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    1 Reyes 13 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Un profeta de Judá amonesta a Jeroboam

    1. (1) un hombre de Elohim llegó de Yahudah a Betel, por mandato de Yahweh. Cuando Yarovam estaba de pie junto al altar para presentar la ofrenda, el hombre de Elohim, por mandato de Yahweh, clamó contra el altar:

    2. “¡Oh altar, altar¡ Así ha dicho Yahweh: ‘A la Casa de Dawid le nacerá un hijo que se llamará Yoshiyahu, y él matará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman incienso sobre ti; y sobre ti quemarán huesos humanos”.

    3. Ese mismo día dio una señal diciendo: “Esta es la señal que Yahweh ha decretado: Este altar se partirá, y la ceniza que está sobre él se desparramará”.

    4. Cuando el rey oyó lo que el hombre de ha'Elohim había proclamado contra el altar de Betel, Yarovam extendió su mano por encima del altar y gritó: “¡Agárrenlo!” Pero se le quedó rígido el brazo que había extendido contra él, de manera que no pudo volver a retraerlo.

    5. Entonces el altar se partió, y sus cenizas se desparramaron –conforme a la señal que el hombre de ha'Elohim había anunciado por mandato de Yahweh.

    6. Entonces el rey habló y le dijo al hombre de ha'Elohim: “Por favor, ruégale a Yahweh tu Elohim y ora por mí, para que se me restaure el brazo”. El hombre de ha'Elohim imploró a Yahweh, y el rey pudo retraer el brazo; y volvió a ser como antes.

    7. El rey le dijo al hombre de ha'Elohim: “Ven conmigo a casa y come algo, que te voy a dar un regalo”.

    8. Pero el hombre de ha'Elohim le respondió al rey: “Aunque me dieras la mitad de tu propiedad, no iría contigo, ni comería pan, ni bebería agua en este lugar;

    9. porque así se me ha ordenado por mandato de Yahweh: “No comas pan, ni bebas agua, ni vuelvas por el camino que vayas”.

    10. Así que se fue por otro camino y no volvió por el camino por donde había venido a Betel.

    11. Vivía en Betel un profeta anciano; y sus hijos fueron y le contaron todo lo que el hombre de ha'Elohim había hecho aquel día en Betel [y] las palabras que le había hablado al rey. Cuando se lo contaron a su padre,

    12. su padre les preguntó: “¿Por qué camino se fue?” Sus hijos habían visto el camino por donde se había ido el hombre de ha'Elohim que había venido de Yahudah.

    13. Así que les dijo a sus hijos: “Aparéjenme el asno”. Ellos le aparejaron el asno y él lo montó

    14. y se fue tras aquel hombre de ha'Elohim. Lo halló sentado debajo de una encina y le preguntó: “¿Eres tú el hombre de ha'Elohim que vino de Yahudah?” Le respondió: “Sí, yo soy”.

    15. Él le dijo: “Ven conmigo a casa para que comas algo”

    16. Pero él respondió: “No puedo volver contigo ni entrar contigo; y tampoco puedo comer pan ni beber agua contigo en este lugar;

    17. la orden que recibí por palabra de Yahweh fue: ‘No comas pan, ni bebas agua de allí, ni vuelvas por el camino que vayas’.

    18. El otro le dijo: “Yo también soy profeta como tú, y un mensajero me ha dicho por mandato de Yahweh: “Hazlo volver contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua”. Pero le estaba mintiendo.

    19. Así que se volvió con él, y comió pan en su casa y bebió agua.

    20. Cuando estaban sentados a la mesa, le vino la palabra de Yahweh al profeta que lo había hecho volver.

    21. Y clamó al hombre de ha'Elohim que había venido de Yahudah: “Así ha dicho Yahweh: ‘Porque has sido desobediente a la orden de Yahweh y no observaste lo que te mandó Yahweh tu Elohim,

    22. sino que volviste y comiste pan y bebiste agua en este lugar del cual él te había dicho que no comieras pan ni bebieras agua, tu cadáver no entrará en el sepulcro de tus padres’”.

    23. Después de comer pan y beber agua, el profeta que lo había hecho volver le aparejó el asno.

    24. Cuando se fue, un león se le echó encima en el camino y lo mató. Su cadáver quedó tendido en el camino. El asno estaba de pie junto a él, y también el león estaba de pie junto al cadáver.

    25. Unos hombres que pasaban vieron el cadáver que estaba tendido en el camino y el león que estaba de pie junto al cadáver; fueron y lo dijeron en la ciudad donde habitaba el profeta anciano.

    26. Cuando se enteró el profeta que lo había hecho volver del camino, dijo: “Ese es el hombre de ha'Elohim que fue desobediente al mandato de Yahweh. Por eso Yahweh lo ha entregado al león, que lo ha destrozado y matado conforme a la palabra que Yahweh le había dicho”.

    27. Entonces les dijo a sus hijos: “Aparéjenme el asno”. Ellos se lo aparejaron.

    28. Y fue y halló el cadáver tendido en el camino, y el asno y el león que estaban junto al cadáver. El león no había devorado el cadáver ni había destrozado al asno.

    29. El profeta levantó el cadáver del hombre de ha'Elohim, lo colocó sobre el asno y se lo llevó; lo llevaron a la ciudad del profeta anciano para hacer duelo por él y sepultarlo.

    30. Puso su cadáver en su propio sepulcro, e hicieron duelo por él diciendo: “¡Ay, hermano mío!”

    31. Después de haberlo sepultado, les dijo a sus hijos: “Cuando yo muera, sepúltenme en el sepulcro en que está sepultado el hombre de ha'Elohim. Pongan mis restos junto a los suyos,

    32. porque sin duda sucederá lo que él proclamó por mandato de Yahweh contra el altar que está en Betel y contra todos los santuarios de los lugares altos que hay en las ciudades de Shomrón”.

    33. Aún después de este incidente, Yarovam no se apartó de su mal camino, sino que volvió a designar sacerdotes de entre la gente común para los lugares altos. Ordenaba como sacerdote para los lugares altos a cualquiera que así lo deseara.

    34. Y en esto la casa de Yarovam incurrió en culpa –para su completa aniquilación de sobre la faz de la tierra.