28.4 C
Miami
domingo, agosto 18, 2024
Más


    2 Crónicas 23 - Versión Israelita Nazarena 2011

    1. Al séptimo año, Yahoyadá cobró ánimo y trajo, para hacer un convenio con ellos, a los jefes de centenas: Azaryah hijo de Yerojam, Yishmael hijo de Yahojanán, Azaryahu hijo de Oved, Maaseyahu hijo de Adayahu y Elishafat hijo de Zikhrí.

    2. Ellos recorrieron Yahudah y reunieron a los lewitas de todas las ciudades de Yahudah y a los jefes de los clanes de Yisrael. Fueron a Yerushalem

    3. y toda la asamblea hizo un convenio con el rey en la Casa de ha'Elohim. Él les dijo: “El hijo del rey será rey según la promesa de Yahweh acerca de los hijos de Dawid.

    4. Esto es lo que ustedes deben hacer: Una tercera parte de ustedes, los sacerdotes y los lewitas que están de turno por la semana, serán guardias en las puertas;

    5. otra tercera parte estará en el palacio real, y la otra tercera parte estará en la Puerta del Cimiento. Todo el pueblo estará en los atrios de la Casa de Yahweh.

    6. Que nadie entre en la Casa de Yahweh, excepto los sacerdotes y los lewitas que ministran. Estos podrán entrar, porque están consagrados; pero todo el pueblo guardará la proscripción de Yahweh.

    7. Los lewitas rodearán al rey por todos lados, cada uno con sus armas en la mano; y a cualquiera que entre en el templo lo matarán. Quédense cerca del rey cuando entre y cuando salga”.

    8. Los lewitas y todo Yahudah hicieron tal como había ordenado el sacerdote Yahoyadá; tomaron cada uno a sus hombres –a los que iban a entrar de turno esa semana y a los que iban a salir de su turno esa semana, porque el sacerdote Yahoyadá no dio licencia a los grupos.

    9. El sacerdote Yahoyadá les dio a los jefes de centenas las lanzas y los escudos pequeños y grandes del rey Dawid que estaban guardados en la Casa de ha'Elohim.

    10. Puso a toda la gente en su lugar, cada uno con su arma en la mano, desde el lado sur de la Casa hasta el lado norte de la Casa, en el altar y en la Casa, para custodiar al rey por todos lados.

    11. Luego sacaron al hijo del rey, y le pusieron la corona y la insignia. Lo proclamaron rey, y Yahoyadá y sus hijos lo ungieron y gritaron: “¡Viva el rey!”

    12. Cuando Atalyahu oyó la gritería de la gente y de los guardias que aclamaban al rey, se acercó a la gente en la Casa de Yahweh.

    13. Cuando miró, vio al rey de pie junto a su columna, a la entrada, a los jefes con sus trompetas junto al rey, y a toda la gente del país que se regocijaba y tocaba trompetas, y a los cantores que dirigían la alabanza con instrumentos musicales. Atalyahu rasgó sus vestidos y gritó: “¡Traición! ¡Traición!”

    14. Entonces el sacerdote Yahoyadá les ordenó a los jefes de centenas que estaban al mando del ejército: “¡Sáquenla de entre las filas, y si alguien la sigue, mátenlo a espada!” Porque el sacerdote había dicho que no la mataran en la Casa de Yahweh.

    15. Ellos le abrieron paso y cuando ella llegó a la entrada de la puerta de los Caballos del palacio real, allí la mataron.

    16. Entonces Yahoyadá solemnizó una alianza entre él y el pueblo y el rey, de que serían el pueblo de Yahweh.

    17. Después, todo el pueblo entró en el templo de Báal; lo derribaron y destrozaron sus altares y sus imágenes, y mataron a Matán, el sacerdote de Báal, en frente de los altares.

    18. Yahoyadá puso a los oficiales de la Casa de Yahweh a cargo de los sacerdotes lewitas, a quienes Dawid había asignado sobre la Casa de Yahweh para presentar las ofrendas quemadas de Yahweh, como está prescrito en la Torah de Mosheh, acompañados de canciones alegres según lo ordenó Dawid.

    19. Puso a los porteros junto a las puertas de la Casa de Yahweh para impedirle la entrada a toda persona impura por cualquier razón.

    20. Tomó a los jefes de centenas, a los nobles, a los que gobernaban el pueblo y a toda la gente del país, y escoltaron al rey desde la Casa de Yahweh hasta el palacio real por la puerta superior, y sentaron al rey en el trono real.

    21. Toda la gente del país se regocijó, y la ciudad estaba en calma. En cuanto a Atalyahu, le habían dado muerte a espada.