29.9 C
Miami
sábado, agosto 17, 2024
Más


    Lucas 20 - Biblia Septuaginta al Español

    La autoridad de Jesús

    1. Y aconteció en uno de los días, enseñando él al pueblo en el santuario y evangelizando, llegáronse los sumos sacerdotes y escribas con los ancianos, y dijeron, hablando a él:

    2. «Dínos ¿en qué poder esto haces, o quién es el que te ha dado este poder?»

    3. Y, respondiendo, dijo a ellos: «Preguntaréos también yo una palabra, y decidme:

    4. «El bautismo de Juan ¿del cielo era o de los hombres?»

    5. Y ellos reflexionaron entre sí, diciendo: que «si dijéremos: «Del cielo», dirá: «¿Por qué no le habéis creído?»

    6. Y si dijéremos: «De los hombres», el pueblo todo entero nos apedreará; pues persuadido está de que Juan profeta es».

    7. Y respondieron no saber de dónde.

    8. Y Jesús díjoles: «Ni yo os digo en qué poder esto hago».

    Los labradores malvados

    9. Y empezó al pueblo a decir esta parábola: «Un hombre crió una viña, y arrendóla a agrícolas; y peregrinó tiempos bastantes.

    10. Y en tiempo envió a los agrícolas un siervo, para que del fruto de la viña le diesen; mas los agrícolas le despidieron, desollando(a) , vacío.

    11. Y prosiguió a otro enviando —siervo; y ellos también a aquél desollando y deshonrando, despidieron vacío.

    12. Y prosiguió a un tercero a enviar; y ellos también a éste, llagando, arrojaron.

    13. Y dijo el señor de la viña: «¿Qué haré?— Enviaré a mi hijo el amado: tal vez a éste considerarán».

    14. Mas, viéndole los agrícolas, confirieron entre sí, diciendo: «Este es el heredero; matémosle; para que de nosotros sea la herencia».

    15. Y, arrojándole fuera de la viña, mataron. ¿Qué, pues, les hará el señor de la viña?

    16. Vendrá y perderá a estos agrícolas y dará la viña a otros». Y, oyendo dijeron: «¡No sea!»

    17. Mas él, contemplándoles, dijo: «¿Qué, pues, es esto escrito: La piedra que desestimaron los edificantes, ésta fue hecha en cabeza de ángulo?

    18. Todo el que cayere sobre aquella piedra, destrozado será; y sobre quien ella cayere, le aventará(b) ».

    La cuestión del tributo

    19. Y buscaron los escribas, y los sumos sacerdotes como echar sobre él las manos en la misma hora, y temían al pueblo; pues conocieron que a ellos dijo esta parábola.

    20. Y, acechando, enviaron espías que simulasen que ellos justos eran, para que cogiesen palabra de él, para entregarle al principado y la potestad del presidente.

    21. Y preguntáronle, diciendo: «Maestro, sabemos que rectamente dices y enseñas, y no aceptas rostro, sino con verdad el camino de Dios enseñas.

    22. ¿Es lícito que nosotros a César tributo demos o no?»

    23. Y penetrando su astucia, dijo a ellos:

    24. «Mostradme denario: ¿de quién tiene imagen y epígrafe?» Y ellos dijeron: «De César».

    25. Y él dijo a ellos: «Pues bien, devolved lo de César a César y lo de Dios a Dios».

    26. Y no pudieron coger palabra de él delante del pueblo; y, maravillándose de su respuesta, callaron.

    La pregunta sobre la resurrección

    27. Y, acercándose algunos de los saduceos, que dicen que resurrección no hay, preguntáronle

    28. diciendo: «Maestro, Moisés escribiónos: Si de alguno hermano muriere, teniendo mujer, y éste sin hijos fuere, que tome su hermano la mujer y suscite simiente a su hermano.

    29. Siete hermanos, pues había; y el primero, tomando mujer, murió sin hijos;

    30. y el segundo;

    31. y el tercero tomóla; y así mismo también los siete: no dejaron hijos y murieron.

    32. Y al fin también la mujer murió.

    33. La mujer, pues, en la resurrección; ¿de quién de ellos es mujer? pues los siete tuviéronla por mujer».

    34. Y díjoles Jesús: «Los hijos de este siglo se casan y casan;

    35. mas los que por dignos fueren tenidos de aquel siglo alcanzar y la resurrección, la de entre los muertos, ni se casan ni casan;

    36. ni morir ya pueden (pues iguales a ángeles son) e hijos de Dios, de la resurrección hijos siendo.

    37. Y que resurgen los muertos también Moisés mostró (sobre la zarza),(c) como dice al Señor el Dios de Abrahán, y el Dios de Isaac y el Dios de Jacob;

    38. y Dios no es de muertos, sino de vivientes; pues todos para él viven».

    39. Y respondiendo algunos de los escribas dijeron: «Maestro, bellamente has dicho»;

    40. pues ya no se atrevían a preguntarle nada.

    ¿De quién es hijo el Cristo?

    41. Y dijo a ellos: «¿Cómo dicen que el Cristo es de David hijo?;

    42. pues el mismo David dice, en libro de salmos: Dijo Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra

    43. hasta poner yo a tus enemigos debajo de tus pies.

    44. David, pues, a él Señor llama; y ¿cómo su hijo es?».

    Jesús acusa a los escribas

    45. Y, oyendo todo el pueblo, dijo a los discípulos:

    46. «Guardaos de los escribas, los que quieren pasearse en estolas y aman salutaciones en las ágoras, y las primeras sillas en las sinagogas y los primeros lechos en los banquetes;

    47. que devoran las casas de las viudas, y con apariencia muy largamente oran; éstos recibirán mayor juicio».