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    Daniel 9 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Oración de Daniel por su pueblo

    1. En el primer año de Daryáwesh hijo de Ajashwerosh, del linaje de los madaítas, el cual llegó a ser rey sobre el reino de los kasditas.

    2. en el primer año de su reinado, yo, Daniyel, entendí por los libros que, según la palabra de Yahweh dada al profeta Yirmeyahu, el número de los años que habría de durar la desolación de Yerushalem sería setenta años.

    3. Entonces volví mi rostro a Yahweh Ha'Elohim, buscándolo en oración y ruego, con ayuno, luto y ceniza.

    4. Oré a Yahweh mi Elohim e hice confesión diciendo: “¡Por favor, Yahweh, HaÊl grande y temible, que guarda la Alianza y la misericordia para con los que le aman y guardan sus mandamientos:

    5. Hemos pecado; hemos hecho iniquidad; hemos actuado impíamente; hemos sido rebeldes y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus decretos.

    6. No hemos obedecido a tus siervos los profetas que en tu nombre han hablado a nuestros reyes, a nuestros gobernantes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.

    7. Tuya es, oh Yahweh, la justicia; y nuestra es la vergüenza del rostro, como en el día de hoy; de los hombres de Yahudah, de los habitantes de Yerushalem, de todo Yisrael, de los de cerca y de los de lejos, en todas las tierras a donde los has echado a causa de su rebelión con que se han rebelado contra ti.

    8. Oh Yahweh, nuestra es la vergüenza del rostro; de nuestros reyes, de nuestros gobernantes y de nuestros padres; porque hemos pecado contra ti.

    9. De Yahweh nuestro Elohim son el tener misericordia y el perdonar, aunque nos hemos rebelado contra él,

    10. y no hemos obedecido la voz de Yahweh nuestro Elohim, para andar en sus leyes, las cuales puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas.

    11. Todo Yisrael ha transgredido tu ley, apartándose para no escuchar tu voz. Por ello han sido derramados sobre nosotros la maldición y el juramento que están escritos en la ley de Mosheh, siervo de ha'Elohim, porque hemos pecado contra él.

    12. Y él ha confirmado su palabra que habló contra nosotros y contra nuestros magistrados que nos gobernaban, trayendo sobre nosotros tan grande calamidad. Porque nunca se había hecho bajo el cielo un mal como el que se le ha hecho a Yerushalem.

    13. Como está escrito en la ley de Mosheh, toda esta calamidad nos ha sobrevenido, y no hemos implorado el favor de Yahweh nuestro Elohim, volviéndonos de nuestras maldades y prestando atención a tu verdad.

    14. Por tanto, Yahweh ha tenido presente el traer esta calamidad y la ha traído sobre nosotros. Porque Yahweh nuestro Elohim es justo en todas las obras que ha hecho; sin embargo, no hemos obedecido su voz.

    15. Ahora pues, oh Yahweh Elohim nuestro –que con mano poderosa sacaste a tu pueblo de la tierra de Mitsráyim y te hiciste de renombre, como en este día–, hemos pecado; hemos actuado impíamente.

    16. Oh Yahweh, conforme a tu justicia, apártense, por favor, tu ira y tu furor de sobre Yerushalem, tu ciudad, tu santo monte. Porque a causa de nuestros pecados y por la maldad de nuestros padres, Yerushalem y tu pueblo han sido entregados al insulto en medio de todos los que nos rodean.

    17. Ahora pues, oh Elohim nuestro, escucha la oración de tu siervo y sus ruegos, y por amor de ti mismo, oh Yahweh, haz que resplandezca tu rostro sobre tu santuario desolado.

    18. Inclina, oh Elohim mío, tu oído y escucha; abre tus ojos y mira nuestros lugares desolados y la ciudad sobre la cual se invoca tu nombre. Porque no estamos presentando nuestros ruegos delante de ti, confiados en nuestras obras de justicia, sino en tu gran misericordia.

    19. Escucha, oh Yahweh. Perdona, oh Yahweh. Atiende y actúa, oh Yahweh. Por amor de ti mismo no pongas dilación, oh Elohim mío; porque a tu ciudad y a tu pueblo se les llama por tu nombre”.

    Profecía de las setenta semanas

    20. Aún estaba yo hablando y orando –confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Yisrael, presentando mi ruego delante de Yahweh mi Elohim por el santo monte de mi Elohim–;

    21. aún estaba hablando en oración, cuando Gabriel, el hombre al cual yo había visto en visión al principio, voló rápidamente y me tocó, como a la hora del sacrificio del atardecer.

    22. Me hizo comprender y habló conmigo diciendo: “Daniyel, ahora he venido para iluminar tu entendimiento.

    23. Al principio de tus ruegos salió la palabra, y yo he venido para declarártela, porque tú eres muy amado. Por tanto, busca en la palabra, y considera la visión:

    24. Setenta semanas están determinadas en cuanto a tu pueblo y en cuanto a tu santa ciudad, para acabar con la transgresión, para poner fin al pecado, para expiar la iniquidad, para traer la justicia eterna, para sellar la visión y la profecía, y para ungir al Santísimo.

    25. Conoce, pues, y entiende que desde la salida de la orden para restaurar y edificar Yerushalem hasta el Mashíaj Naguid el Ungido Gobernante, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; y se volverá a edificar con plaza y muro, pero en tiempos angustiosos.

    26. Después de las sesenta y dos semanas, será quitado el Mashíaj el Ungido y no quedará nada de él; –y el pueblo de un gobernante que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario. Con cataclismo será su fin, y hasta el fin de la guerra está decretada la desolación–.

    27. Por una semana él confirmará una alianza con muchos, y en la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. –Sobre alas de abominaciones vendrá el desolador, hasta que el aniquilamiento que está decidido venga sobre el desolador”.