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viernes, julio 19, 2024
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    Mateo 15 - Version Moderna (1929)

    Lo que contamina al hombre

    1. ENTONCES vinieron a Jesús de Jerusalem escribas y fariseos, que le dijeron:

    2. ¿Por qué traspasan tus discípulos la tradición de los antiguos? pues no se lavan las manos cuando comen pan.

    3. Pero él respondiendo, les dijo: Y vosotros, ¿por qué traspasáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?

    4. Porque Dios mandó, diciendo: Honra a tu padre y a tu madre, y, El que maldijere al padre o a la madre, muera irremisiblemente.

    5. Mas vosotros decís: El que dijere al padre o a la madre: Es ofrendado a Dios aquello en que tú pudieras ser servido por mí;

    6. no honrará más a su padre o a su madre. Así habéis invalidado la palabra de Dios por vuestra tradición.

    7. ¡Hipócritas!  ¡admirablemente profetizo de vosotros Isaías, diciendo:

    8. Este pueblo con los labios me honra; pero su corazón lejos está de mí;

    9. mas en vano me rinden culto, enseñando doctrinas que son preceptos de los hombres!

    10. ¶Y llamando a sí al pueblo, les dijo: Oíd y entended:

    11. No lo que entra por la boca contamina al hombre, sino lo que sale de la boca; esto es lo que contamina al hombre.

    12. Entonces viniendo a él los discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos al oír este dicho se escandalizaron?

    13. Mas él respondiendo, dijo: Toda planta que no ha plantado mi Padre celestial, será desarraigada.

    14. Dejadlos: son ciegos, guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.

    15. Pedro entonces respondiendo, le dijo: Explícanos la parábola.

    16. YJesús dijo: ¿Vosotros también sois todavía sin entendimiento?

    17. ¿No comprendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y se echa en la secreta?

    18. Mas lo que sale de la boca, del corazón procede; y esto es lo que contamina al hombre.

    19. Porque del corazón proceden malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias.

    20. Éstas son las cosas que contaminan al hombre; mas el comer con manos no lavadas no contamina al hombre.

    La fe de la mujer cananea

    21. ¶Y partiendo Jesús de allí, se fué a las comarcas de Tiro y de Sidón.

    22. Y he aquí que una mujer cananea, de aquellasregiones, saliendo al camino, clamaba, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten piedad de mí; mi hija está gravemente atormentada de un demonio!

    23. Mas él no le respondió palabra: y viniendo sus discípulos le rogaron, diciendo: Despáchala, porque grita en pos de nosotros.

    24. Mas él respondiendo, les dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.

    25. Ella entonces vino, y prosternóse ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme!

    26. Mas él respondió y dijo: No es justo tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perros.

    27. Y ella dijo: ¡Así es, Señor; mas óyeme,porque los perros también comen de las migajas que caen de la mesa de sus señores!

    28. Entonces Jesús respondiendo, le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres! Y su hija quedó sana desde aquella hora.

    Jesús sana a muchos

    29. ¶Y partiendo Jesús de allí, pasó a lo largo del mar de Galilea; y subiendo a la montaña, sentóse allí.

    30. Y vinieron a él grandes multitudes, que traían consigo cojos, ciegos, mudos, mancos y otros muchos enfermos, y los echaron a sus pies; y él los sanó:

    31. de manera que la multitud se maravillaba, cuando veía a los mudos hablando, a los mancos sanos, a los cojos andando, a los ciegos con vista; y glorificaron al Dios de Israel.

    Alimentación de los cuatro mil

    32. ¶Y Jesús llamando a sí sus discípulos, les dijo: Tengo compasión de esta multitud, que ya hace tres días que permanecen conmigo, y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino.

    33. Pero sus discípulos le dicen: ¿De dónde hemos de conseguir aquí en un desierto tantos panes que saciemos a tanta gente?

    34. Y Jesús les dice: ¿Cuántos panes tenéis? Ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos.

    35. Y mandó a las gentes que se recostasen sobre la tierra.

    36. Y tomando los siete panes y los peces, dió gracias, y los quebró, y dió a los discípulos, y los discípulos, al pueblo.

    37. Y comieron todos, y se saciaron: y alzaron de los pedazos que sobraron siete canastos llenos.

    38. Y los que habían comido eran cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.

    39. Y despedidas las gentes, entró en la barca, y vino a los confines de Magdala.