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viernes, julio 19, 2024
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    Hechos 9 - Serafín de Ausejo 1975

    Conversión de Saulo

    1. Por su parte Saulo, todavía respirando amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, se llegó al sumo sacerdote

    2. y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de traer presos a Jerusalén a todos cuantos encontrara adictos al Camino, hombres o mujeres.

    3. Sucedió que, mientras iba caminando, al acercarse a Damasco, de repente lo envolvió una luz del cielo;

    4. caído en tierra, oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?".

    5. Él dijo: "¿Quién eres, Señor?". Y él: "Yo soy Jesús, a quien tú persigues.

    6. Pero levántate, entra en la ciudad y te dirán lo que has de hacer".

    7. Los hombres que con él viajaban habían enmudecido, porque oían la voz, pero no veían a nadie.

    8. Se levantó, pues, Saulo del suelo y aunque tenía los ojos abiertos nada veía; lo llevaron, pues, de la mano, hasta Damasco.

    9. Estuvo tres días sin ver, y ni comía ni bebía.

    10. Había en Damasco un discípulo llamado Ananías, al cual dijo el Señor en una visión: "Ananías". Él respondió: "Heme aquí, Señor".

    11. Y el Señor a él: "Anda, vete a la calle que llaman Recta y busca en la casa de Judas a un tal Saulo de Tarso, que está en oración

    12. y ha visto [en visión] a un hombre llamado Ananías, que entraba y le imponía las manos para que recobrara la vista".

    13. Respondió Ananías: "Señor, tengo oído de muchos cuántos males ha causado a tus fieles este hombre en Jerusalén.

    14. Y aquí tiene autorización de los príncipes de los sacerdotes para apresar a todos los que invocan tu nombre".

    15. Pero el Señor le dijo: "Vete, porque éste es mi instrumento escogido, para ser portador de mi nombre ante los gentiles y los reyes, y ante los israelitas;

    16. porque yo le mostraré cuántas cosas deberá padecer por mi nombre".

    17. Partió, pues, Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: "Hermano Saulo, el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino que traías, me ha enviado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo".

    18. Y al instante cayeron de sus ojos como unas escamas, recobró la vista y fue bautizado.

    19. Tomó alimento y recuperó sus fuerzas. Estuvo con los discípulos en Damasco algunos días,

    Saulo predica en Damasco

    20. y en seguida predicaba en las sinagogas a Jesús, diciendo que éste era el Hijo de Dios.

    21. Todos los que le oían se maravillaban y decían: "Pero ¿no es éste el que arrasaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y no había venido aquí expresamente a lo mismo, para llevárselos presos ante los príncipes de los sacerdotes?".

    22. Pero Saulo se sentía cada vez más fuerte y confundía a los judíos que habitaban en Damasco, demostrándoles que aquél era el Cristo.

    Saulo escapa de los judíos

    23. Pasados bastantes días, decidieron los judíos quitárselo de en medio.

    24. Pero Saulo tuvo conocimiento de su propósito. Tenían incluso vigiladas las puertas día y noche para matarlo.

    25. Pero sus discípulos le tomaron y lo bajaron de noche por el muro, descolgándolo en una espuerta.

    Saulo en Jerusalén

    26. Llegado a Jerusalén, intentaba unirse a los discípulos; pero todos le temían y no creían que fuera discípulo.

    27. Entonces Bernabé lo tomó consigo, lo presentó a los apóstoles y les explicó cómo vio en el camino al Señor, el cual le habló, y cómo en Damasco había actuado con valentía en el nombre de Jesús.

    28. Desde entonces entraba y salía con ellos en Jerusalén, predicando con valentía en el nombre del Señor.

    29. Hablaba también y discutía con los helenistas, los cuales intentaban matarlo.

    30. Enterados de esto los hermanos, lo trasladaron a Cesarea y lo enviaron a Tarso.

    31. La Iglesia, mientras tanto, gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría, se edificaba y caminaba en el temor del Señor y crecía con la consolación del Espíritu Santo.

    Curación de Eneas

    32. Pedro, que recorría todos aquellos lugares, llegó hasta los fieles que habitaban en Lida.

    33. Encontró allí a un hombre llamado Eneas, que desde ocho años atrás yacía en una camilla, porque estaba paralítico.

    34. Y le dijo Pedro: "Eneas, el Señor Jesús te va a curar; levántate y hazte tú mismo la cama". Y al momento se levantó.

    35. Al verlo, todos los habitantes de Lida y Sarón se convirtieron al Señor.

    Dorcas es resucitada

    36. En Jope había una discípula de nombre Tabitá, que traducido significa "Gacela". Estaba llena de buenas obras y de limosnas que hacía.

    37. Sucedió, pues, por aquellos días que enfermó y murió. Una vez lavada, la colocaron en la habitación de arriba.

    38. Dada la proximidad entre Lida y Jope, y habiendo oído los discípulos que Pedro estaba en aquella ciudad, le despacharon dos hombres con este ruego: "No tardes en venir hasta nosotros".

    39. Pedro al punto se fue con ellos. Llegado, le hicieron subir a la habitación de arriba y se le presentaron todas las viudas llorando y mostrándole las túnicas y mantos que les había hecho Gacela mientras estaba con ellas.

    40. Pedro hizo salir fuera a todos. Luego, puesto de rodillas, oró y, vuelto al cadáver, dijo: "Tabitá, levántate". Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó.

    41. Él le dio la mano y la levantó; llamó luego a los fieles y a las viudas y se la presentó vuelta a la vida.

    42. La cosa fue notoria en toda Jope, y muchos creyeron en el Señor.

    43. Se quedó bastantes días en Jope, en casa de un tal Simón, curtidor.