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sábado, agosto 17, 2024
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    Mateo 25 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Parábola de las diez vírgenes

    1. Entonces, el reino del Cielo será como diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio.

    2. Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes.

    3. Cuando las necias tomaron sus lámparas, no llevaron aceite;

    4. pero las prudentes llevaron aceite en sus vasijas, además de sus lámparas.

    5. Y como el novio tardaba, todas cabecearon y se quedaron dormidas.

    6. A la media noche se oyó gritar: ‘¡Ahí está el novio! ¡Salgan a recibirlo!’

    7. Entonces, todas aquellas vírgenes se levantaron y prepararon sus lámparas.

    8. Y las necias les dijeron a las prudentes: ‘Dennos de su aceite, porque nuestras lámparas se apagan’.

    9. Pero las prudentes les respondieron: ‘No, porque puede que nos falte a nosotras y a ustedes; mejor vayan a los vendedores y compren para ustedes mismas’.

    10. Mientras ellas iban a comprar, llegó el novio; y las preparadas entraron con él a la boda, y se cerró la puerta.

    11. Después vinieron también las otras vírgenes diciendo: ‘¡Maestro, maestro, ábrenos!’

    12. Pero él les respondió: ‘En verdad les digo que no las conozco’.

    13. Así que manténganse alerta, porque ustedes no saben ni el día ni la hora.

    Parábola de los talentos

    14. “Porque [el reino del Cielo] es como un hombre que iba a emprender un viaje largo, y llamó a sus sirvientes y les confió sus bienes.

    15. A uno le entregó cinco talentos, a otro dos, y a otro, uno; a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.

    16. “Enseguida, el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos y ganó otros cinco talentos.

    17. De la misma manera, el que había recibido dos ganó también otros dos.

    18. Pero el que había recibido uno fue, hizo un hoyo en la tierra, y escondió el dinero de su amo.

    19. “Después de mucho tiempo, volvió el amo de aquellos sirvientes y ajustó cuentas con ellos.

    20. Cuando se presentó el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos y dijo: ‘Amo, usted me entregó cinco talentos, y mire, he ganado otros cinco talentos’.

    21. Su amo le dijo: ‘Bien hecho, sirviente bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el disfrute de tu amo’.

    22. Y cuando se presentó el que había recibido dos talentos, dijo: ‘Amo, usted me entregó dos talentos, y mire, he ganado otros dos talentos’.

    23. Su amo le dijo: ‘Bien hecho, sirviente bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el disfrute de tu amo’.

    24. “Pero cuando se presentó el que había recibido un talento, dijo: ‘Amo, yo sé que usted es un hombre exigente, que cosecha donde no sembró y recoge donde no esparció.

    25. Por eso tuve miedo, y fui y escondí su talento en la tierra. Aquí tiene usted lo que es suyo’.

    26. En respuesta su amo le dijo: ‘Sirviente malo y perezoso, sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí.

    27. Por lo tanto, debiste haber depositado mi dinero en el banco, para que al venir yo, recibiera lo mío con intereses.

    28. Así que, quítenle el talento y dénselo al que tiene diez talentos.

    29. Porque a todo el que tiene se le dará más, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.

    30. Al sirviente inútil échenlo a las tinieblas de afuera’. Allí será el llanto y el crujir de dientes”.

    El juicio de las naciones

    31. “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria y todos los mensajeros con él, entonces se sentará en su trono glorioso;

    32. y reunirán delante de él a todas las naciones. Él separará los unos de los otros, como cuando el pastor separa las ovejas de las cabras;

    33. y pondrá las ovejas a su derecha, y las cabras a su izquierda.

    34. “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: ‘¡Vengan, benditos de mi Padre! Hereden el reino que se ha preparado para ustedes desde la fundación del mundo.

    35. Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me hospedaron,

    36. estuve desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y fueron a verme’.

    37. “Entonces los justos le preguntarán: ‘Maestro, ¿cuándo te vimos hambriento y te sustentamos, o sediento y te dimos de beber?

    38. ¿Cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?

    39. ¿Cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y fuimos a verte?’

    40. Y en respuesta el Rey les dirá: ‘En verdad les digo que en cuanto lo hicieron a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicieron’.

    41. “Entonces les dirá también a los de su izquierda: ‘Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Acusador y sus mensajeros.

    42. Porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber;

    43. fui forastero, y no me hospedaron, estuve desnudo, y no me vistieron, enfermo y en la cárcel, y no me visitaron’.

    44. Entonces le responderán: “Maestro, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o forastero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?’

    45. Entonces les responderá: ‘En verdad les digo que en cuanto no lo hicieron a uno de estos más pequeños, tampoco me lo hicieron a mí’.

    46. Entonces irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”.