28.8 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    Nehemías 8 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Esdras lee la ley al pueblo

    1. Cuando llegó el mes séptimo –los hijos de Yisrael ya estaban en sus ciudades– todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza que está frente a la Puerta de las Aguas, y le pidieron al escriba Ezrá que trajera el rollo de la Torah de Mosheh, que Yahweh le había encargado a Yisrael.

    2. El primer día del mes séptimo, el sacerdote Ezrá trajo la Torah ante la congregación de hombres y mujeres, y de todo el que era apto para entender lo que oía.

    3. Leyó del rollo desde el amanecer hasta el medio día, frente a la plaza que está ante la Puerta de las Aguas, en presencia de hombres, de mujeres y de cuantos podían entender; los oídos de todo el pueblo estaban atentos al rollo de la Torah.

    4. El escriba Ezrá estaba sobre una plataforma de madera que habían hecho con ese propósito, y junto a él, a su derecha, estaban Matityah, Shema, Anayah, Uriyah, Jilqiyah y Maaseyah; y a su izquierda estaban Pedayah, Mishael, Malqiyah, Jashum, Jashbadana, Zekharyah y Meshulam.

    5. Ezrá abrió el rollo a la vista de todo el pueblo, porque él estaba más alto que todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo se puso de pie.

    6. Ezrá bendijo a Yahweh, ha'Elohim; y todo el pueblo, alzando las manos, respondió: “¡Amén! ¡Amén!” Luego se inclinaron y se postraron ante Yahweh con el rostro en el suelo.

    7. Entonces los lewitas Yeshúa, Baní, Sherebyah, Yamín, Aqub, Shabetay, Hodiyah, Maaseyah, Qelitá, Azaryah, Yozabed, Janán y Pelayah le explicaban la Torah al pueblo, mientras el pueblo permanecía de pie en su lugar.

    8. Ellos leían en el rollo de la Torah de ha'Elohim, traduciendo y aclarando el sentido; de modo que entendieron la lectura.

    9. Nejemyah, que era el gobernador, el sacerdote y escriba Ezrá, y los lewitas que enseñaban al pueblo le decían a todo el pueblo: “¡Este es un día santo para Yahweh su Elohim! No se entristezcan ni lloren”; porque todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la Torah.

    10. Les dijo además: “Vayan, coman ricos manjares y beban bebidas dulces y envíen porciones a los que no tienen nada preparado, porque éste es un día santo para nuestro Adonay. No se entristezcan, porque su gozo en Yahweh es la fuente de su fortaleza”.

    11. Los lewitas hacían que todo el pueblo guardara silencio, y decían: “Cállense, que este día es santo; no estén tristes”.

    12. Entonces todo el pueblo se fue a comer y a beber, a enviar porciones y a festejar con gran alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado.

    13. El segundo día se reunieron con el escriba Ezrá los jefes de los clanes de todo el pueblo, los sacerdotes y los lewitas, para estudiar las palabras de la Torah.

    14. Hallaron escrito en la Torah que Yahweh había mandado por medio de Mosheh, que los hijos de Yisrael debían habitar en cabañas en la festividad del mes séptimo,

    15. y que debían anunciar y proclamar en todas sus ciudades y en Yerushalem, diciendo: “¡Salgan al monte y traigan ramas de olivo, ramas de olivo silvestre, ramas de mirto, ramas de palmeras y ramas de árboles frondosos, para hacer cabañas, como está escrito!”

    16. Entonces el pueblo salió y las trajo; cada uno hizo cabañas para sí sobre su azotea, en sus patios, en los atrios de la Casa de ha'Elohim, en la plaza de la Puerta de las Aguas y en la plaza de la Puerta de Efráyim.

    17. Toda la comunidad que había vuelto del cautiverio hizo cabañas y habitó en ellas —desde los días de Yeshúa hijo de Nun hasta aquel día, los yisraelitas no habían hecho tal cosa— y había una alegría muy grande.

    18. Él leía cada día del rollo de la Torah de ha'Elohim, desde el primero hasta el último día. Durante siete días celebraron la festividad, y al octavo día hubo una asamblea solemne, según lo establecido.