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    2 Crónicas 18 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Micaías profetiza la derrota de Acab

    1. Así que Yahoshafat tenía riquezas y honores en abundancia, y formó una alianza con Ajab mediante un matrimonio.

    2. Después de pasados algunos años bajó a Shomrón [Samaria] para visitar a Ajab. Ajab mató ovejas y vacas en abundancia para él y para la gente que estaba con él, y lo persuadió para que marchara contra Ramot de Guilad.

    3. Ajab, rey de Yisrael, le preguntó a Yahoshafat, rey de Yahudah: “¿Me acompañarás a Ramot de Guilad?” Y él le respondió: “Yo haré lo que tú hagas; mis tropas serán tus tropas y te acompañarán en la batalla”.

    4. Entonces Yahoshafat le dijo al rey de Yisrael: “Pero primero consulta a Yahweh”.

    5. Así que el rey de Yisrael reunió a los profetas, 400 hombres, y les preguntó: “¿Debo marchar contra Ramot de Guilad, o no debo?” Ellos respondieron: “Marcha, que ha'Elohim la entregará en manos del rey”.

    6. Entonces preguntó Yahoshafat: “¿No hay aquí algún profeta de Yahweh mediante el cual podamos consultar?”

    7. El rey de Yisrael respondió a Yahoshafat: “Hay un hombre más por medio del cual podríamos consultar a Yahweh; pero yo lo aborrezco, porque nunca me profetiza nada bueno sino siempre lo malo. Es Mikhayhu hijo de Yimlá”. Yahoshafat respondió: “No diga el rey una cosa así”.

    8. Entonces el rey de Yisrael llamó a un oficial y le dijo: “Trae pronto a Mikhayhu hijo de Yimlá”.

    9. El rey de Yisrael y Yahoshafat, rey de Yahudah, vestidos de gala, estaban sentados cada uno en su trono, situados en la era a la entrada de la puerta de Shomrón; y todos los profetas estaban profetizando delante de ellos.

    10. Tsidqiyahu hijo de Kenaaná se había hecho unos cuernos de hierro y decía: “Así ha dicho Yahweh: ‘¡Con éstos embestirás a los aramitas, hasta acabar con ellos!’

    11. Todos los demás profetas profetizaban de igual manera: “Marche contra Ramot de Guilad y salga victorioso, porque Yahweh la entregará en manos de Su Majestad”.

    12. El mensajero que había ido a llamar a Mikháyhu le dijo: “Mira, las palabras de los profetas son unánimemente favorables para el rey. Que tu palabra sea como la del resto de ellos, di una palabra favorable”.

    13. Pero Mikhayhu respondió: “Por vida de Yahweh, que hablaré solamente lo que mi Elohim me diga”. Cuando llegó delante del rey,

    14. el rey le preguntó: “Mikháyhu, ¿debemos marchar a la guerra contra Ramot de Guilad, o no debemos?” El respondió: “¡Marchen y salgan victoriosos! Serán entregados en sus manos”.

    15. El rey le dijo: “¿Cuántas veces tengo que hacerte jurar que no me digas sino la verdad en el nombre de Yahweh?”

    16. Entonces dijo: “Vi a todo Yisrael dispersado por los montes como ovejas que no tienen pastor; y Yahweh dijo: ‘Estos no tienen un amo; que cada uno regrese a su casa en paz’”.

    17. El rey de Yisrael le dijo a Yahoshafat: “¿No te dije que no me profetizaría el bien, sino sólo el mal?”

    18. Luego dijo [Mikhayhu]: “De hecho, escuchen ahora la palabra de Yahweh: Yo vi a Yahweh sentado en su trono, con todo el ejército del cielo presente a su derecha y a su izquierda.

    19. Yahweh preguntó: “¿Quién entrampará a Ajab, rey de Yisrael, para que marche y caiga en Ramot de Guilad?” Y uno decía una cosa y otro decía otra,

    20. hasta que cierto espíritu se acercó y se puso delante de Yahweh y dijo: “Yo lo entramparé”. Yahweh le preguntó: “¿De qué manera?”

    21. Y él respondió: “Saldré y me volveré un espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas”. Y él dijo: “Tú lo entramparás con éxito. Sal y hazlo así”.

    22. Así que Yahweh ha puesto un espíritu de mentira en la boca de estos profetas tuyos; porque Yahweh ha decretado la desgracia para a ti”.

    23. Entonces se acercó Tsidqiyahu hijo de Kenaaná y le dio en la cara a Mikhayhu, y exclamó: “¿Cómo fue que se apartó de mí el espíritu de Yahweh, para hablarte a ti?”

    24. Y Mikhayhu respondió: ¡Ah! Ya lo verás el día cuando trates de esconderte en el cuarto más recóndito”.

    25. Entonces el rey de Yisrael dijo: “Agarren a Mikhayhu y entréguenselo a Amón, el alcalde de la ciudad, y al Príncipe Yoash,

    26. y díganles: “Las órdenes del rey son: ‘Pongan a éste en la cárcel y manténganlo con una escasa ración de pan y de agua, hasta que yo vuelva en paz.’”

    27. A lo que Mikhayhu respondió: “Si logras volver en paz, Yahweh no ha hablado por medio de mí”. Y añadió: “¡Óiganlo, pueblos todos!”

    28. El rey de Yisrael y Yahoshafat el rey de Yahudah marcharon contra Ramot de Guilad.

    29. El rey de Yisrael le dijo a Yahoshafat: “Yo me disfrazaré y entraré en la batalla; pero tú, usa tus vestiduras”. Así que el rey de Yisrael se disfrazó, y entraron en la batalla.

    30. El rey de Aram les había dado estas órdenes a sus oficiales de carrocería: “No ataquen a nadie, ni pequeño ni grande, excepto al rey de Yisrael”.

    31. Cuando los oficiales de carrocería vieron a Yahoshafat, lo tomaron por el rey de Yisrael y se dirigieron hacia él para atacarlo; pero Yahoshafat gritó, y Yahweh le ayudó, y Elohim los desvió de él.

    32. Y cuando los oficiales de carrocería vieron que no era el rey de Yisrael, cesaron la persecución.

    33. Entonces un hombre tiró al azar con su arco e hirió al rey de Yisrael por entre las junturas de la armadura, y éste le dijo a su cochero: “¡Da la vuelta y sácame del campamento; ¡estoy herido!”

    34. La batalla arreció todo el día, y al rey de Yisrael lo tuvieron que sostener en pie en el carro, frente a los aramitas, hasta el atardecer; murió al ponerse el sol.