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domingo, julio 21, 2024
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    Jeremías 13 - Serafín de Ausejo 1975

    La señal del cinto podrido

    1. Yahveh me dijo así: "Vete y cómprate un cinturón de lino, y póntelo a la cintura; pero no lo metas en agua".

    2. Compré el cinturón de acuerdo con la orden de Yahveh y me lo puse a la cintura.

    3. La palabra de Yahveh me fue dirigida una segunda vez en estos términos:

    4. "Toma el cinturón que has comprado y que tienes a la cintura, levántate, vete al Éufrates y escóndelo allí en la grieta de una roca".

    5. Fui y lo escondí junto al Éufrates, como Yahveh me había ordenado.

    6. Al cabo de muchos días, Yahveh me dijo: "Levántate, vete al Éufrates y retira el cinturón que te mandé esconder allí".

    7. Fui al Éufrates, busqué y retiré el cinturón del lugar en que lo había escondido; pero he aquí que el cinturón estaba podrido, no servía para nada.

    8. Entonces, la palabra de Yahveh me fue dirigida en estos términos:

    9. "Así dice Yahveh: de este modo haré que se pudra la soberbia de Judá y la gran soberbia de Jerusalén.

    10. Este pueblo malvado, que rehúsa escuchar mis palabras, que sigue la obstinación de su corazón y va tras otros dioses para servirlos y adorarlos, vendrá a ser como este cinturón, que no sirve para nada.

    11. Pues como el cinturón se adapta a la cintura del hombre, así yo había hecho que se adaptara a mí toda la casa de Israel y toda la casa de Judá -oráculo de Yahveh-, para que fueran mi pueblo, mi renombre, mi alabanza y mi adorno; pero no me escucharon".

    La señal de las tinajas llenas

    12. Les dirás también esta palabra: así dice Yahveh, Dios de Israel: "Toda jarra ha de estar llena de vino". Ellos te dirán: "¿No sabemos muy bien que toda jarra ha de estar llena de vino?".

    13. Les responderás: "Así dice Yahveh: mirad: voy a emborrachar sin freno a todos los habitantes de este país, a los reyes que se sientan en el trono de David, a los sacerdotes, a los profetas y a los habitantes todos de Jerusalén,

    14. y voy a estrellarlos unos contra otros, a los padres junto con los hijos -oráculo de Yahveh-. No me apiadaré ni me afligiré ni me compadeceré de aniquilarlos".

    Judá será llevada en cautiverio

    15. Escuchad y atended: no seáis altivos, que habla Yahveh.

    16. Dad gloria a Yahveh, vuestro Dios, antes de que oscurezca, antes de que tropiecen vuestros pies por los montes a la hora del crepúsculo, cuando esperéis la luz y yo la haya hecho tinieblas y la haya convertido en densa oscuridad.

    17. Si no escucháis esto, llorará en secreto mi alma ante tal orgullo, se deshará en lágrimas; derramarán lágrimas mis ojos, porque es llevada cautiva la grey de Yahveh.

    18. Di al rey y a la reina madre: Sentaos más abajo, porque cayó de vuestra cabeza vuestra gloriosa corona.

    19. Las ciudades del sur están cerradas, sin que nadie las abra. Judá todo entero está deportado, ha sido deportado en masa.

    20. Alzad vuestros ojos y ved a los que vienen del norte. ¿Dónde está el rebaño que se te dio, tu magnífico rebaño?

    21. ¿Qué dirás cuando ponga como jefes sobre ti a quienes tú misma enseñaste a ser tus amigos? ¿No te vendrán dolores como de mujer en parto?

    22. Y si dices en tu corazón: "¿Por qué me suceden estas cosas?". Por tu gran iniquidad te han levantado las faldas, han violentado tus tobillos.

    23. ¿Cambia un negro su piel, o una pantera sus manchas? ¡Entonces podríais obrar bien, vosotros habituados a obrar mal!

    24. Los dispersaré como tamo que pasa, llevado por el viento del desierto.

    25. Ésta es tu suerte, la parte que te asigno -oráculo de Yahveh-, porque me has olvidado y has confiado en la mentira.

    26. Yo mismo levantaré tus faldas hasta taparte la cara, y se verá tu vergüenza,

    27. tus adulterios, tus relinchos, la ignominia de tu prostitución. Sobre las colinas, en el campo, he visto tus abominaciones. ¡Ay de ti, Jerusalén, que no te purificas! ¿Hasta cuándo aún?