33.1 C
Miami
sábado, julio 20, 2024
Más


    Jeremías 15 - Serafín de Ausejo 1975

    La implacable ira de Dios contra Judá

    1. Pero Yahveh me dijo: Ni aunque Moisés y Samuel estuvieran ante mí, se volvería mi alma hacia este pueblo. Échalos de mi presencia y que se vayan.

    2. Y si te dicen: "¿Adónde iremos?", les responderás: así dice Yahveh: "Quien a la muerte, a la muerte; quien a la espada, a la espada; quien al hambre, al hambre; quien al cautiverio, al cautiverio.

    3. Voy a imponerles cuatro clases de males: -oráculo de Yahveh-: la espada para matar, los perros para despedazar, las aves del cielo para devorar, las fieras de la tierra para aniquilar.

    4. Los haré el horror de todos los reinos de la tierra, por causa de Manasés, hijo de Ezequías, rey de Judá, por lo que hizo en Jerusalén.

    5. ¿Quién, pues, se apiadará de ti, Jerusalén? ¿Quién te dará el pésame? ¿Quién se volverá a preguntar cómo estás?

    6. Tú me rechazaste -oráculo de Yahveh-, volviste atrás, y yo alargué mi mano contra ti y te destruí; estoy cansado de compadecerme.

    7. Los aventé con el bieldo en las puertas del país; lo dejé sin hijos, aniquilé a mi pueblo, porque de conducta no cambiaron.

    8. Sus viudas, por causa mía, son más numerosas que la arena del mar. He traído contra esta madre de jóvenes guerreros un devastador al mediodía; eché sobre ella de repente terror y espanto.

    9. La madre de siete hijos desfalleció, exhaló su alma; su sol se puso siendo aún de día; quedó avergonzada y consternada. Lo que de ellos queda, lo entregaré a la espada ante sus enemigos" -oráculo de Yahveh-.

    10. ¡Ay de mí, madre mía, que me engendraste para ser hombre de discusión y de discordia para todo el mundo! Ni presté ni me prestaron, pero todos me maldicen.

    11. Sí, Yahveh; es cierto que te serví obrando bien, es cierto que intercedí ante ti por mi enemigo en tiempo de desgracia y en tiempo de angustia.

    12. ¿Puede romperse el hierro, el hierro del norte y el bronce?

    13. Tu riqueza y tus tesoros entregaré al pillaje en compensación por todos tus pecados en todas tus fronteras.

    14. Te haré esclavo de tus enemigos en un país que no conoces, pues fuego se ha encendido en mi ira, que arderá sobre vosotros.

    Jehová reanima a Jeremías

    15. Tú lo sabes, Yahveh: acuérdate de mí y cuídame, véngame de mis perseguidores. No me dejes perecer a causa de tu paciencia, sabe que por ti soporto ultrajes.

    16. Aparecían tus palabras y yo las devoraba; tu palabra era mi gozo y la alegría de mi corazón, pues sobre mí se invocaba tu nombre, Yahveh, Dios Sebaot.

    17. No me senté en compañía de gente alegre ni anduve de fiesta en fiesta; por mor de tu mano me sentaba yo solo, porque de tu furor me llenaste.

    18. ¿Por qué mi dolor ha de ser continuo y mi llaga tan incurable que se resiste a ser sanada? ¡Ay! Eres para mí como torrente engañoso, como aguas no fiables.

    19. Por esto así dice Yahveh: "Si te conviertes, te permito volver, podrás estar en mi presencia; si separas lo precioso de la escoria, serás como mi propia boca. Ellos se volverán a ti, tú no te volverás a ellos.

    20. Pues te pongo frente a este pueblo como muro de bronce inquebrantable: te combatirán, pero no te podrán; pues contigo estoy yo para salvarte y librarte -oráculo de Yahveh-.

    21. Te libraré de la mano de los malvados, y te rescataré de la garra de los tiranos".