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jueves, julio 18, 2024
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    Mateo 10 - Version Moderna (1929)

    Elección de los doce apóstoles

    1. LLAMANDO a sí a sus doce discípulos, les dió autoridad sobre los espíritus inmundos, para echarlos fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.

    2. Y los nombres de los doce apóstoles son éstos: El primero, Simón, el cual es llamado Pedro, y Andrés su hermano, Santiago hijo de Zebedeo  y Juan su hermano,

    3. Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano, Santiago hijo de Alfeo, y Tadeo;

    4. Simón el celote, y Judas Iscariote, el que también le entregó.

    Misión de los doce

    5. ¶A estos doce envió Jesús, después de haberles dado encargo, diciendo: No vayáis en camino de gentiles, ni entréis en ciudad de Samaritanos;

    6. sino id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel.

    7. Id, pues, y predicad, diciendo:  ¡El reino de los cielos se ha acercado!

    8. Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.

    9. No os proveáis de oro, ni de plata, ni de cobre en vuestros cintos;

    10. ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de zapatos, ni de báculo: porque el trabajador es digno de su alimento.

    11. Y en cualquiera ciudad o aldea adonde entrareis, averiguad solícitamente quién en ella sea digno: y permaneced allí hasta vuestra partida.

    12. Y al entrar en la casa saludadla.

    13. Y si la casa fuere digna, venga vuestra paz sobre ella; mas si no fuere digna, vuelva vuestra paz a vosotros.

    14. Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, al salir de aquella casa o ciudad, sacudid contra ellos el polvo de vuestros pies.

    15. En verdad os digo, que será más llevadera la condena de la tierra de Sodoma y de Gomorra en el día del juicio, que la de aquella ciudad.

    Persecuciones venideras

    16. ¶He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, cautelosos como serpientes, y sencillos como palomas.

    17. Y guardaos de los hombres; porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán;

    18. y seréis llevados ante gobernadores y reyes por mi causa, para testimonio a ellos y a las naciones.

    19. Pero cuando os entregaren, no os afanéis sobre cómo o qué habéis de decir; porque en aquella misma hora os será dado lo que habéis de decir;

    20. porque no sois vosotros quienes habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.

    21. Y el hermano entregará al hermano a la muerte, y el padre al hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y los harán morir.

    22. Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre: mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.

    23. Cuando, pues, os persiguieren en una ciudad, huíd a otra; porque en verdad os digo que no acabaréis de andarlas ciudades de Israel, hasta que venga el Hijo del hombre.

    24. ¶El discípulo no es mejor que su Maestro; y el siervo mejor que su Señor.

    25. Le basta al discípulo ser como su Maestro, y al siervo ser como su Señor; si al padre de familias le llamaron diablo, ¿cuánto más a los de su casa?

    A quién se debe temer

    26. No los temáis, pues, porque nada hay encubierto que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no se haya de saber.

    27. Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, pregonadlo desde los terrados.

    28. Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero al alma no la pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir así el alma como el cuerpo en el infierno.

    29. ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? y ni uno de ellos caerá a tierra sin vuestro Padre.

    30. Mas aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.

    31. Por tanto no temáis; vosotros valéis más que muchos pajarillos.

    32. A todo aquel, pues, que me confesare delante de los hombres, le confesaré yo también delante de mí Padre que está en los cielos.

    33. Pero a cualquiera que me negare delante de los hombres, le negaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.

    Jesús, causa de división

    34. ¶No penséis que vine a traer paz a la tierra; no vine a traer paz, sino espada.

    35. Porque vine a poner en disensión al hombre contra su padre, y a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra;

    36. y los enemigos del hombre serán los de su misma casa.

    37. El que ama a padre o a madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a hijo o a hija más que a mí, no es digno de mí;

    38. y el que no toma su cruz sigue en pos de mí, no es digno de mí.

    39. El que halla su vida la perderá; y el que perdiere su vida por mi causa, la hallará.

    Recompensas

    40. El que recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.

    41. El que recibe aun profeta en nombre de profeta, galardón de profeta recibirá; y el que recibe a un justo en nombre de justo, galardón de justo recibirá.

    42. Y cualquiera que diere auno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, en nombre de discípulo, en verdad os digo que no perderá su galardón.