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    Génesis 23 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Muerte y sepultura de Sara

    1. La vida de Sarah –el tiempo que duró– fue de ciento veintisiete años.

    2. Sarah murió en Quiryat Arbá –ahora Jebrón– en la tierra de Kenaan; y Avraham procedió a hacer duelo por Sarah y a llorarla.

    3. Entonces Avraham se levantó del lado de su difunta, y habló a los jititas, diciendo:

    4. “Yo soy un extranjero residente entre ustedes; véndanme un lugar de sepultura, para poder darle sepultura a mi difunta”.

    5. Y los jititas le respondieron a Avraham, diciéndole:

    6. “Óiganos, patrón, usted es un príncipe de Elohim entre nosotros. Entierre a su difunta en el más selecto de nuestros lugares de sepultura; ninguno de nosotros le negará su lugar de sepultura para que entierre a su difunta”.

    7. Entonces Avraham se inclinó ante la gente del país, los jititas,

    8. y les dijo: “Si es su deseo que yo le dé sepultura a mi difunta, tienen que interceder por mí ante Efrón el hijo de Tsójar.

    9. Que me venda la cueva de Makhpelah que él posee, que queda en la colindancia de su tierra. Que me la venda por el precio completo, para tener un lugar de sepultura entre ustedes”.

    10. Efrón estaba presente entre los jititas; así que Efrón el jitita le respondió a Avraham a oídos de los jititas, de todos sus compueblanos, diciendo:

    11. “No, patrón, escúcheme: yo le doy el campo y le doy la cueva que hay en él; se la doy en presencia de mi pueblo. Entierre a su difunta”.

    12. Entonces Avraham se inclinó ante la gente del país,

    13. y le habló a Efrón a oídos de la gente del país, diciendo: “¡Si tan sólo me oyera usted! Déjeme pagar el precio de la tierra; acéptemelo, para que entierre allí a mi difunta”.

    14. Y Efrón le respondió a Avraham, diciéndole:

    15. “¡Señor mío, escúcheme! Un pedazo de tierra que lo que vale son cuatrocientos ciclos de plata –¿qué es eso entre usted y yo? Vaya y entierre a su difunta”.

    16. Avraham aceptó los términos de Efrón; le pagó a Efrón el dinero que había mencionado a oídos de los jititas –cuatrocientos shékels de plata a precio de mercado.

    17. Así que la tierra de Efrón en Makhpelah, cerca de Mamré –el campo con su cueva y todos los árboles que hubiera en los confines de ese campo– pasaron

    18. a ser propiedad de Avraham, en presencia de los jititas, de todos sus compueblanos.

    19. Y entonces Avraham enterró a su esposa Sarah en la cueva del campo de Makhpelah, frente a Mamré ahora Jebrón en la tierra de Kenaan.

    20. Así el campo con su cueva pasó de los jititas a Avraham, como lugar de sepultura.