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domingo, julio 21, 2024
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    Ezequiel 9 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Visión de la muerte de los culpables

    1. Entonces proclamó con gran voz a mis oídos, diciendo: “¡Acérquense los hombres a cargo de la ciudad, cada cual con sus armas de destrucción en su mano!”

    2. Y seis hombres vinieron por el camino de la puerta superior que da hacia el norte, cada cual con un garrote en su mano; y entre ellos había otro, vestido de lino, con un instrumento de escriba en su cintura. Entraron y se detuvieron junto al altar de bronce.

    3. Entonces la Presencia del Elohim de Yisrael se elevó de encima del querube sobre el cual había estado, hacia la plataforma de la Casa. Llamó al hombre vestido de lino, que llevaba en la cintura el instrumento de escriba,

    4. y le dijo Yahweh: “Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Yerushalem, y pon una marca en la frente de los hombres que suspiran y gimen a causa de todas las abominaciones que se cometen en ella”.

    5. A los otros les dijo, a mis oídos: “¡Pasen por la ciudad, detrás de él, y maten! No tenga lástima su ojo, ni tengan compasión.

    6. Maten a viejos, a jóvenes, a muchachas, a mujeres y a niños; pero no se acerquen a ninguna persona que lleve la marca. Comiencen aquí en mi Santuario”. Así que comenzaron con los hombres ancianos que estaban delante de la Casa.

    7. Y les dijo: “¡Contaminen la Casa y llenen los atrios con muertos! Luego prosigan”. Así que ellos prosiguieron y comenzaron a matar en la ciudad.

    8. Mientras mataban, yo me quedaba solo, me postré sobre mi rostro y clamé: “¡Ay, Adonay Yahweh! ¿Vas a aniquilar todo el remanente de Yisrael al derramar tu ira sobre Yerushalem?”

    9. Él me respondió: “La iniquidad de las Casas de Yisrael y Yahudah es demasiado grande; el país está lleno de crímenes, y la ciudad está llena de corrupción. Porque dicen: “Yahweh ha abandonado la tierra; Yahweh no ve”.

    10. En cuanto a mí, mi ojo no tendrá lástima, ni tendré compasión. Haré recaer su conducta sobre sus propias cabezas”.

    11. Y entonces el hombre vestido de lino, y que llevaba en la cintura el instrumento de escriba, dio informe diciendo: “He hecho conforme a lo que me has mandado”.