32.1 C
Miami
sábado, julio 20, 2024
Más


    Números 5 - Biblia Septuaginta al Español

    Todo inmundo es echado fuera del campamento

    1. Y habló Señor a Moisés, diciendo:

    2. «Ordena a los hijos de Israel; y despidan del campamento a todo leproso, y todo gonorreoso y todo impuro sobre un alma(a) ;

    3. de hombre a mujer, despedidles fuera del campo, y no mancillarán sus campos en los que yo habito en medio de ellos.»

    4. E hicieron así los hijos de Israel y les despidieron fuera del campo, según habló Señor a Moisés, así hicieron los hijos de Israel.

    Ley sobre la restitución

    5. Y habló Señor a Moisés, diciendo:

    6. «Habla a los hijos de Israel, diciendo: «Hombre o mujer que hiciere de todos los pecados los humanos(b) , y desentendiéndose, se desentendiere de Señor, y prevaricare aquella alma;

    7. confesará el pecado que hizo, y pagará la prevaricación: el todo y el quinto añadirá a él, y pagará a aquél contra quien hubiere prevaricado.

    8. Mas, si el hombre no tuviere pariente a quien pagar(c) la prevaricación, la prevaricación que se paga(d) al Señor, será del sacerdote; salvo el carnero de la expiación, con el cual se le expiará.

    9. Y todas las primicias, según todo lo que se santificare en los hijos de Israel, cuanto ofrendaren a Señor: del sacerdote mismo será;

    10. y de cada cual lo santificado será(e) y el hombre que lo diere al sacerdote de éste será.»

    Ley sobre los celos

    11. Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

    12. «Habla a los hijos de Israel, y les dirás: «Varón, varón, cuya mujer se extraviare, y, desentendiéndose, se desentendiere de él;

    13. y durmiere alguien con ella, con coito, y se ocultare ello, a los ojos de su marido y quedare oculto, y ella se contaminare(f) y no hubiere con ella testigo, y no se la hubiere cogido;

    14. y viniere sobre él un espíritu de celos, y celare a su mujer, mas ella no se hubiere contaminado,

    15. traerá el hombre a su mujer al sacerdote y ofrecerá el don por ella: la décima de un efá de harina de cebada; no derramará aceite sobre él ni podrá sobre él incienso, porque es hostia de celos, hostia de recordación, recordando pecado.

    16. Y la traerá el sacerdote y pondrás delante de Señor;

    17. y tomará el sacerdote agua pura viva en vaso barrizo, y de la tierra que hay sobre el pavimento del tabernáculo y, tomándola el sacerdote, la arrojará en el agua.

    18. Y pondrá el sacerdote a la mujer delante de Señor; y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá en sus manos la hostia de la recordación, la hostia de los celos; y en la mano del sacerdote estará el agua amarga, portadora de maldición;

    19. y la juramentará el sacerdote y dirá a la mujer: «Si no ha dormido hombre contigo, y no te has extraviado a contaminarte contra tu marido, ilesa seas de esta agua amarga, portadora de maldición.

    20. Mas, si te has extraviado contra tu marido, y contaminádote, y otro ha tenido coito contigo, fuera de tu marido.

    21. (Y juramentará el sacerdote a la mujer en los juramentos de esta maldición; y dirá el sacerdote a la mujer): «déte el Señor en maldición y conjuro en medio de tu pueblo, haciendo el Señor consumirse(g) tu muslo y henchirse tu vientre;

    22. y entrará esta agua portadora de maldición en tus entrañas a henchir tu vientre y consumir tu muslo.» Y dirá la mujer: «¡Amén, amén!»

    23. Y escribirá el sacerdote estas maldiciones en un libro, y las borrará en el agua amarga.

    24. Y hará beber a la mujer el agua amarga portadora de la maldición, y entrará(h) en ella el agua amarga portadora de la maldición.

    25. Y tomará el sacerdote de mano de la mujer la hostia de los celos, y agitará la hostia delante de Señor y la llevará al altar;

    26. y tomará el sacerdote un puñado de la hostia: el recuerdo de ella, y lo quemará sobre el altar; y, después de esto, hará beber a la mujer el agua.

    27. Y, haciéndola beber el agua, será que, si se hubiere contaminado y en oculto ocultándose a su marido y entrare en ella el agua amarga, portadora de maldición, henchirá su vientre y se consumirá su muslo; y será la mujer en maldición para su pueblo.

    28. Mas, si no se hubiese contaminado la mujer, y pura estuviese, libre, será y semen recibirá.»

    29. Esta, la ley de los celos, si se extraviare la mujer contra su marido y se contaminare;

    30. o si a un hombre sobreviniere el espíritu de celos, y celare a su mujer y pusiere a su mujer delante de Señor; le hará el sacerdote toda esta ley;

    31. y libre estará el hombre de pecado; y aquella mujer llevará su pecado.