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miércoles, julio 17, 2024
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    Juan 17 - Serafín de Ausejo 1975

    Jesús ora por sus discípulos

    1. Así habló Jesús. Y levantando sus ojos al cielo, dijo: "Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti,

    2. ya que le diste autoridad sobre todos los hombres, para que él diera vida eterna a todos los que tú le has dado.

    3. Pues ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que enviaste, Jesucristo.

    4. Yo te he glorificado sobre la tierra, llevando a término la obra que me habías encomendado realizar.

    5. Ahora glorifícame tú, Padre, junto a ti mismo, con la gloria que yo tenía junto a ti antes que el mundo existiera".

    6. "He manifestado tu nombre a los que, sacándolos del mundo, me entregaste. Tuyos eran, pero me los diste a mí; y ellos han guardado tu palabra.

    7. Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti;

    8. pues las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han acogido, porque saben realmente que yo salí de ti y han creído que tú me has enviado.

    9. Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has dado porque tuyos son.

    10. Pues todo lo mío es tuyo, y lo tuyo, mío; y en ellos quedo yo glorificado.

    11. Yo no estoy ya en el mundo; pero ellos se quedan en el mundo, mientras que yo voy a ti. Padre santo, guárdalos en tu nombre, en ese nombre que me has dado, para que también ellos, lo mismo que nosotros, sean uno.

    12. Mientras yo estaba con ellos, los guardaba en tu nombre, en ese nombre que me has dado, y velé por ellos; ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición. Y así se cumplió la Escritura.

    13. Pero ahora voy a ti; y digo estas cosas estando aún en el mundo, para que ellos tengan en sí mismos mi alegría enteramente colmada.

    14. Yo les he comunicado tu palabra; pero el mundo los odia porque no son del mundo, como tampoco lo soy yo.

    15. No te pido que los saques del mundo, sino que los guardes del Maligno.

    16. No son del mundo, como tampoco yo.

    17. Conságralos en la verdad, tu palabra es verdad.

    18. Como tú me enviaste al mundo, también yo los voy a enviar al mundo.

    19. Y por ellos me consagro a mí mismo, para que también ellos sean consagrados en la verdad."

    20. "No sólo por éstos te ruego, sino también por los que, mediante su palabra, creerán en mí.

    21. Que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, y así el mundo crea que tú me has enviado.

    22. La gloria que me has dado yo se la he dado a ellos, para que sean uno, como nosotros somos uno.

    23. Yo en ellos y tú en mí, para que lleguen a ser consumados en uno, y así el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado como tú me has amado a mí."

    24. "Padre quiero que donde voy a estar, estén también conmigo los que me has dado y así contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me has amado desde antes de la creación del mundo.

    25. Padre justo, realmente el mundo no te conoce, pero yo sí te conozco; y éstos han conocido que tú me has enviado.

    26. Les he revelado tu nombre, y se lo seguiré revelando, para que el amor con que me has amado esté con ellos, y en ellos también yo."