesa y sus utensilios, el candelabro de oro puro con todos sus utensilios y el altar del incienso;

    9. el altar del holocausto con todos sus utensilios, la pila y su base;

    10. las vestiduras de ceremonia y las vestiduras sagradas del sacerdote Aarón, así como las de sus hijos, para que ejerzan el sacerdocio;

    11. el óleo de la unción y el incienso aromático para el santuario. Todo lo harán según lo que te he ordenado".

    El día de reposo como señal

    12. Luego habló Yahveh a Moisés:

    13. "Di a los israelitas: guardaréis mis sábados, porque es una señal entre yo y vosotros, por todas vuestras generaciones, para que se sepa que soy yo, Yahveh, el que os santifica.

    14. Guardaréis, pues, el sábado, porque es sagrado para vosotros. Quien lo profanare morirá sin remisión. Cualquiera que hiciere algún trabajo en sábado será exterminado de en medio de su pueblo.

    15. Durante seis días se trabajará, pero el día séptimo es sábado de reposo, sábado consagrado a Yahveh. Quien hiciere algún trabajo en día de sábado, morirá sin remisión.

    16. Los israelitas observarán el sábado y lo celebrarán en todas sus generaciones como alianza perpetua.

    17. Será señal perpetua entre yo y los israelitas, pues en seis días hizo Yahveh el cielo y la tierra, pero descansó y tomó respiro el día séptimo".

    El becerro de oro

    18. Cuando Yahveh terminó de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le entregó las dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas por el dedo de Dios.