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miércoles, julio 17, 2024
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    Nehemías 10 - Serafín de Ausejo 1975

    1. Por todo lo antedicho, nosotros hacemos ahora y consignamos por escrito una firme promesa. En el documento sellado figuran nuestros jefes, nuestros levitas y nuestros sacerdotes.

    2. En el documento sellado figuraban: Nehemías, el gobernador, hijo de Jacalías, y Sedecías,

    3. Serayas, Azarías, Jeremías,

    4. Pasjur, Amarías, Malquías,

    5. Jatús, Sebanías, Maluc,

    6. Jarín, Meremot, Abdías,

    7. Daniel, Guinetón, Baruc,

    8. Mesulán, Abías, Miyamín,

    9. Maazías, Bilgay y Semaías. Éstos eran los sacerdotes.

    10. Los levitas: Josué, hijo de Azanías; Binuy, de los hijos de Jenadad; Cadmiel,

    11. y sus hermanos Secanías, Hodías, Quelitá, Pelayas, Janán,

    12. Micá, Rejob, Sebanías,

    13. Zacur, Serebías, Sebanías,

    14. Hodías, Baní y Beninú.

    15. Los jefes del pueblo: Parós, Pajat Moab, Elán, Zatú, Baní,

    16. Buní, Azgad, Bebay,

    17. Adonías, Bigvay, Adín,

    18. Ater, Ezequías, Azur,

    19. Hodías, Jasún, Besay,

    20. Jarif, Anatot, Nebay,

    21. Magpiás, Mesulán, Jezir,

    22. Mesezabel, Sadoc, Yadúa,

    23. Pelatías, Janán, Anayas,

    24. Oseas, Jananías, Jasub,

    25. Halojés, Piljá, Sobec,

    26. Rejún, Jasabná, Maasías,

    27. Ajías, Janán, Anán,

    28. Maluc, Jarín y Baaná.

    29. Los demás del pueblo, los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, los donados y todos los que se habían separado de la gente del país para seguir la ley de Dios, sus mujeres, sus hijos y sus hijas, y todos los que tenían uso de razón,

    30. se asociaron a sus hermanos y a los principales, y convinieron con ellos bajo juramento en vivir conforme a la ley de Dios, transmitida por Moisés, siervo de Dios, y en guardar y poner por obra todos los mandamientos de Yahveh, nuestro Señor, sus normas y sus leyes,

    31. y en no dar a nuestras hijas a las gentes del país ni tomar sus hijas para nuestros hijos;

    32. en no comprar nada en sábado o en día santo a las gentes del país que traigan para vender mercancías o cualquier clase de comestibles en día de sábado, y en renunciar el año séptimo a la cosecha y a toda clase de deudas.

    33. Nos impusimos también la obligación de dar un tercio de siclo al año para el servicio del templo de nuestro Dios,

    34. para los panes de la presencia, para el holocausto perpetuo de los sábados y novilunios, para las solemnidades, para las cosas sagradas, para los sacrificios por el pecado en expiación por Israel y para todas las obras del templo de nuestro Dios.

    35. Echamos suertes -los sacerdotes, los levitas y el pueblo- sobre la ofrenda de leña que habían de traer nuestras casas paternas al templo de nuestro Dios en tiempos determinados, cada año, para quemarla sobre el altar de Yahveh, nuestro Dios, como está escrito en la ley.

    36. Nos comprometimos también a traer cada año al templo de Yahveh las primicias de nuestra tierra, las de los frutos de todos los árboles

    37. y los primogénitos de nuestros hijos y de nuestros ganados, según está escrito en la ley, así como también los primogénitos de nuestro ganado mayor y menor, destinados al templo de nuestro Dios, ante los sacerdotes que ejercen el ministerio en la casa de nuestro Dios.

    38. Asimismo nos comprometimos a traer las primicias de nuestra harina, las del fruto de todos los árboles, las del mosto y del aceite, para los sacerdotes, para las cámaras del templo de nuestro Dios, así como el diezmo de nuestras posesiones y ganancias para los levitas, que percibirán el diezmo en todas las ciudades de labranza.

    39. Un sacerdote, descendiente de Aarón, irá con los levitas cuando éstos recojan el diezmo. Los levitas subirán la décima parte del diezmo al templo de nuestro Dios, a las cámaras del tesoro,