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jueves, julio 18, 2024
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    Deuteronomio 9 - Version Moderna (1929)

    Dios destruirá a las naciones de Canaán

    1. OYE, oh Israel: Tu vas a pasar hoy el Jordán, para ir a desposeer naciones más grandes y más fuertes que tú, con ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo;

    2. un pueblo grande y de alta talla, los hijos de los Anaceos, que tú conoces, y de quienes has oído decir: ¿Quién puede quedar en pie delante de los hijos de Anac?

    3. Sabe pues el día de hoy, que Jehová tu Dios es el que va a pasar delante de ti, cual fuego devorador; él los destruirá, y él los doblegará delante de ti, para que los puedas desposeer y exterminar en breve, según te ha prometido Jehová.

    4. No has de hablar en tu corazón, después de que Jehová los haya echado de tu presencia, diciendo: Por mi justicia Jehová me ha traído a poseer esta tierra; siendo así que por la maldad de aquellas naciones Jehová las desposee delante de ti.

    5. No por tu justicia ni por la rectitud de tu corazón, vas a poseer la tierra de ellos; sino por la maldad de estas naciones Jehová tu Dios las va a desposeer delante de ti, y para cumplir la promesa que juró Jehová a tus padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob.

    La rebelión de Israel en Horeb

    6. Sabe pues, que no por tu justicia Jehová tu Dios te va a dar esta buena tierra para que la poseas; porque eres un pueblo de dura cerviz.

    7. ¶Acuérdate, jamás se te olvide, de cómo provocaste a Jehová tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto hasta vuestra llegada a este lugar, habéis sido rebeldes para con Jehová.

    8. Aun en Horeb provocasteis a Jehová, de manera que se indignó Jehová contra vosotros, hasta querer destruiros.

    9. Cuando yo había subido al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová había hecho con vosotros, estuve en el monte cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua;

    10. y dióme Jehová las dos tablas de piedra, escritas con el dedo de Dios. Y sobre ellas había él escrito conforme a todas las palabras que Jehová os habló en el monte, de en medio del fuego, en el día de la Asamblea.

    11. Y sucedió que al fin de los cuarenta días y cuarenta noches, me dió Jehová las dos tablas de piedra, las tablas del pacto.

    12. Y me dijo Jehová: Levántate, baja presto de aquí; porque se ha corrompido tu pueblo que tú sacaste de Egipto; se han apartado presto del camino que yo les prescribí; se han hecho una imagen fundida.

    13. Además me habló Jehová, diciendo: He visto este pueblo, y he aquí que es un pueblo de dura cerviz.

    14. Déjame, para que los destruya, y borre su nombre de debajo del cielo; y haré de ti una nación más fuerte y mayor que ellos.

    15. ¶Volví pues el rostro, y bajé del monte (abrasándose el monte en fuego), con las dos tablas del pacto en mis manos.

    16. Y miré, y he aquí que en efecto habían pecado contra Jehová vuestro Dios; os habíais hecho un becerro fundido; os habíais apartado presto del camino que os prescribió Jehová.

    17. Entonces agarré las dos tablas, y las arrojé de mis manos, y quebrélas delante de vuestros ojos.

    18. Y caí postrado delante de Jehová, como antes, cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua, a causa del gran pecado que habíais cometido, haciendo lo que es malo a los ojos de Jehová, provocando así su ira;

    19. porque temía con motivo de la ira y de la ardiente indignación con que se había enojado Jehová contra vosotros, hasta querer destruiros. Mas oyóme Jehová esta vez también.

    20. Asimismo contra Aarón airóse Jehová mucho, hasta querer destruirle; e intercedí en aquel tiempo por Aarón también.

    21. Luego tomé vuestro pecado, el becerro que habíais hecho, y lo quemé a fuego, y lo desmenucé, moliéndolo bien, hasta dejarlo fino como polvo; y eché su polvo en el arroyo que bajaba del monte.

    22. ¶En Tabera también, y en Masa, y en Kibrot-hataava, seguisteis provocando a Jehová.

    23. Y cuando os envió Jehová desde Cades-barnea, diciendo: Subid, poseed la tierra que os he dado, os rebelasteis contra el mandamiento de  Jehová vuestro Dios, y no le creisteis, ni escuchasteis su voz.

    24. Rebeldes habéis sido para con Jehová desde el día en que os conocí.

    25. ¶Por manera que caí postrado delante de Jehová los cuarenta días y cuarenta noches que estuve postrado; porque había dicho Jehová que os iba a destruir.

    26. E intercedí con Jehová, diciendo: ¡Jehová, Señor, no destruyas a tu pueblo y tu herencia que tú redimiste con tu grandeza, y sacaste de Egipto con tu mano fuerte!

    27. Acuérdate de tus siervos, de Abraham, de Isaac, y de Jacob. No mires la dureza de este pueblo, ni su maldad, ni su pecado;

    28. no sea que digan los de la tierra de donde nos sacaste: Porque Jehová no pudo hacerlos entrar en la tierra que les había prometido, y por su odio hacia ellos, los sacó para hacerlos morir en el desierto.

    29. Mas ellos son tu pueblo, y tu herencia, que tú sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido.