26.4 C
Miami
sábado, agosto 17, 2024
Más


    2 Crónicas 6 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Dedicación del templo

    1. Entonces Shelomoh declaró: “Yahweh ha escogido habitar en la densa nube.

    2. Yo te he edificado una Casa sublime, un lugar donde puedes habitar para siempre”.

    3. Entonces, mientras toda la congregación de Yisrael estaba de pie, el rey se volvió y bendijo a toda la congregación de Yisrael.

    4. Dijo: “¡Bendito sea Yahweh el Elohim de Yisrael, quien ha cumplido palpablemente lo que le prometió a mi padre Dawid. Porque dijo:

    5. ‘Desde el momento en que saqué a mi pueblo de la tierra de Mitsráyim, no había escogido ninguna ciudad de todas las tribus de Yisrael para edificar una Casa donde estuviese mi nombre, ni había escogido a nadie que fuese el caudillo sobre mi pueblo Yisrael.

    6. Pero elegí a Yerushalem para que allí estuviera mi nombre, y elegí a Dawid para que gobierne a mi pueblo Yisrael.

    7. “Estuvo en el corazón de mi padre Dawid el anhelo de edificar una casa al nombre de Yahweh, el Elohim de Yisrael.

    8. Pero Yahweh le dijo a mi padre Dawid: ‘En cuanto a que quieras edificar una Casa para mi nombre, haces bien en querer eso.

    9. Sin embargo, tú no edificarás la Casa; tu hijo que te va a nacer será quien edificará la Casa a mi nombre’.

    10. Ahora Yahweh ha cumplido la promesa que hizo. Yo he sucedido a mi padre Dawid y he ascendido al trono de Yisrael, como prometió Yahweh. He edificado la Casa para el nombre de Yahweh, el Elohim de Yisrael,

    11. y he puesto aquí el Arca que contiene la Alianza que hizo Yahweh con los yisraelitas”.

    12. Entonces se puso de pie delante del altar de Yahweh, frente a toda la congregación de Yisrael, y extendió sus manos.

    13. (Shelomoh había hecho una plataforma de bronce y la había puesto en medio del Gran Atrio; era de cinco codos de largo, cinco codos de ancho y tres codos de alto. Se puso de pie sobre ella, y arrodillándose frente a toda la congregación de Yisrael, extendió las manos al cielo,)

    14. y dijo: “¡Oh Yahweh, Elohim de Yisrael, no hay Elohim como tú, ni en el cielo ni en la tierra! Tú mantienes firme la alianza para con tus servidores que caminan delante de ti con todo su corazón.

    15. Tú has cumplido las promesas que le hiciste a tu siervo Dawid, mi padre; hiciste una promesa y la has cumplido –como es ahora el caso.

    16. Y ahora, oh Yahweh, Elohim de Yisrael, cumple con tu siervo Dawid, mi padre, lo que le prometiste diciendo: ‘Nunca te faltará delante de mí un descendiente que se siente en el trono de Yisrael, con tal que tus hijos guarden su camino para andar en [la senda de] mi Torah como tú has andado delante de mí’.

    17. Ahora pues, oh Yahweh, Elohim de Yisrael, quede confirmada la promesa que le hiciste a tu siervo Dawid.

    18. “¿Es verdad que Elohim habita con los hombres sobre la tierra? ¡Ni siquiera el cielo y el cielo supremo te pueden contener; cuánto menos esta Casa que he edificado!

    19. Sin embargo, oh Yahweh, Elohim mío, vuélvete hacia la oración y la súplica de tu siervo, y escucha el clamor y la oración que te ofrece tu siervo.

    20. Que estén abiertos tus ojos de día y de noche hacia este templo, hacia el lugar donde has resuelto hacer que habite tu nombre; para que escuches la oración que tu siervo ofrezca hacia este lugar.

    21. Y cuando escuches las súplicas que tu siervo y tu pueblo Yisrael ofrezcan hacia este lugar, escucha tú desde tu morada celestial –escucha y perdona.

    22. “Si alguna persona comete una ofensa contra su prójimo, y se le exige un juramento, haciéndolo jurar contra sí mismo, y él entra con su juramento delante de tu altar en esta Casa,

    23. entonces escucha tú desde el cielo y actúa para juzgar a tus siervos, dando la paga al que no tiene la razón, haciendo recaer el castigo sobre su cabeza y vindicando al que tiene la razón, dándole conforme a su justicia.

    24. “Si tu pueblo Yisrael queda derrotado delante del enemigo por haber pecado contra ti, y ellos una vez más reconocen tu nombre y ofrecen oración y súplica ante ti en esta casa,

    25. entonces escucha tú desde el cielo y perdona el pecado de tu pueblo Yisrael, y restáuralos a la tierra que les diste a ellos y a sus padres.

    26. “Cuando el cielo se cierre y no haya lluvia por haber ellos pecado contra ti, si oran hacia este lugar y confiesan tu nombre y se arrepienten de sus pecados, cuando tú los humilles,

    27. entonces escucha tú en el cielo y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Yisrael, ya que le has enseñado el camino apropiado por el que deben andar y le has dado lluvia sobre tu tierra, la cual has dado a tu pueblo por heredad.

    28. Así también, cuando haya hambre en el país, cuando haya una plaga, tizón, añublo, langosta u oruga, o cuando sus enemigos lo asedien en cualquiera de las comunidades de su tierra. “En cualquier plaga y en cualquier enfermedad,

    29. cualquier oración o súplica que ofrezca alguna persona entre todo tu pueblo Yisrael –cada uno reconociendo su plaga y su dolor– cuando extienda sus manos hacia esta Casa,

    30. entonces escucha tú desde el cielo, el lugar de tu morada, y perdona. Trata a cada uno conforme a todos sus caminos, según conozcas que sea su corazón –porque sólo tú conoces el corazón de todos los hombres–

    31. para que te respeten y anden en tus caminos todos los días que vivan sobre la tierra que les diste a nuestros padres.

    32. “O si un extranjero que no sea de tu pueblo Yisrael viene de una tierra lejana a causa de tu gran nombre, de tu poderosa mano y de tu brazo extendido, y viene a orar hacia este templo,

    33. entonces escucha tú desde tu morada celestial y concédele todo aquello por lo cual el extranjero clame a ti. Así todos los pueblos de la tierra conocerán tu nombre y te reverenciarán, como hace tu pueblo Yisrael; y reconocerán que tu nombre está ligado a esta casa que he edificado.

    34. “Cuando tu pueblo salga a la batalla contra sus enemigos en una campaña a la que lo envíes, y ellos oren a ti en dirección a esta ciudad que tú has elegido y a la Casa que he edificado a tu nombre,

    35. entonces escucha desde el cielo su oración y su súplica y ampara su causa.

    36. “Cuando pequen contra ti –pues no hay persona que no peque– y te enojes contra ellos y los entregues al enemigo, y sus captores los lleven a tierra enemiga, lejana o cercana;

    37. si ellos recobran el sentido en la tierra a donde hayan sido llevados cautivos, y se arrepienten y te suplican en la tierra de su cautiverio, diciendo: ‘Hemos pecado, hemos actuado perversamente, hemos actuado impía-mente;’

    38. y si en la tierra de su cautiverio a donde los hayan llevado, ellos se vuelven a ti con todo su corazón y con todo su ser, y oran en dirección a la tierra que diste a sus padres, a la ciudad que has elegido y a la Casa que he edificado para tu nombre

    39. –entonces escucha desde tu morada celestial su oración y su súplica, ampara su causa, y perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti.

    40. “Ahora, Elohim mío, que estén abiertos tus ojos y atentos tus oídos a la oración hecha en este lugar. Y ahora:

    41. Avanza, oh Yahweh Elohim, al lugar de tu reposo, tú y tu Arca poderosa. Tus sacerdotes, oh Yahweh Elohim, están vestidos de triunfo; tus leales se regocijan en [tu] bondad.

    42. Oh Yahweh Elohim, no rechaces a tu ungido; acuérdate de la lealtad de tu siervo Dawid”.