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viernes, julio 19, 2024
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    Ezequiel 22 - Biblia Septuaginta al Español

    Los pecados de Jerusalén

    1. Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:

    2. «Y tú, hijo de hombre, ¿si juzgarás la ciudad de las sangres? Y muéstrala en todas sus iniquidades;

    3. y dirás: «Esto dice el Señor Señor: «¡Oh ciudad que vierte sangres en medio de ella; para que llegue el tiempo de ella, y que hace cultos contra sí misma; para mancillarse!»

    4. En las sangres de ellos que vertiste, has prevaricado; y en los cultos que hacías, te mancillabas; y acercaste tus días, y trajiste el tiempo de tus años. Por esto te di en oprobio a las gentes, y en ludibrio a todas las regiones,

    5. las cercanas de ti y las lejanas de ti; y se mofarán de ti, inmunda la llamada y mucha en las iniquidades.

    6. He aquí los caudillos de la casa de Israel, cada uno con sus cognados, mezcláronse en ti para derramar sangre;

    7. a padre y madre maldecían en ti, y a peregrino trastornaban en injusticias en ti;

    8. a huérfano y viuda esclavizaban; y mi santo despreciaban, y mis sábados profanaban en ti.

    9. Varones ladrones, en ti, para derramar en ti sangre, y sobre los montes comían en ti; cosas sacrílegas hacían en medio de ti.

    10. Vergüenza de padre descubrieron en ti; y a la en impureza sentada humillaron en ti;

    11. cada cual de la mujer de su prójimo abusaron; y cada cual a su nuera mancilló en impiedad; y cada cual a su hermana, hija de su padre humillaban en ti.

    12. Dádivas recibían en ti, para derramar sangre; usura y exceso recibían en ti; y consumaste consumación de maldad tuya, la en opresión; y de mí te olvidaste, dice el Señor.

    13. Y, si levantare mi mano sobre lo que has consumado, lo que has hecho, y sobre tus sangres las hechas en medio de ti;

    14. ¿si subsistirá tu corazón? ¿Si prevalecerán tus manos en los días que yo hago en ti? Yo, el Señor, he hablado, y así lo haré.

    15. Y te dispersaré en las gentes, y te diseminaré en las regiones; y(a) desfallecerá tu inmundicia de ti;

    16. y heredaré en ti ante los ojos de las gentes, y conoceréis esto: que yo soy el Señor.»

    17. Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:

    18. «Hijo de hombre, he aquí, han sido hechos, para mí, la casa de Israel, mixtos todos de bronce, y fierro, y estaño y plomo; en medio de plata entremezclada está.

    19. Por esto di: «Esto dice el Señor Señor: «Por cuanto habéis sido hechos en conmistión una; por esto yo os recibiré en medio de Jerusalén;

    20. como se recibe plata, y bronce, y fierro, y estaño y plomo en medio del horno, para soplar sobre vosotros fuego de fundir; así os recibiré en mi ira, y juntaré y fundiré;

    21. y soplaré sobre vosotros el fuego de mi ira; y fundidos seréis en medio de ella.

    22. Del modo que se funde plata en medio del horno; así seréis fundidos en medio de ella; y conoceréis esto: que yo el Señor, he derramado mi furor sobre vosotros.»

    23. Y fue hecha palabra del Señor a mí diciendo:

    24. «Hijo de hombre, di a ella: «Tú eres tierra, la no regada; ni lluvia ha sido hecha sobre ti en día de ira.

    25. Cuyos caudillos, en medio de ella, como leones rugientes, rapiñando rapiña, almas devorando en potencia, y precios recibiendo; y las viudas multiplicáronse en medio de ti.

    26. Y los sacerdotes de ella despreciaron mi ley; y profanaban mi santo; en medio de santo y profano no distinguían; y en medio de impuro y lo puro no distinguían; y ante mis sábados cubrían sus ojos; y contaminábaseme en medio de ellos.

    27. Los príncipes de ella, en medio de ella como lobos rapiñando rapiñas, a fin de derramar sangre; para, con codicia, codiciar.

    28. Y los profetas de ella, que los ungen, caerán, viendo cosas vanas, vaticinando mentiras, diciendo: «Esto dice el Señor», y el Señor no ha hablado;

    29. al pueblo de la tierra estrujando con injusticia y rapiñando rapiñas; al mendigo y pobre oprimiendo; y con el peregrino no tratando con juicio;

    30. Y buscaba yo de entre ellos varón que tratase rectamente, y estuviese delante de mí íntegramente, en tiempo de la tierra, para no hasta el fin borrarla, y no hallé.

    31. Y derramé sobre ella mi furor, en fuego de mi ira, para consumar; sus caminos sobre sus cabezas he dado, dice el Señor Señor.»