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    Juan 9 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Jesús sana a un ciego de nacimiento

    1. Al pasar adelante, vio a un hombre ciego de nacimiento,

    2. y sus discípulos le preguntaron: “Rabí, ¿por el pecado de quién nació ciego ese?”

    3. Yahoshúa respondió: “Ni pecó él ni sus padres; pero que se manifiesten en él las obras de Elohim.

    4. Tengo que hacer las obras del que me envió, mientras dure el día. La noche viene cuando nadie puede trabajar.

    5. Mientras yo esté en el mundo, soy luz del mundo”.

    6. Dicho esto, escupió en tierra, hizo lodo con la saliva y con el lodo untó los ojos del ciego.

    7. Y le dijo: “Ve a lavarte en el estanque de Shilóaj” (que significa enviado). Así que él fue, se lavó y regresó viendo.

    8. Entonces los vecinos y los que antes lo habían visto que era un mendigo, preguntaban: “¿No es ése el que se sentaba a mendigar?”

    9. Unos decían: “Ese es”. Y otros: “No, pero se parece a él”. Y él decía: “Yo soy”.

    10. Entonces le preguntaron: “¿Cómo se te abrieron los ojos?”

    11. Él respondió: “El hombre que se llama Yahoshúa hizo lodo, me untó los ojos y me dijo: ‘Ve a Shilóaj y lávate’. Entonces cuando fui y me lavé, recibí la vista”.

    12. Y le preguntaron: “¿Dónde está él?” Él dijo: “No sé”.

    Los fariseos interrogan al ciego sanado

    13. Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego,

    14. porque el día en que Yahoshúa hizo lodo y le abrió los ojos era Shabat.

    15. Entonces, los fariseos le volvieron a preguntar de qué manera había recibido la vista, y les dijo: “Él me puso lodo sobre los ojos; me lavé y veo”.

    16. Entonces algunos de los fariseos decían: “Este hombre no es de Elohim, porque no guarda el Shabat. Pero otros decían: “¿Cómo puede un hombre pecador hacer tales milagros?” Había una división entre ellos.

    17. Entonces volvieron a preguntarle al ciego: “¿Qué piensas tú de él, ya que te abrió los ojos?” Y él dijo: “Que es un profeta”.

    18. Pero los [dirigentes] yahuditas no creían que él había sido ciego y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista,

    19. y les preguntaron: “¿Es éste su hijo, el que ustedes dicen que nació ciego? ¿Y cómo es que ahora ve?”

    20. Sus padres respondieron: “Sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego.

    21. Pero cómo ve ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos. Él tiene edad; pregúntenle, y él hablará por su cuenta”.

    22. Sus padres dijeron esto porque tenían miedo de los [dirigentes] yahuditas, porque ya los [dirigentes] yahuditas habían acordado que si alguno confesaba que Yahoshúa era el Mashíaj, lo expulsarían de la sinagoga.

    23. Por eso fue que sus padres dijeron: “Él tiene edad; pregúntenle a él”.

    24. Así que por segunda vez llamaron al hombre que había sido ciego y le dijeron: “¡Di la verdad ante Elohim! Nosotros sabemos que ese hombre es pecador”.

    25. Entonces él respondió: “Si es pecador, no lo sé. Una cosa sé: que antes yo era ciego y ahora veo”.

    26. Luego le preguntaron: “¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?”

    27. Él les contestó: “Ya les dije, y no escucharon. ¿Por qué lo quieren oír otra vez? ¿Acaso quieren también ustedes hacerse sus discípulos?”

    28. Entonces lo insultaron y dijeron: “¡Discípulo de ese lo serás tú! ¡Nosotros somos discípulos de Mosheh!

    29. Sabemos que Elohim habló por medio de Mosheh, pero éste, no sabemos de dónde sea”.

    30. El hombre les respondió: “¡Pues eso sí que es maravilloso! Que ustedes no sepan de dónde es, y a mí me abrió los ojos.

    31. Sabemos que Elohim no oye a los pecadores; pero si alguien es temeroso de Yahweh y hace su voluntad, a ése lo oye.

    32. Nunca jamás se ha oído decir que alguien le haya abierto los ojos a uno que nació ciego.

    33. Si éste no viniera de Elohim, no podría hacer nada”.

    34. Ellos le contestaron: “Tú naciste sumido en pecado, ¿y quieres enseñarnos a nosotros?” Y lo expulsaron.

    Ceguera espiritual

    35. Yahoshúa oyó decir que lo habían echado fuera; y cuando se encontró con él le preguntó: “¿Tú crees en el Hijo del Hombre?”

    36. Él respondió: “Maestro, dime quién es, para creer en él”.

    37. Yahoshúa le dijo: “Ya lo has visto: es el mismo que habla contigo”.

    38. Y dijo: “¡Creo, Maestro!” Y se postró ante él.

    39. Y Yahoshúa dijo: “Para juicio he venido a este mundo; para que vean los que no ven, y los que ven queden ciegos”.

    40. Al oír esto, algunos de los fariseos que estaban con él le dijeron: “¿Acaso nosotros también somos ciegos?”

    41. Yahoshúa les dijo: “Si fueran ciegos, no tendrían pecado; pero como ahora ustedes dicen que ven, su pecado permanece.