Mateo 15 - Version Moderna (1929)Lo que contamina al hombre1. ENTONCES vinieron a Jesús de Jerusalem escribas y fariseos, que le dijeron: 2. ¿Por qué traspasan tus discípulos la tradición de los antiguos? pues no se lavan las manos cuando comen pan. 3. Pero él respondiendo, les dijo: Y vosotros, ¿por qué traspasáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? 4. Porque Dios mandó, diciendo: Honra a tu padre y a tu madre, y, El que maldijere al padre o a la madre, muera irremisiblemente. 5. Mas vosotros decís: El que dijere al padre o a la madre: Es ofrendado a Dios aquello en que tú pudieras ser servido por mí; 6. no honrará más a su padre o a su madre. Así habéis invalidado la palabra de Dios por vuestra tradición. 7. ¡Hipócritas! ¡admirablemente profetizo de vosotros Isaías, diciendo: 8. Este pueblo con los labios me honra; pero su corazón lejos está de mí; 9. mas en vano me rinden culto, enseñando doctrinas que son preceptos de los hombres! 10. ¶Y llamando a sí al pueblo, les dijo: Oíd y entended: 11. No lo que entra por la boca contamina al hombre, sino lo que sale de la boca; esto es lo que contamina al hombre. 12. Entonces viniendo a él los discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos al oír este dicho se escandalizaron? 13. Mas él respondiendo, dijo: Toda planta que no ha plantado mi Padre celestial, será desarraigada. 14. Dejadlos: son ciegos, guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo. 15. Pedro entonces respondiendo, le dijo: Explícanos la parábola. 16. YJesús dijo: ¿Vosotros también sois todavía sin entendimiento? 17. ¿No comprendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y se echa en la secreta? 18. Mas lo que sale de la boca, del corazón procede; y esto es lo que contamina al hombre. 19. Porque del corazón proceden malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias. 20. Éstas son las cosas que contaminan al hombre; mas el comer con manos no lavadas no contamina al hombre. La fe de la mujer cananea21. ¶Y partiendo Jesús de allí, se fué a las comarcas de Tiro y de Sidón. 22. Y he aquí que una mujer cananea, de aquellasregiones, saliendo al camino, clamaba, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten piedad de mí; mi hija está gravemente atormentada de un demonio! 23. Mas él no le respondió palabra: y viniendo sus discípulos le rogaron, diciendo: Despáchala, porque grita en pos de nosotros. 24. Mas él respondiendo, les dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 25. Ella entonces vino, y prosternóse ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! 26. Mas él respondió y dijo: No es justo tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perros. 27. Y ella dijo: ¡Así es, Señor; mas óyeme,porque los perros también comen de las migajas que caen de la mesa de sus señores! 28. Entonces Jesús respondiendo, le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres! Y su hija quedó sana desde aquella hora. Jesús sana a muchos29. ¶Y partiendo Jesús de allí, pasó a lo largo del mar de Galilea; y subiendo a la montaña, sentóse allí. 30. Y vinieron a él grandes multitudes, que traían consigo cojos, ciegos, mudos, mancos y otros muchos enfermos, y los echaron a sus pies; y él los sanó: 31. de manera que la multitud se maravillaba, cuando veía a los mudos hablando, a los mancos sanos, a los cojos andando, a los ciegos con vista; y glorificaron al Dios de Israel. Alimentación de los cuatro mil32. ¶Y Jesús llamando a sí sus discípulos, les dijo: Tengo compasión de esta multitud, que ya hace tres días que permanecen conmigo, y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino. 33. Pero sus discípulos le dicen: ¿De dónde hemos de conseguir aquí en un desierto tantos panes que saciemos a tanta gente? 34. Y Jesús les dice: ¿Cuántos panes tenéis? Ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos. 35. Y mandó a las gentes que se recostasen sobre la tierra. 36. Y tomando los siete panes y los peces, dió gracias, y los quebró, y dió a los discípulos, y los discípulos, al pueblo. 37. Y comieron todos, y se saciaron: y alzaron de los pedazos que sobraron siete canastos llenos. 38. Y los que habían comido eran cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. 39. Y despedidas las gentes, entró en la barca, y vino a los confines de Magdala. |