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    1 Reyes 18 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Elías regresa a ver a Acab

    1. Después de mucho tiempo, al tercer año, le llegó la palabra de Yahweh a Eliyahu, diciendo: “Ve, preséntate ante Ajav; entonces yo enviaré lluvia sobre la tierra”.

    2. Así que Eliyahu fue para presentarse ante Ajav. El hambre era muy severa en Shomrón.

    3. Ajav había llamado a Ovadyahu, el administrador del palacio. (Ovadyahu era muy respetuoso de Yahweh;

    4. y cuando Izével destruía a los profetas de Yahweh, Ovadyahu tomó a cien de los profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustentó con pan y agua).

    5. Y Ajav le había dicho a Ovadyahu: “Ve por la tierra a todos los manantiales de agua y a todos los arroyos; quizás hallemos pasto para conservar con vida a los caballos y a las mulas, y no nos quedemos sin animales”.

    6. Se repartieron el territorio entre ellos para recorrerlo; Ajav se fue solo por un camino, y Ovadyahu se fue solo por otro.

    7. Ovadyahu iba por el camino, cuando Eliyahu le salió de pronto al encuentro. [Ovadyahu] lo reconoció y se postró sobre su rostro y preguntó: “¿Eres tú, mi amo Eliyahu?”

    8. Él le respondió: “Sí, soy yo. Ve y dile a tu amo que Eliyahu está aquí”.

    9. Pero él dijo: “¿Qué mal he hecho yo para que entregues a tu siervo en mano de Ajav, para que me mate?

    10. ¡Por vida de Yahweh tu Elohim, que no ha habido nación ni reino adonde mi amo no haya enviado a buscarte! Cuando ellos respondían: ‘No está’, hacía jurar al reino y a la nación que no te habían hallado.

    11. ¡Y ahora tú dices: ‘Ve y di a tu amo que Eliyahu está aquí!’

    12. Lo que sucederá es que después que yo me haya alejado de ti, el espíritu de Yahweh te llevará adonde yo no sepa, y cuando yo vaya a informar a Ajav, si él no te encuentra, me matará. Tu siervo ha respetado a Yahweh desde su juventud”.

    13. Seguro que a mi amo le han contado lo que hice cuando Izével mataba a los profetas de Yahweh, cómo escondí en una cueva a cien de ellos de cincuenta en cincuenta y los sustenté con pan y agua?

    14. Y ahora tú dices: ‘Ve y dile a tu amo que aquí está Eliyahu’. ¡El me matará!”

    15. Eliyahu respondió: “¡Por vida de Yahweh de los Ejércitos, a quien sirvo, que hoy mismo me presentaré a él!”

    16. Ovadyahu fue a buscar a Ajav y le informó; y Ajav fue al encuentro de Eliyahu.

    17. Cuando Ajav alcanzó a ver a Eliyahu, le dijo: “¿Eres tú, el que está trastornando a Yisrael?”

    18. Él respondió: “No soy yo el que ha trastornado a Yisrael, sino tú y tu Casa paterna, al haber abandonado los mandamientos de Yahweh y haber seguido a los Baales.

    19. Ahora, manda que se reúnan conmigo en el monte Karmel todo Yisrael, los 450 profetas de Báal y los 400 profetas de Asherá que comen de la mesa de Izével.

    Elías y los profetas de Baal

    20. Ajav convocó a todos los hijos de Yisrael y reunió a los profetas en el monte Karmel.

    21. Eliyahu se acercó a todo el pueblo y dijo: “¿Hasta cuándo van ustedes a seguir vacilando entre dos opiniones? Si Yahweh es ha'Elohim, ¡síganlo! Y si lo es Báal, ¡síganlo!” Pero el pueblo no le respondió nada.

    22. Entonces Eliyahu le dijo al pueblo: “Yo soy el único profeta de Yahweh que queda; mientras que los profetas de Báal son 450 hombres.

    23. Que se nos den dos toros. Que escojan ellos un toro, que lo corten en pedazos y lo pongan sobre la leña; pero que no pongan fuego. Yo prepararé el otro toro y lo pondré sobre la leña, pero no pondré fuego.

    24. Luego invoquen ustedes a su deidad por nombre, y yo invocaré a Yahweh por nombre; y lleguemos a un acuerdo: El ha'Elohim que responda con fuego, ¡ése es ha'Elohim!” Todo el pueblo respondió y dijo: “¡Muy bien!”

    25. Eliyahu dijo a los profetas de Báal: “Escojan un toro y prepárenlo ustedes primero, porque ustedes son la mayoría; invoquen a su deidad por nombre, pero no pongan fuego”.

    26. Ellos tomaron el toro que se les dio, lo prepararon, e invocaron a Báal por nombre desde la mañana hasta el mediodía, gritando: “¡Oh Báal, respóndenos!” Pero no hubo voz, ni nadie que respondiera. Así que ellos realizaron una danza de saltos junto al altar que habían erigido.

    27. Cuando llegó el mediodía, Eliyahu se burlaba de ellos diciendo: “¡Griten más fuerte! Después de todo, él es un Elohim. Puede que esté conversando, o que esté ocupado, o esté de viaje; o tal vez está dormido, y hay que despertarlo”.

    28. Así que ellos gritaban más fuerte y se sajaban el cuerpo con cuchillos y con lanzas, conforme a su costumbre, hasta hacer chorrear la sangre sobre ellos.

    29. Cuando pasó el mediodía, ellos seguían delirando frenéticamente hasta la hora de presentar la ofrenda de comida. Todavía no hubo voz, ni nadie que respondiera o escuchara.

    30. Entonces Eliyahu le dijo a todo el pueblo: “Acérquense a mí”; y todo el pueblo se acercó a él. Él reparó el altar de Yahweh que estaba arruinado.

    31. Entonces Eliyahu tomó doce piedras, correspondientes al número de las tribus de los hijos de Yaaqov –a quien le llegó palabra de Yahweh diciendo: “Yisrael será tu nombre”–

    32. y con las piedras edificó un altar en el nombre de Yahweh. Alrededor del altar hizo una zanja en la que pudieran caber dos medidas de semilla.

    33. Luego arregló la leña, cortó el toro en pedazos y los puso sobre la leña.

    34. Entonces dijo: “Llenen cuatro cántaros de agua y derrámenla sobre la ofrenda quemada y sobre la leña”. Luego dijo: “Háganlo por segunda vez”; y lo hicieron por segunda vez. Volvió a decir: “Háganlo por tercera vez”; y lo hicieron por tercera vez.

    35. El agua corría alrededor del altar, y hasta la zanja se llenó de agua.

    36. Cuando llegó la hora de presentar la ofrenda de comida, se acercó el profeta Eliyahu y dijo: “Oh Yahweh, Elohim de Avraham, de Yitsjaq y de Yisrael, que se sepa hoy que tú eres el Elohim en Yisrael y que yo soy tu siervo; y que por tu palabra he hecho todas estas cosas.

    37. Respóndeme, Yahweh; respóndeme, para que este pueblo reconozca que tú, Yahweh, eres ha'Elohim; porque tú haz vuelto atrás el corazón de ellos”.

    38. Entonces cayó un fuego de Yahweh que consumió la ofrenda quemada, la leña, las piedras y el polvo; y lamió el agua que estaba en la zanja.

    39. Cuando el pueblo vio esto, todos se postraron sobre sus rostros y dijeron: “¡Yahweh es ha'Elohim! ¡Yahweh es ha'Elohim!”

    40. Entonces Eliyahu les dijo: “Agarren a los profetas de Báal; que no escape ninguno de ellos”. Los agarraron, y Eliyahu los hizo bajar al arroyo de Kishón, y allí los inmoló.

    Elías ora por lluvia

    41. Eliyahu le dijo a Ajav: “Sube, come y bebe; porque se oye el ruido de una fuerte lluvia”;

    42. y Ajav subió para comer y beber. Entretanto Eliyahu subió a la cumbre del Karmel, se postró en tierra, y puso su rostro entre sus rodillas.

    43. Luego le dijo a su criado: “Sube, por favor, y mira hacia el mar”. Él subió, miró y dijo: “No hay nada”. Siete veces le dijo: “Vuelve”,

    44. y a la séptima vez [el criado] informó: “Mira, veo una pequeña nube, como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar”. Entonces él dijo: “Ve y dile a Ajav: ‘Prepara tu carro y baja, antes que te detenga la lluvia’”.

    45. Mientras tanto los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y cayó un fuerte aguacero; Ajav subió al carro y se fue a Yezreel.

    46. La mano de Yahweh había venido sobre Eliyahu, quien se amarró los ruedos y fue corriendo delante de Ajav hasta la entrada de Yizreel.