28.8 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    Apocalipsis 8 - Versión Israelita Nazarena 2011

    El séptimo sello

    1. Cuando él abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.

    2. Y vi a los siete mensajeros que estaban delante de Elohim, y se les dieron siete trompetas.

    3. Y otro mensajero vino y se puso de pie delante del altar. Tenía un incensario de oro, y se le dio mucho incienso para que lo añadiera a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro, que estaba delante del trono.

    4. Y el humo del incienso con las oraciones de los santos subió de la mano del mensajero en presencia de Yahweh.

    5. Y el mensajero tomó el incensario, lo llenó con fuego del altar y lo arrojó sobre la tierra. Y se produjeron truenos y estruendos y relámpagos y un terremoto.

    Las trompetas

    6. Los siete mensajeros que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.

    7. El primerotocó la trompeta. Y se produjo granizo y fuego mezclados con sangre, y los arrojaron sobre la tierra. Y la tercera parte de la tierra se quemó, y la tercera parte de los árboles se quemó, y toda la hierba verde se quemó.

    8. El segundomensajero tocó la trompeta. Y algo como un gran monte ardiendo con fuego se lanzó al mar. Y la tercera parte del mar se convirtió en sangre;

    9. y murió la tercera parte de las criaturas vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de los barcos se destruyó.

    10. El tercermensajero tocó la trompeta. Y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha; y cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre las fuentes de agua.

    11. El nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y muchos hombres murieron por las aguas, porque se pusieron amargas.

    12. El cuartomensajero tocó la trompeta. Y se dañó la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas, de manera que se oscureció la tercera parte de ellos, y no alumbraba el día durante una tercera parte, y también la noche de la misma manera.

    13. Miré y oí volar un águila por en medio del cielo, diciendo a gran voz: “¡Ay, ay, ay de los que habitan en la tierra, por razón de los demás toques de trompeta que los tres mensajeros aún van a tocar!”