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jueves, julio 18, 2024
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    Hechos 9 - La Biblia Textual 3a Edicion

    Conversión de Saulo

    1. En ese tiempo, Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, se acercó al sumo sacerdote,

    2. y le solicitó cartas para las sinagogas de Damasco, para que cuando hallara hombres o mujeres que eran de este Camino,° pudiera traerlos atados a Jerusalem.

    3. Pero yendo por el camino, sucedió que cuando se acercaba° a Damasco, de repente resplandeció alrededor de él una luz del cielo,

    4. y cayendo en la tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

    5. Contestó: ¿Quién eres, Señor? Y Él: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.°

    6. Pero levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que tienes que hacer.

    7. Y los varones que iban° con él° se habían parado estupefactos, oyendo a la verdad la voz, pero no viendo a nadie.

    8. Entonces Saulo se levantó del suelo, y abriendo sus ojos, nada° veía. Así que, llevándolo de la mano, lo introdujeron en Damasco.

    9. Y estuvo tres días sin ver,° y no comió ni bebió.

    10. Había entonces en Damasco cierto discípulo de nombre Ananías. El Señor le dijo en visión: Ananías; y él respondió: Heme aquí, Señor.

    11. Y el Señor a él: Ananías, levántate, ve a la calle llamada Derecha, y busca en casa de Judas a uno de nombre Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,

    12. y ha visto a un varón de nombre Ananías que entra y le impone las manos para que recobre la vista.

    13. Ananías respondió: Señor, he oído° de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho° a tus santos en Jerusalem.

    14. Y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para atar a todos los que invocan tu nombre.

    15. Pero el Señor le dijo: Ve, porque instrumento de elección° me es éste para llevar mi nombre delante de las naciones, y también de reyes, y de los hijos de Israel;

    16. porque Yo le mostraré cuánto tiene que padecer por mi nombre.

    17. Entonces Ananías fue y entró en la casa, y después de imponerle las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, quien se te apareció° en el camino por donde venías, me ha enviado para que recuperes la vista y seas lleno del Espíritu Santo.

    18. Y al instante° le cayeron de los ojos como escamas y recobró la vista, y después de levantarse, fue bautizado,

    19. y tomando alimento, recuperó fuerzas. Y estuvo con los discípulos en Damasco algunos días.°

    Saulo predica en Damasco

    20. Y enseguida predicaba a Jesús° en las sinagogas: ¡Éste es el Hijo de Dios!

    21. Y todos los oyentes estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba a los que invocan este nombre en Jerusalem, y a esto había venido acá, para llevarlos atados ante los principales sacerdotes?

    22. Pero Saulo se fortalecía mucho más y confundía a los judíos que vivían° en Damasco, demostrando que éste° es el Mesías.

    Saulo escapa de los judíos

    23. Cuando habían pasado muchos días, los judíos tramaron darle muerte,

    24. pero el complot llegó a ser conocido por Saulo. Y aun vigilaban estrictamente las puertas de día y de noche para que lo mataran.

    25. Entonces sus° discípulos, tomándolo de noche, lo bajaron por el muro descolgándolo en una canasta.°

    Saulo en Jerusalén

    26. Habiendo llegado a Jerusalem, intentó° juntarse con los discípulos, pero todos tenían temor de él, y no creían que era° discípulo.

    27. Pero Bernabé lo tomó consigo y lo llevó ante los apóstoles, y les contó cómo° había visto al Señor en el camino, y que Éste le había hablado, y cómo, en Damasco, había predicado° con denuedo en el nombre de Jesús.

    28. Y estaba con ellos en Jerusalem, entrando y saliendo, hablando con denuedo en el nombre del Señor.

    29. También conversaba y discutía con los helenistas,° pero éstos intentaban matarlo.

    30. Cuando lo supieron los hermanos, lo bajaron a Cesarea, y lo enviaron° a Tarso.

    31. Entretanto la iglesia° tenía paz en toda Judea, Galilea y Samaria, siendo edificada y andando en el temor del Señor; y era multiplicada con la consolación del Espíritu Santo.

    Curación de Eneas

    32. Pasando Pedro por todos los lugares, aconteció que también fue° a los santos que viven en Lida.

    33. Y allí encontró a cierto hombre de nombre Eneas, quien estaba paralizado, acostado en un catre por ocho años.

    34. Pedro le dijo: ¡Eneas, Jesucristo te sana, levántate y haz tu cama!° Y al instante se levantó.

    35. Y lo vieron todos los que viven en Lida y en Sarón, y se convirtieron al Señor.

    Dorcas es resucitada

    36. Había entonces en Jope cierta discípula de nombre Tabitá (que significa Gacela).° Ésta estaba llena de buenas obras y de limosnas que hacía.

    37. Y aconteció que en aquellos días se enfermó° hasta que murió. Y después de lavarla, la pusieron en un aposento alto.

    38. Y estando Lida cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba en ella, le enviaron a dos hombres, rogándole: No tardes en venir a nosotros.

    39. Entonces Pedro, levantándose, fue con ellos; y cuando llegó, lo llevaron al aposento alto. Y todas las viudas se presentaron delante de él, llorando y mostrando cuántas túnicas y mantos hacía Gacela cuando estaba° con ellas.

    40. Entonces Pedro, sacando a todos, y puesto de rodillas,° oró; y volviéndose hacia el cuerpo, dijo: ¡Tabitá, levántate! Y ella abrió sus ojos, y viendo a Pedro, se incorporó.

    41. Y dándole la mano, la levantó; y llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva.

    42. Y fue notorio en toda Jope, y muchos creyeron en el Señor.

    43. Y aconteció que se quedó° muchos días en Jope, con cierto Simón curtidor.