29.2 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    Éxodo 8 - Serafín de Ausejo 1975

    La plaga de ranas

    1. Dijo Yahveh a Moisés: "Di a Aarón: "Extiende tu mano con el cayado sobre los ríos, sobre los canales y charcas, y haz que suban ranas sobre la tierra de Egipto"".

    2. Extendió Aarón su mano sobre las aguas de Egipto y subieron ranas, que cubrieron el país de Egipto.

    3. Pero los magos lograron otro tanto con sus encantamientos e hicieron subir ranas sobre la tierra de Egipto.

    4. El Faraón llamó a Moisés y a Aarón y les dijo: "Pedid a Yahveh que aleje las ranas de mi y de mi pueblo y dejaré ir al pueblo para que ofrezca sacrificios a Yahveh".

    5. Respondió Moisés al Faraón: "Dígnate decirme cuándo he de rogar por ti, por tus servidores y por tu pueblo, para que se alejen las ranas de ti y de tus casas, y no queden más que en el río".

    6. "Mañana" -contestó el Faraón-. Respondió Moisés: "Sea como dices; para que sepas que no hay otro como Yahveh, nuestro Dios,

    7. las ranas se alejarán de ti, de tus casas, de tus servidores y de tu pueblo y sólo quedarán en el Nilo".

    8. Moisés y Aarón salieron del palacio del Faraón y Moisés invocó a Yahveh para que alejara las ranas que había enviado contra el Faraón.

    9. Escuchó Yahveh la petición de Moisés, y murieron las ranas en las casas, en las granjas y en los campos;

    10. las juntaron en numerosos montones, por lo que la tierra quedó apestada.

    11. Viéndose el Faraón aliviado, endureció su corazón y no los escuchó, tal y como Yahveh había predicho.

    12. Dijo Yahveh a Moisés: "Di a Aarón: "Extiende tu cayado y golpea el polvo de la tierra, que se convertirá en mosquitos en todo el país de Egipto"".

    13. Hiciéronlo así. Aarón extendió su mano con el cayado y golpeó el polvo de la tierra; y hubo mosquitos sobre hombres y animales. Todo el polvo de la tierra se convirtió en mosquitos por todo el territorio de Egipto.

    14. También los magos intentaron producir mosquitos con sus encantamientos, pero no pudieron. Hombres y animales fueron presa de los mosquitos.

    15. Dijeron los magos al Faraón: "El dedo de Dios está aquí". Pero el corazón del Faraón se endureció y, como lo había predicho Yahveh, no los escuchó.

    La plaga de piojos

    16. Dijo Yahveh a Moisés: "Levántate de madrugada, preséntate al Faraón cuando salga para ir al río y dile: "Así habla Yahveh: deja marchar a mi pueblo para que me rinda culto;

    17. porque, si no dejas salir a mi pueblo, enviaré tábanos contra ti, contra tus servidores, contra tu pueblo y contra tus casas; y se llenarán de tábanos las casas de los egipcios y hasta el territorio sobre el que viven.

    18. Pero ese día exceptuaré la tierra de Gosen, donde habita mi pueblo, para que no haya allí tábanos, a fin de que sepas que yo, Yahveh, estoy en medio de la tierra.

    19. Yo estableceré una distinción entre mi pueblo y el tuyo. Mañana se realizará esta señal"".

    La plaga de moscas

    20. Yahveh lo hizo así, y un pesado enjambre de tábanos penetró en la casa del Faraón, en la de sus servidores y en todo el país de Egipto, y la tierra fue asolada por los tábanos.

    21. El Faraón llamó a Moisés y a Aarón y les dijo: "Id a ofrecer sacrificios a vuestro Dios dentro de las fronteras de mi territorio".

    22. Respondió Moisés: "No puede ser así, porque lo que nosotros sacrificamos a Yahveh, nuestro Dios, es abominación para los egipcios. Si ofreciéramos en presencia de los egipcios sacrificios que ellos mismos abominan, ¿no nos apedrearían?

    23. Haremos tres días de camino por el desierto y ofreceremos sacrificios a Yahveh, nuestro Dios, de acuerdo con sus instrucciones".

    24. Respondió el Faraón: "Os dejaré partir y podréis ofrecer sacrificios a Yahveh, vuestro Dios, en el desierto, a condición de que no os alejéis demasiado. Rogad por mí".

    25. Contestó Moisés: "Tan pronto salga de tu presencia rogaré a Yahveh, y mañana mismo los tábanos se alejarán del Faraón, de sus servidores y de su pueblo, con tal de que el Faraón no vuelva a burlarse, negándose a dejar salir al pueblo para que ofrezca sacrificios a Yahveh".

    26. Salió Moisés de casa del Faraón e imploró a Yahveh.

    27. Yahveh escuchó la súplica de Moisés: los tábanos se alejaron del Faraón, de sus servidores y de su pueblo, sin quedar ni uno.

    28. Pero también esta vez endureció el Faraón su corazón y no dejó salir al pueblo.

    29.

    30.

    31.

    32.