Josué 14 - Serafín de Ausejo 1975Canaán repartida por suerte1. Éstas son las heredades que los israelitas recibieron en la tierra de Canaán, distribuidas por el sacerdote Eleazar, por Josué, hijo de Nun, y por los jefes de familia de las tribus de los israelitas. 2. Fueron sorteadas las heredades, como había dispuesto Yahveh por medio de Moisés, entre las nueve tribus y la mitad de la tribu de Manasés; 3. pues Moisés había ya otorgado su heredad a dos tribus y a la otra mitad de la tribu al otro lado del Jordán. A los levitas no les otorgó heredad alguna entre ellas. 4. Los descendientes de José formaban dos tribus, Manasés y Efraín, y no se había asignado parte a los levitas en el país, sino ciudades de residencia con sus terrenos de pasto para su ganado mayor y menor. 5. Los israelitas repartieron la tierra conforme a lo ordenado por Yahveh a Moisés. Caleb recibe Hebrón6. Los hijos de Judá se presentaron a Josué, en Guilgal, y Caleb, hijo de Yefoné, el quenizeo, le dijo: "Tú bien sabes lo que dijo Yahveh a Moisés, varón de Dios, en lo tocante a mí y a ti, en Cades Barnea. 7. Tenía yo cuarenta años cuando Moisés, siervo de Yahveh, me envió desde Cades Barnea a explorar esta tierra, y yo le rendí cuentas según la sinceridad de mi corazón. 8. En cambio, mis hermanos, que habían subido conmigo, turbaron el corazón del pueblo, mientras yo me mantuve plenamente fiel a Yahveh, mi Dios. 9. Aquel día Moisés hizo este juramento: "En verdad que la tierra que han hollado tus pies será tu heredad para ti y para tus hijos por siempre, porque has obrado con total fidelidad a Yahveh, mi Dios". 10. Pues bien, Yahveh me ha conservado con vida, como había anunciado, estos cuarenta y cinco años, desde que hizo esta declaración a Moisés, cuando Israel caminaba por el desierto. Ahora tengo ya ochenta y cinco años, 11. aunque me siento tan vigoroso como el día en que Moisés me envió: como era mi vigor entonces, tal es mi vigor ahora para combatir, para ir y venir. 12. Otórgame, pues, esta montaña a la que se refería Yahveh aquel día; pues aquel día oiste tú que estaban en ella los anaquitas y que sus ciudades son grandes y fortificadas. Si Yahveh está conmigo, los arrojaré de allí, como Yahveh me prometió". 13. Josué bendijo entonces a Caleb, hijo de Yefoné, y le otorgó Hebrón por heredad. 14. Por eso Hebrón es patrimonio de Caleb, hijo de Yefoné, el quenizeo, hasta el día de hoy, porque él fue plenamente fiel a Yahveh, Dios de Israel. 15. Hebrón se llamaba antes Quiriat Arbá. Arbá fue el hombre de mayor estatura entre los anaquitas. Y el país descansó de la guerra. |