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    1 Samuel 20 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Amistad de David y Jonatán

    1. Dawid huyó de Nayot de Ramah; fue donde Yahonatán y dijo: “¿Qué he hecho yo, cuál es mi crimen y mi culpa contra tu padre, para que busque mi vida?”

    2. Él respondió: “¡De ninguna manera! No vas a morir. Mi padre no hace nada, grande o pequeño, sin revelármelo a mí; ¿por qué habría de ocultarme mi padre este asunto? ¡No puede ser!”

    3. Dawid juró aún más: “Tu padre sabe que tú me estimas y ha decidido: Yahonatán no debe enterarse de esto para que no se ponga triste. Pero por vida de Yahweh y por vida tuya, que hay un sólo paso entre mí y la muerte”.

    4. Yahonatán le dijo a Dawid: “Lo que tú quieras, lo haré por ti”.

    5. Dawid le dijo a Yahonatán: “Mañana es el novilunio, y yo debo sentarme con el rey a cenar. Pero déjame ir para ocultarme en el campo hasta la tercera noche.

    6. Si tu padre nota mi ausencia, tú dices: ‘Dawid me pidió permiso para correr a su pueblo natal, Bet Léjem, porque toda la familia celebra allí su sacrificio anual’.

    7. Si él dice: ‘Bien’, tu servidor está seguro; pero si se enciende su ira, sabe que está dispuesto a hacer [me] daño.

    8. Trata fielmente con tu servidor, ya que has entrado con tu servidor en un pacto de Yahweh. Y si soy culpable, mátame tú mismo, pero no me hagas volver a tu padre”.

    9. Yahonatán respondió: “¡No hables así! Si me entero de que mi padre ha resuelto matarte, ciertamente te lo informaré”.

    10. Dawid le dijo a Yahonatán: “¿Quién me informará si tu padre te contesta duramente?”

    11. Yahonatán le dijo a Dawid: “Salgamos al campo”; y ambos salieron al campo.

    12. Entonces Yahonatán le dijo a Dawid: “¡Por Yahweh, el Elohim de Yisrael! Sondearé a mi padre para esta hora mañana, [o] en el tercer día; y si [su respuesta] es favorable para Dawid, te enviaré un mensaje enseguida y te lo revelaré.

    13. Pero si mi padre intenta hacerte daño, que Yahweh le haga así a Yahonatán, y más, si [no] te lo revelo y te dejo ir para que escapes sin perjuicio. Que Yahweh esté contigo como solía estar con mi padre.

    14. Que no dejes de mostrarme la fidelidad de Yahweh, mientras yo viva; y cuando yo muera

    15. no descontinúes jamás tu fidelidad para con mi casa ni aún cuando Yahweh haya exterminado a cada uno de los enemigos de Dawid de la faz de la tierra.

    16. Así ha pactado Yahonatán con la casa de Dawid; ¡y que Yahweh ajuste cuentas con los enemigos de Dawid!”

    17. Yahonatán, por el cariño que le tenía a Dawid, le conjuró otra vez, porque lo quería como a sí mismo.

    18. Yahonatán le dijo: “Mañana será el novilunio; y te echarán de menos cuando tu asiento esté vacío.

    19. Así que pasado mañana, baja rápido al lugar donde te escondiste la otra vez, y quédate junto a la piedra de Ézel.

    20. Yo dispararé tres flechas a un lado de ella, como si estuviera tirando al blanco,

    21. y le ordenaré al muchacho que vaya a buscar las flechas. Si yo le digo al muchacho: ‘Mira, las flechas están más acá de ti’, siéntete seguro y ven, que estás a salvo y no hay peligro ¡por vida de Yahweh!

    22. Pero si, más bien, le digo al muchacho: ‘Mira, las flechas están más allá de ti’, entonces vete, que Yahweh te ha enviado.

    23. En cuanto a la promesa que nos hicimos uno al otro, que Yahweh sea [testigo] entre tú y yo para siempre”.

    24. Dawid se ocultó en el campo. Llegó el novilunio, y el rey se sentó a participar de la cena.

    25. Cuando el rey tomó su lugar acostumbrado en el asiento junto a la pared, Yahonatán se levantó y Avner se sentó al lado de Shaúl; pero el lugar de Dawid quedó vacío.

    26. Ese día, sin embargo, Shaúl no dijo nada. Pensó: “Es accidental. Debe estar impuro y no se habrá purificado aún”.

    27. Pero el día después de el novilunio, el segundo día, el lugar de Dawid estaba vacío otra vez. Así que Shaúl le dijo a su hijo Yahonatán: “¿Por qué el hijo de Yishay no vino a la cena ayer ni hoy?”

    28. Yahonatán le contestó a Shaúl: “Dawid me pidió permiso para ir a Bet Léjem.

    29. Me dijo: “Por favor déjame ir, que vamos a tener una fiesta familiar en nuestro pueblo y mi hermano me ha invitado a ella. Hazme un favor, permíteme una escapadita para ver a mis parientes’. Por eso es que no ha venido a la mesa del rey”.

    30. Shaúl se encolerizó contra Yahonatán, y le gritó: “¡Hijo de una mujer perversa y rebelde, yo sé que estás de parte del hijo de Yishay para vergüenza tuya, y para vergüenza de la desnudez de tu madre!

    31. Porque mientras el hijo de Yishay esté vivo en la tierra, ni tú ni tu reinado estarán seguros. Así que ahora, haz que lo traigan donde mí, porque está marcado para muerte”.

    32. Pero Yahonatán habló y le dijo a su padre: “¿Por qué han de darle muerte? ¿Qué ha hecho él?”

    33. En eso, Shaúl le tiró la lanza para derribarlo; y Yahonatán se dio cuenta de que su padre estaba determinado a eliminar a Dawid.

    34. Yahonatán se levantó de la mesa encolerizado. No comió alimento el segundo día de el novilunio, porque estaba apenado por Dawid, y porque su padre lo había humillado.

    35. Por la mañana, Yahonatán salió al campo a reunirse con Dawid, acompañado por un muchacho.

    36. Le dijo al muchacho: “Corre adelante y busca las flechas que voy a tirar”. Y mientras el muchacho corría, tiró las flechas más allá de él.

    37. Cuando el muchacho llegó al lugar donde habían caído las flechas que tiró Yahonatán, Yahonatán le dijo al muchacho: “¡Mira, las flechas están más allá de ti!”

    38. Y Yahonatán le dijo al muchacho: “¡Rápido, avanza, no te detengas!” Así que el muchacho de Yahonatán recogió las flechas y volvió a su amo.

    39. El muchacho no sospechó nada; solamente Dawid y Yahonatán conocían el arreglo.

    40. Yahonatán le entregó las armas a su muchacho y le dijo: “Llévalas al pueblo”.

    41. Cuando el muchacho llegó allá, Dawid salió de su escondite en el Néguev. Se lanzó rostro en tierra y se inclinó tres veces. Se besaron mutuamente y lloraron juntos; Dawid lloró por más tiempo.

    42. Yahonatán le dijo a Dawid: “Vete en paz. Porque nos hemos jurado mutuamente en el nombre de Yahweh: ‘Que Yahweh sea [testigo] entre tú y yo, y entre tu linaje y el mío para siempre’”. (21:1) Dawid entonces siguió su camino, y Yahonatán regresó al pueblo.