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viernes, julio 19, 2024
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    Job 15 - Version Moderna (1929)

    Elifaz reprende a Job

    1. LUEGO respondió Elifaz temanita, y dijo:

    2. ¿Debe un sabio responder con una ciencia vana, y llenarse el vientre del viento solano?

    3. ¿Debe argüir con un discurso que a nadie aprovecha, y con palabras con las que uno ni a sí mismo se puede ayudar?

    4. Más aún, tú desechas el temor, y detienes la oración, delante de Dios.

    5. Porque tu iniquidad enseña a tu boca; y escoges la lengua de los arteros.

    6. Tu propia boca, y no yo, te convence de maldad; sí, tus mismos labios testifican contra ti.

    7. ¿Naciste tú por ventura el primero de los hombres? ¿o fuiste producido antes que los collados?

    8. ¿Has escuchado las consultas de Dios? ¿y has apropiado para ti mismo la ciencia?

    9. ¿Qué sabes tú, que nosotros no sepamos? ¿qué entiendes, que no se halle también con nosotros?

    10. Cabezas canas, y hombres muy ancianos hay entre nosotros; mucho más avanzados en días que tu padre.

    11. ¿Será que tienes en poco las consolaciones de Dios, y su palabra tan benigna para contigo?

    12. ¿A dónde te lleva tu soberbio corazón? ¿o por qué pestañean tus ojos,

    13. para que vuelvas contra Dios tu espíritu, y dejes salir de tu boca tales palabras?

    14. ¿Qué es el hombre para que él sea limpio, y para que se justifique el de mujer nacido?

    15. He aquí que de sus santos ángeles Él no se fía; y los cielos mismos no están limpios a su vista;

    16. ¿cuánto menos el hombre, abominable y corrupto, el hombre que bebe como agua la iniquidad?

    17. Te voy a enseñar una cosa, escúchame; pues esto he visto, y te lo voy a contar;

    18. lo que los sabios han anunciado, y no lo han encubierto, según lo recibieron de sus padres;

    19. a los cuales solos fué dada la tierra, y no pasó extraño alguno por entre ellos; a saber:

    20. Que todos sus días el inicuo se está retorciendo de dolor; y lo mismo el opresor, todos los años que le están guardados.

    21. Una voz de terrores resuena en sus oídos; en medio de la paz le sobreviene el asolador;

    22. él mismo no cree que volverá a salir de tinieblas; y de continuo la espada le está atalayando:

    23. vaga en derredor tras el pan, diciendo: ¿En dónde está? sabe que aparejado, a su mano misma, le espera el aciago día:

    24. le aterran el aprieto y la angustia; le abruman, como rey preparado para la guerra:

    25. por cuanto extendió contra Dios su mano, y para con el Altísimo se portó con soberbia;

    26. corrió contra él con cuello erguido, apiñados entre sí sus convexos escudos:

    27. por cuanto cubrióse el rostro con su gordura, y se hizo pliegues sobre las ijadas;

    28. y habitó en ciudades asoladas, en casas donde no moran ya sus dueños, las cuales están prontas a volverse montones de escombros.

    29. Con todo, no será rico, ni durará su hacienda, ni se extenderán en la tierra sus posesiones.

    30. No saldrá nunca de las tinieblas; la llama secará sus renuevos, y él será arrebatado por el soplo de la boca de Dios.

    31. No se fíe pues en la vanidad, engañándose a sí mismo; porque la vanidad será su recompensa.

    32. Antes de tiempo llegará a su colmo, y su rama no reverdecerá más.

    33. Sacudirá como la vid sus uvas en agraz, y desechará como el olivo su flor;

    34. porque la congregación de los impíos padecerá hambre, y el fuego consumirá las tiendas de cohecho.

    35. Ellos conciben el agravio, y paren la iniquidad, y su vientre prepara el engaño.