27.9 C
Miami
viernes, julio 19, 2024
Más


    Job 16 - Version Moderna (1929)

    Job se queja contra Dios

    1. ENTONCES respondió Job, y dijo:

    2. Yo he oído muchas cosas como éstas: ¡consoladores molestos sois todos vosotros¡

    3. ¿Tendrán fin las palabras vacías? ¿o qué te provoca, para que respondas así?

    4. Yo también podría hablar como vosotros: si vuestra alma estuviera en el lugar de mi alma, yo podría ensartar contra vosotros palabras, y menear contra vosotros la cabeza.

    5. Pero os alentaría con mi boca, y la consolación de mis labios mitigaría vuestro dolor.

    6. Mas si yo hablo, no se mitiga mi dolor, y si dejo de hablar, no por eso se aleja de mí.

    7. Ciertamente ahora Dios me ha desalentado: tú has desolado toda mi familia;

    8. y a mí me has llenado de arrugas: esto se tiene por testigo contra mí; levantándose contra mí mi flacura, en mi misma cara responde.

    9. Su ira me despedaza y me persigue; él cruje contra mí sus dientes; como adversario mío, aguza sus ojos contra mí.

    10. Mis contrarios ensanchan contra mí su boca; afrentándome, me hieren en las mejillas; a una se coligan contra mí.

    11. Dios me ha entregado al inicuo; y en mano de malvados me ha precipitado.

    12. Descansado estaba yo, pero él me ha sacudido violentamente; pues asióme por la cerviz, y me ha hecho pedazos, y me ha puesto por blanco de sus flechas.

    13. Se me ponen en derredor sus arqueros: destroza mis riñones, sin tener piedad: derrama por tierra mi hiel.

    14. Me rompe con quebranto sobre quebranto; corre contra mí como guerrero.

    15. Por eso he cosido saco sobre mi piel, y pongo mi cabeza en el polvo.

    16. Mi cara está inflamada con el lloro, y sobre mis párpados descansa la sombra de muerte;

    17. aunque no hay violencia en mis manos, antes bien ha sido pura mi oración.

    18. ¡Oh Tierra, no encubras tú mi sangre, y no haya en ti lugar para mi clamor!

    19. Ahora mismo, he aquí que en el cielo está mi testigo, y el que garantiza mi inocencia está en las alturas.

    20. Hacen ludibrio de mí mis amigos; mas a Dios vuelvo mis ojos deshecho en lágrimas;

    21. para que él defienda la causa de un hombre ante el mismo Dios, y de un hijo del hombre ante su prójimo.

    22. Porque los cortos años se van pasando, y yo tengo que andar una senda por donde no volveré.