Mateo 20 - Versión Israelita Nazarena 2011Los obreros de la viña1. “Porque el reino del Cielo es semejante a un hombre, dueño de un campo, que salió al amanecer a contratar obreros para su viña. 2. Después de hacer trato con los obreros por un denario al día, los envió a su viña. 3. Luego salió como a la tercera hora y vio a otros que estaban en la plaza desocupados, 4. y les dijo: ‘Vayan ustedes también a mi viña, y les daré lo que sea justo;’ y ellos fueron. 5. “Salió otra vez como a la sexta hora y a la novena hora, e hizo lo mismo. 6. También alrededor de la undécima hora salió y halló a otros que estaban allí, y les dijo: ‘¿Por qué están aquí todo el día desocupados?’ 7. Le dijeron: ‘Porque nadie nos ha contratado’. Y les dijo: ‘Vayan ustedes también a la viña [y recibirán lo que sea justo]. 8. “Al llegar la noche, le dijo el dueño de la viña a su mayordomo: ‘Llama a los obreros y págales su salario, empezando por los últimos y terminando por los primeros’. 9. Al venir los que habían llegado cerca de la undécima hora, recibieron cada uno un denario. 10. Y cuando vinieron los primeros, pensaron que recibirían más; pero ellos también recibieron un denario cada uno. 11. Al recibirlo, murmuraban contra el dueño del campo, 12. diciendo: ‘Estos últimos trabajaron una sola hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día’. 13. Y él le respondió a uno de ellos: ‘Amigo, no te estoy haciendo ninguna injusticia. ¿No hiciste trato conmigo por un denario? 14. Pues toma lo tuyo y vete. Pero quiero darle a este último lo mismo que a ti. 15. ¿No tengo acaso derecho de hacer lo que quiera con lo mío? ¿O es que tienes envidia porque soy bondadoso?’ 16. Así, los últimos serán primeros, y los primeros últimos”. Nuevamente Jesús anuncia su muerte17. Mientras Yahoshúa subía a Yerushaláyim, llamó a sus doce discípulos aparte y les dijo en el camino: 18. Miren, vamos subiendo a Yerushaláyim, y al Hijo del Hombre lo van a entregar a los principales sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte. 19. Lo entregarán a los gentiles para que se burlen de él, lo azoten y lo ejecuten en un madero; pero al tercer día resucitará. Petición de Santiago y de Juan20. Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zavday con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo. 21. Él le dijo: “¿Qué deseas?” Ella le dijo: “Ordena que en tu reino estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”. 22. Entonces Yahoshúa respondió: “Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden acaso beber la copa que yo voy a beber?” Ellos le dijeron: “Podemos”. 23. Él les dijo: “A la verdad, ustedes beberán de mi copa; pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mi concederlo; eso será para quienes lo haya dispuesto mi Padre”. 24. Cuando los otros diez oyeron esto, se indignaron contra los dos hermanos. 25. Entonces Yahoshúa los llamó y les dijo: “Ustedes saben que los gobernantes de los gentiles se adueñan de ellos, y los grandes ejercen autoridad sobre ellos. 26. Pero entre ustedes no será así. Por el contrario, el que quiera ser grande entre ustedes debe hacerse servidor de los demás; 27. y el que anhele ser el primero entre ustedes, debe hacerse servidor de ustedes; 28. igual que el Hijo del Hombre, que no vino para que le sirvan sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos. Dos ciegos reciben la vista29. Saliendo ellos de Yerijó, le siguió una gran multitud. 30. Y sucedió que dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Yahoshúa pasaba, empezaron a gritar: “¡Maestro, ten compasión de nosotros, Hijo de Dawid!” 31. La gente los reprendía para que se callaran, pero ellos gritaban aún más fuerte diciendo: “¡Maestro, ten compasión de nosotros, Hijo de Dawid!” 32. Yahoshúa se detuvo, los llamó y les dijo: “¿Qué quieren que haga por ustedes?” 33. Ellos le dijeron: “Maestro, que se nos abran los ojos”. 34. Entonces Yahoshúa, lleno de compasión, les tocó los ojos; y al instante recobraron la vista; y lo siguieron. |