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    Juan 8 - Versión Israelita Nazarena 2011

    1. [Pero Yahoshúa se fue al monte de los Olivos.

    2. Luego, al amanecer, se presentó otra vez en el Templo y todo el pueblo acudió a él; entonces se sentó y se puso a enseñarles.

    3. En eso los escribas y los fariseos le trajeron una mujer que habían sorprendido en adulterio; y poniéndola en medio,

    4. le dijeron: “Rabí, a esta mujer la han sorprendido en el mismo acto de adulterio.

    5. Ahora bien, en la Torah Mosheh nos mandó apedrear a las tales. Y tú, ¿qué dices?”

    6. Esto lo decían para probarlo, para tener de qué acusarlo. Pero Yahoshúa se inclinó hacia el suelo y se puso a escribir en la tierra con el dedo.

    7. Como insistieron en preguntarle, se enderezó y les dijo: “El de ustedes que esté sin pecado sea el primero en arrojarle una piedra”.

    8. Y otra vez se inclinó hacia abajo y siguió escribiendo en la tierra.

    9. Pero cuando lo oyeron, fueron saliendo uno por uno, comenzando por los más viejos, hasta que quedó él solo, y la mujer que estaba en medio.

    10. Entonces Yahoshúa se enderezó y le preguntó: “Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha condenado?”

    11. Y ella dijo: “Ninguno, Maestro”. Entonces Yahoshúa le dijo: “Yo tampoco te condeno. Vete y en adelante no peques más].

    Jesús, la luz del mundo

    12. Yahoshúa les habló otra vez a los fariseos y les dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue nunca andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.

    13. Entonces los fariseos le dijeron: “Tú das testimonio de ti mismo; tu testimonio no es confiable”.

    14. Yahoshúa les respondió: “Aun si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es confiable, porque sé de dónde vine y a dónde voy. Pero ustedes no saben de dónde vengo ni a dónde voy.

    15. Ustedes juzgan según la carne, pero yo no juzgo a nadie.

    16. Y aún si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el Padre que me envió.

    17. En la Torah de ustedes está escrito que el testimonio de dos personas es confiable.

    18. Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió también da testimonio de mí”.

    19. Entonces le decían: “¿Dónde está tu Padre? Respondió Yahoshúa: “Ustedes ni me conocen a mí ni conocen a mi Padre. Si me conocieran a mí, conocerían también a mi Padre”.

    20. Estas palabras las habló Yahoshúa mientras enseñaba en el Templo en el lugar de las ofrendas; pero nadie lo detuvo, porque todavía no le había llegado la hora.

    A donde yo voy, vosotros no podéis venir

    21. Luego les dijo otra vez: “Yo me voy, y ustedes me buscarán; pero morirán en su pecado: a donde yo voy, ustedes no pueden ir”.

    22. Entonces los yahuditas decían: “¿Será que va a matarse, y por eso dice: 'A donde yo voy, ustedes no pueden ir'?”

    23. Él les decía: “Ustedes son de abajo; yo soy de arriba. Ustedes son de este mundo; yo no soy de este mundo.

    24. Por esto les dije que morirán en sus pecados; porque a menos que crean en quien soy yo, en sus pecados morirán”.

    25. Entonces le preguntaron: “¿Y ¿quién eres tú?” Yahoshúa les dijo: “El mismo que les vengo diciendo desde el principio.

    26. Muchas cosas tengo que decir y juzgar de ustedes. Pero el que me envió es veraz; y lo que he oído de parte de él le hablo al mundo”.

    27. Pero no entendieron que les hablaba del Padre.

    28. Entonces Yahoshúa les dijo: “Cuando hayan levantado al Hijo del Hombre, entonces entenderán quién soy yo, y que nada hago por mi propia cuenta; sino que hablo estas cosas porque así me las enseñó el Padre.

    29. Porque el que me envió, está conmigo. El Padre no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a él”.

    30. Mientras él decía estas cosas, muchos creyeron en él.

    La verdad os hará libres

    31. Entonces, Yahoshúa les dijo a los yahuditas que habían creído en él: “Si ustedes permanecen en mi mensaje, serán verdaderamente mis discípulos;

    32. y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”.

    33. Ellos le respondieron: “Somos descendientes de Avraham y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: “Llegarán a ser libres”?

    34. Yahoshúa les respondió: “En verdad, en verdad les digo que todo el que practica el pecado es esclavo del pecado.

    35. El esclavo no permanece en la casa para siempre; el Hijo sí permanece para siempre.

    36. Así que, si el Hijo los hace libres, serán verdaderamente libres.

    37. “Sé que ustedes son descendientes de Avraham; sin embargo, procuran matarme, porque mi palabra no tiene cabida en ustedes.

    38. Yo hablo de lo que he visto estando con el Padre, y ustedes hacen lo que han oído de parte de su padre”.

    Sois de vuestro padre el diablo

    39. Ellos le respondieron: “Nuestro padre es Avraham”. Yahoshúa les dijo: “Pues si son hijos de Avraham, hagan las obras de Avraham.

    40. Pero ahora procuran matarme a mí, un hombre que les he hablado la verdad que oí de parte de Elohim. ¡Eso no lo hizo Avraham!

    41. Ustedes hacen las obras de su padre”. Ellos le dijeron: “Nosotros no hemos nacido de fornicación. Tenemos un solo padre, Elohim”.

    42. Entonces Yahoshúa les dijo: “Si Elohim fuera su padre, ustedes me amarían; porque yo he salido y he venido de Elohim. Yo no he venido por mí mismo, sino que él me envió.

    43. ¿Por qué no comprenden lo que digo? Porque no pueden oír mi palabra.

    44. “Ustedes son de su padre el Acusador, y quieren satisfacer los deseos de su padre. Él ha sido homicida desde el principio y no se ha basado en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de lo suyo propio habla, porque es mentiroso y padre de mentira.

    45. Pero a mí, porque les digo la verdad, no me creen.

    46. “¿Quién de ustedes me halla culpable de pecado? Y si digo la verdad, ¿por qué ustedes no me creen?

    47. El que es de Elohim escucha las palabras de Elohim. Por eso ustedes no las escuchan, porque no son de Elohim”.

    La preexistencia de Cristo

    48. Los yahuditas le respondieron: “¿No decimos con razón que tú eres shomronita y que tienes un demonio?”

    49. Yahoshúa respondió: “Yo no tengo un demonio, sino que honro a mi Padre; pero ustedes me deshonran.

    50. Yo no busco mi gloria; hay quien la busca y juzga.

    51. “En verdad, en verdad les digo que si alguno practica mi mensaje, nunca verá la muerte para siempre”.

    52. Entonces los yahuditas le dijeron: “¡Ahora sabemos que tienes un demonio! Avraham murió, y también los profetas; y tú dices: “Si alguno guarda mi mensaje, nunca gustará la muerte para siempre”.

    53. ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Avraham quien murió, o los profetas quienes también murieron? ¿Quién pretendes ser?”

    54. Yahoshúa respondió: “Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria no es nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien ustedes dicen: “Es nuestro Elohim”.

    55. Y ustedes no lo conocen, pero yo sí lo conozco. Si dijera que no lo conozco, sería mentiroso como ustedes. Pero lo conozco y cumplo su palabra.

    56. Avraham, su padre, se alegró de ver mi día; él lo vio y se gozó”.

    57. Entonces le dijeron los [dirigentes] yahuditas: “Todavía no tienes ni cincuenta años, ¿y has visto a Avraham?”

    58. Yahoshúa les dijo: “En verdad, en verdad les digo que desde antes que Avraham naciera, yo existo”.

    59. Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Yahoshúa se ocultó y salió del Templo.