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    Juan 20 - Versión Israelita Nazarena 2011

    La resurrección

    1. El primer día de la semana, muy de madrugada, siendo aún oscuro, Miryam la Magdalena fue al sepulcro, y vio que habían quitado la piedra del sepulcro.

    2. Entonces corrió y fue a Shimón Kefá y al otro discípulo preferido de Yahoshúa, y les dijo: “Han sacado al Maestro del sepulcro, y no sabemos dónde lo han puesto”.

    3. Así que salieron Kefá y el otro discípulo y se dirigieron al sepulcro.

    4. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Kefá y llegó primero al sepulcro.

    5. Y cuando se inclinó, vio que los lienzos habían quedado allí; sin embargo, no entró.

    6. Entonces llegó Shimón Kefá siguiéndolo, y entró en el sepulcro. Y vio los lienzos que habían quedado,

    7. y el sudario que había estado sobre su cabeza, no puesto con los lienzos, sino doblado en un lugar aparte.

    8. Entonces entró también el otro discípulo que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó.

    9. Pues aún no entendían la Escritura, que él tenía que resucitar de entre los muertos.

    10. Entonces los discípulos volvieron a los suyos.

    Jesús se aparece a María Magdalena

    11. Pero Miryam la Magdalena estaba llorando fuera del sepulcro. Mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro

    12. y vio a dos mensajeros con vestiduras blancas que estaban sentados, uno a la cabecera y el otro a los pies, donde estuvo colocado el cuerpo de Yahoshúa.

    13. Y ellos le dijeron: “Mujer, ¿por qué lloras?” Les dijo: “Porque se han llevado a mi Maestro, y no sé dónde lo han puesto”.

    14. Después de decir esto, se volteó hacia atrás y vio a Yahoshúa de pie; pero no se daba cuenta de que era Yahoshúa.

    15. Yahoshúa le dijo: “Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?” Ella, pensando que era el jardinero, le dijo: “Maestro, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto, para llevármelo”.

    16. Yahoshúa le dijo: “¡Miryam!” Ella se volvió y le dijo en hebreo: “¡Rabuní!” –que quiere decir Maestro.

    17. Yahoshúa le dijo: “Suéltame, porque aún no he subido al Padre. Pero ve a mis hermanos y diles: “Yo subo a mi Padre y Padre de ustedes, a mi Elohim y Elohim de ustedes”.

    18. Miryam la Magdalena fue a darles la noticia a los discípulos: “¡He visto al Maestro!” También les contó que él le había dicho estas cosas.

    Jesús se aparece a los discípulos

    19. Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde se reunían los discípulos por miedo a los yahuditas, Yahoshúa entró, se puso en medio de ellos y les dijo: “¡Paz a ustedes!”

    20. Después de decir esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron cuando vieron al Maestro.

    21. Entonces Yahoshúa les dijo otra vez: “¡Paz a ustedes! Como me ha enviado el Padre, así también yo los envío a ustedes”.

    22. Después de decir esto, sopló y les dijo: “Reciban el espíritu de santidad.

    23. A quienes ustedes les perdonen los pecados, les han sido perdonados; y a quienes se los retengan, les han sido retenidos”.

    Incredulidad de Tomás

    24. Pero Tomás, el llamado Gemelo, uno de los Doce, no estaba con ellos cuando llegó Yahoshúa.

    25. Entonces los otros discípulos le decían: “¡Hemos visto al Maestro!” Pero él les dijo: “Si yo no veo en sus manos la marca de los clavos, y si no meto mi dedo en la marca de los clavos y si no meto mi mano en su costado, no creeré jamás”.

    26. Ocho días después, sus discípulos estaban adentro otra vez, y Tomás estaba con ellos. Y aunque las puertas estaban cerradas, Yahoshúa entró, se puso en medio y dijo: “¡Paz a ustedes!”

    27. Luego le dijo a Tomás: “Pon tu dedo aquí y mira mis manos; pon acá tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo sino creyente”.

    28. Entonces Tomás respondió y le dijo: “¡Oh Soberano mío! Oh Elohim mío!”

    29. Yahoshúa le dijo: “¿Porque me has visto, has creído? ¡Felices los que creen sin ver!”

    El propósito del libro

    30. Por cierto Yahoshúa hizo muchos otros milagros en presencia de sus discípulos, los cuales no están escritos en este libro.

    31. Pero estas cosas se han escrito para que ustedes crean que Yahoshúa es el Mashíaj, el Hijo de Elohim, y para que creyendo tengan vida en su nombre.