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jueves, julio 18, 2024
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    Ester 5 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Ester invita al rey y a Amán a un banquete

    1. Al tercer día, Ester se puso su vestido real y se puso de pie en el patio interior del palacio del rey, frente al palacio real, mientras el rey estaba sentado en su trono real en la sala real que queda frente a la entrada del palacio.

    2. Tan pronto el rey vio a la reina Ester de pie en el patio, ella se ganó su favor. El rey extendió hacia Ester el cetro de oro que tenía en la mano, y Ester se acercó y tocó la punta del cetro.

    3. Entonces el rey le preguntó: “¿Qué te preocupa, reina Ester? ¿Cuál es tu petición? ¡Hasta la mitad del reino se te dará!”

    4. Ester respondió: “Si a Su Majestad le parece bien, venga hoy Su Majestad con Hamán al banquete que le he preparado”.

    5. El rey ordenó: “¡Díganle a Hamán que se dé prisa y haga lo que ha dicho Ester!” Así que el rey y Hamán fueron al banquete que Ester había preparado.

    6. En la fiesta de vino, el rey le preguntó a Ester: “¿Cuál es tu deseo? Se te concederá. ¿Y qué es lo que solicitas? ¡Hasta la mitad del reino se te concederá!”

    7. Entonces Ester respondió: “Mi deseo y mi petición es ésta

    8. –Si Su Majestad me puede hacer el favor, si a Su Majestad le agrada conceder mi deseo y acceder a mi petición–: que venga Su Majestad con Hamán al banquete que les voy a preparar; y mañana haré lo que diga Su Majestad”.

    9. Ese día Hamán salió alegre y contento de corazón. Pero cuando Hamán vio a Mordekhay en la puerta real, y que no se levantaba ni temblaba delante de él, Hamán se llenó de ira contra él.

    10. Sin embargo, Hamán se controló y se fue a su casa. Mandó llamar a sus amigos y a Zeres, su esposa,

    11. y Hamán empezó a contarles sobre la gloria de sus riquezas, sus muchos hijos, todo sobre cómo lo había promovido el rey ascendiéndolo por sobre los oficiales y los cortesanos del rey.

    12. Hamán añadió: “Y lo que es más, la reina Ester dio un banquete, y aparte del rey no invitó a nadie sino sólo a mí. Y para mañana, estoy invitado por ella junto con el rey.

    13. Pero todo esto no significa nada para mí cada vez que veo a ese yahudita Mordekhay sentado a la puerta del palacio”.

    14. Entonces Zeres, su esposa, y todos sus amigos le dijeron: “Que levanten un madero de cincuenta codos de alto, y por la mañana pídele al rey que impalen en él a Mordekhay. Entonces podrás ir alegre con el rey al banquete”. La proposición le agradó a Hamán, e hizo preparar el madero.