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    Jeremías 36 - Versión Israelita Nazarena 2011

    El rey quema el rollo

    1. En el cuarto año de Yahoyiaqim hijo de Yoshiyahu, rey de Yahudah, le llegó a Yirmeyahu esta palabra de parte de Yahweh:

    2. “Consigue un rollo de pergamino y escribe en él todas las palabras que te he hablado –acerca de Yisrael, de Yahudah y de todas las naciones– desde la primera vez que te hablé en los días de Yoshiyahu, hasta el día de hoy.

    3. Quizás cuando la casa de Yahudah oiga de todo el desastre que me propongo traer sobre ellos, se vuelvan de sus malos caminos, para que yo perdone su maldad y su pecado”.

    4. Así que Yirmeyahu llamó a Barukh hijo de Neriyah, y Barukh escribió en un rollo de pergamino, por dictado de Yirmeyahu, todas las palabras que Yahweh le había hablado.

    5. Yirmeyahu le dio estas instrucciones a Barukh: “Yo estoy escondido; no puedo ir a la Casa de Yahweh.

    6. Pero entra tú en la Casa de Yahweh en un día de ayuno, y lee del rollo las palabras de Yahweh que te he dictado, a todo el pueblo, y también a todos los de Yahudah que vienen de sus ciudades.

    7. Quizás la súplica de ellos sea aceptada por Yahweh, si se vuelven de sus malos caminos. Porque grande es el furor y la ira con la que Yahweh ha amenazado a este pueblo”.

    8. Barukh hijo de Neriyah hizo tal como le mandó el profeta Yirmeyahu, y leyó del libro las palabras de Yahweh, en la Casa de Yahweh.

    9. En el mes noveno del quinto año de Yahoyiaqim hijo de Yoshiyahu, rey de Yahudah, proclamaron ayuno delante de Yahweh para todo el pueblo de Yerushalem y para todo el pueblo que venía a Yerushalem de las ciudades de Yahudah.

    10. Fue entonces que Barukh leyó del libro, a oídos de todo el pueblo, las palabras de Yirmeyahu, en la Casa de Yahweh, en la cámara de Guemaryahu, hijo del escriba Shafán, la cual estaba en el atrio superior, a la entrada de la Puerta Nueva de la Casa de Yahweh.

    11. Mikhayehu hijo de Guemaryahu, hijo de Shafán, oyó del libro todas las palabras de Yahweh,

    12. y bajó al palacio del rey, a la cámara del escriba. Allí halló a todos los oficiales en sesión: el escriba Elishamá, Delayahu hijo de Shemayahu, Elnatán hijo de Akhbor, Guemaryahu hijo de Shafán, Tsidqiyahu hijo de Jananyahu y todos los demás oficiales.

    13. Y Mikhayhu les refirió todas las palabras que había oído a Baruk leer del libro, a oídos del pueblo.

    14. Entonces todos los oficiales enviaron a Yahudí hijo de Netanyahu, hijo de Shelemyahu, hijo de Kushí, para que le dijera a Barukh: “Toma el rollo que leíste a oídos del pueblo, y ven”. Barukh hijo de Neriyah tomó el rollo y fue a ellos.

    15. Entonces le dijeron: “Siéntate, y léelo para nosotros. Y Barukh lo leyó para ellos.

    16. Cuando oyeron todas aquellas palabras, cada uno, espantado, se volvió a su compañero; y le dijeron a Barukh: “¡Tenemos que informarle todo esto al rey!”

    17. Luego interrogaron a Barukh: “Dinos cómo escribiste todas esas palabras que habló él”.

    18. Él les respondió: “Él mismo me recitó todas estas palabras, y yo las escribí con tinta en el libro”.

    19. Los oficiales le dijeron a Barukh: “Vayan y escóndanse, tú y Yirmeyahu. Que nadie sepa dónde están.

    20. Y fueron donde el rey en el atrio, después de guardar el rollo en la cámara del escriba Elishamá. Y le informaron todas estas cosas al rey.

    21. Entonces el rey envió a Yahudí para que tomara el rollo y éste lo tomó de la cámara del escriba Elishamá. Yahudí se lo leyó al rey y a todos los oficiales que estaban atendiendo al rey.

    22. Como era el mes noveno, el rey estaba en la casa de invierno, donde había un brasero encendido delante de él.

    23. Y cada vez que Yahudí leía tres o cuatro columnas, [el rey] cortaba [el pedazo de rollo] con una cuchilla de escriba y lo echaba al fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió en el fuego que había en el brasero.

    24. Pero ni el rey ni todos sus servidores que oyeron estas palabras sintieron temor ni rasgaron sus vestiduras;

    25. además, Elnatán, Delayahu y Guemaryahu le rogaron al rey que no quemara el rollo, pero no quiso escucharlos.

    26. El rey mandó a Yerajmeel hijo del rey, a Serayahu hijo de Azriel y a Shelemyahu hijo de Avdeel que arrestaran al escriba Barukh y al profeta Yirmeyahu. Pero Yahweh los escondió.

    27. Después que el rey quemó el rollo que contenía las palabras que Barukh había escrito al dictado de Yirmeyahu, le llegó la palabra de Yahweh a Yirmeyahu, diciendo:

    28. “Consíguete otro rollo y escribe en él las mismas palabras que estaban en el primer rollo, el que quemó Yahoyiaqim, rey de Yahudah.

    29. Y dirás concerniente a Yahoyiaqim, rey de Yahudah: Así ha dicho Yahweh: Tú quemaste aquel rollo diciendo: ‘¿Cómo te atreviste escribir en él que el rey de Bavel vendrá y destruirá esta tierra y hará desaparecer de ella a los hombres y los animales?’

    30. Ciertamente, así ha dicho Yahweh con respecto a Yahoyiaqim, rey de Yahudah: No tendrá a nadie de su linaje que se siente sobre el trono de Dawid; y su propio cadáver quedará expuesto al calor del día y al frío de la noche.

    31. Lo castigaré a él y a sus descendientes y a sus cortesanos por su maldad; traeré sobre ellos, sobre los habitantes de Yerushalem y sobre los hombres de Yahudah, todos los desastres de los que les he advertido y que no quisieron escuchar”.

    32. Así que Yirmeyahu consiguió otro rollo y se lo dio al escriba Barukh hijo de Neriyah. Y al dictado de Yirmeyahu, escribió en él todo el texto del rollo que Yahoyiaqim rey de Yahudah había quemado; y se añadieron muchas otras palabras semejantes.