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    Apocalipsis 7 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Los 144 mil sellados

    1. Después de esto, vi a cuatro mensajeros que estaban de pie sobre los cuatro puntos cardinales de la tierra, y que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.

    2. Y vi que otro mensajero, que subía del oriente, tenía el sello del Elohim vivo. Y llamó a gran voz a los cuatro mensajeros a quienes se les concedió hacer daño a la tierra y al mar,

    3. diciendo: “¡No hagan daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que marquemos con un sello la frente de los siervos de nuestro Elohim!”

    4. Oí el número de los sellados: 144,000 sellados de todas las tribus de los hijos de Yisrael.

    5. Sellados, de la tribu de Yahudah, doce mil; de la tribu de Reubén, doce mil; de la tribu de Gad, doce mil;

    6. de la tribu de Asher, doce mil; de la tribu de Naftalí, doce mil; de la tribu de Menashé, doce mil;

    7. de la tribu de Shimón, doce mil; de la tribu de Lewí, doce mil; de la tribu de Yissakhar, doce mil;

    8. de la tribu de Zebulún, doce mil; de la tribu de Yosef, doce mil; de la tribu de Binyamín, doce mil.

    La multitud vestida de ropas blancas

    9. Después de esto miré, y vi una gran multitud de todas las naciones y razas y pueblos y lenguas, cuyo número nadie podía contar. Están de pie delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y llevando palmas en sus manos.

    10. Aclaman a gran voz diciendo: “¡La salvación pertenece a nuestro Elohim que está sentado sobre el trono, y al Cordero!”

    11. Todos los mensajeros que estaban de pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, se postraron sobre sus rostros delante del trono y adoraron a Elohim diciendo:

    12. “¡Amén! La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza sean a nuestro Elohim por los siglos de los siglos. ¡Amén!”

    13. Uno de los ancianos me preguntó: “Estos que están vestidos con ropas blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?”

    14. Y yo le dije: “Maestro mío, usted lo sabe”. Y él me dijo: “Estos son los que vienen de la gran tribulación; han lavado sus ropas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.

    15. Por eso están delante del trono de Yahweh y le rinden culto de día y de noche en su templo. El que está sentado en el trono extenderá su carpa sobre ellos.

    16. No tendrán más hambre, ni tendrán más sed, ni caerá sobre ellos el sol ni ningún otro calor;

    17. porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a fuentes de agua viva, y Yahweh enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.