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miércoles, julio 17, 2024
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    Éxodo 7 - Serafín de Ausejo 1975

    1. Dijo Yahveh a Moisés: "Mira, yo hago de ti un dios para el Faraón; y Aarón, tu hermano, será tu profeta.

    2. Tú le dirás todo lo que yo te mandé; y Aarón, tu hermano, hablará al Faraón, para que deje salir de su país a los israelitas.

    3. Pero yo endureceré el corazón del Faraón, y multiplicaré mis señales y mis prodigios en el país de Egipto.

    4. El Faraón no os escuchará; y entonces pondré yo mi mano sobre Egipto y sacaré del país de Egipto a mis huestes, a mi pueblo, a los israelitas, con durísimos castigos.

    5. Cuando extienda yo mi mano sobre Egipto y saque a los israelitas de en medio de ellos, entonces reconocerán los egipcios que yo soy Yahveh".

    6. Moisés y Aarón lo hicieron así. Tal como Yahveh les había ordenado, así lo hicieron.

    7. Tenía Moisés ochenta años y Aarón ochenta y tres cuando hablaron al Faraón.

    La vara de Aarón

    8. Dijo Yahveh a Moisés y a Aarón:

    9. "Si el Faraón os dice: "Haced algún prodigio que os acredite", dirás a Aarón: "Toma tu cayado, arrójalo ante el Faraón y que se transforme en serpiente"".

    10. Moisés y Aarón se presentaron al Faraón e hicieron tal y como lo había ordenado Yahveh. Aarón arrojó su cayado ante el Faraón y sus servidores y el cayado se convirtió en serpiente.

    11. Entonces el Faraón convocó también a los sabios y encantadores, y también ellos, los magos de Egipto, hicieron otro tanto con sus artes mágicas.

    12. Cada uno de ellos arrojó su vara, que se transformó en serpiente; pero la vara de Aarón devoró las de los otros.

    13. Se endureció el corazón del Faraón y no los escuchó, tal y como lo había predicho Yahveh.

    La plaga de sangre

    14. Dijo Yahveh a Moisés: "Duro es el corazón del Faraón; se ha negado a dejar partir al pueblo.

    15. Sal mañana temprano al encuentro del Faraón, a la hora en que se dirige al río. Espéralo a la ribera del Nilo, llevando en tu mano el cayado que se trocó en serpiente.

    16. Y le dirás: "Yahveh, el Dios de los hebreos, me ha mandado a ti para decirte: deja partir a mi pueblo para que me rinda culto en el desierto, ya que hasta el presente te has desentendido.

    17. Pero he aquí lo que dice Yahveh: en esto conocerás que yo soy Yahveh. Con el cayado que tengo en mi mano golpearé las aguas del Nilo, y se convertirán en sangre.

    18. Los peces que hay en el río morirán, y el Nilo apestará, de manera que todos los egipcios tendrán repugnancia de beber el agua del Nilo"".

    19. Yahveh ordenó a Moisés: "Di a Aarón: "Toma tu cayado y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus canales, sobre sus charcas y sobre todos los depósitos de agua, para que se conviertan en sangre; y haya sangre en todo el territorio de Egipto, incluso en los recipientes de madera o de piedra"".

    20. Moisés y Aarón obraron tal y como Yahveh lo había ordenado: alzó Aarón el cayado y golpeó con él las aguas del Nilo en presencia del Faraón y de todos sus servidores. Y todas las aguas del Nilo se convirtieron en sangre.

    21. Los peces que había en el Nilo murieron, el Nilo apestaba y los egipcios no podían beber las aguas del río. Y hubo sangre en todo el territorio de Egipto.

    22. Pero los magos de Egipto hicieron otro tanto con sus encantamientos. Por eso, el corazón del Faraón se endureció, y no quiso escuchar a Moisés y Aarón, tal y como había predicho Yahveh.

    23. El Faraón se volvió y entró en su casa, sin prestar atención tampoco a esto.

    24. Todos los egipcios cavaron en las orillas del río en busca de agua potable, porque no podían beber de las aguas del Nilo.

    25. Transcurrieron siete días completos desde que Yahveh golpeó el Nilo.