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jueves, julio 18, 2024
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    Lucas 8 - Kadosh Israelita Mesiánica

    Mujeres que sirven a Jesús

    1. Después de esto, Yahshúa viajó de pueblo en pueblo y de aldea en aldea, proclamando el mensaje de las Buenas Noticias del Reino de YAHWEH. Con El estaban los Doce

    2. y un número de mujeres que habían sido sanadas de ruajim malignos y enfermedades: Miryam (llamada Magdalit), de quien habían salido siete demonios;

    3. Yojanah la mujer de Kuza, el ministro de finanzas de Herodes; Shoshanah y muchas otras mujeres que le asistían de sus propias riquezas.

    Parábola del sembrador

    4. Después que se reunió una gran multitud de la gente que llegaba a El de todos los pueblos, Yahshúa contó esta parábola:

    5. "Un campesino salió a sembrar sus semillas; y al sembrarlas, parte cayó a lo largo del sendero y fue pisoteada, y las aves que volaban por los alrededores se las comieron.

    6. Parte cayó sobre la roca; y después de germinar, murió por falta de humedad.

    7. Parte cayó en medio de abrojos y creció entre ellos, pero los abrojos la ahogaron.

    8. Pero parte cayó en tierra fértil, creció y produjo cien veces más de lo que se había sembrado." Después de decir esto, hizo un llamado: "¡El que tenga oídos para oír, que oiga!"

    9. Sus talmidim le preguntaron el significado de esta parábola,

    10. y El dijo: "A ustedes les es dado saber los secretos del Reino de YAHWEH; pero al resto se les enseña en parábolas, para que ellos puedan mirar, pero no ver; oír, pero no entender. °

    11. "La parábola es ésta: La semilla es el mensaje de YAHWEH.

    12. Los que están a lo largo del sendero son los que oyen, pero ha satán viene y saca el mensaje de sus corazones, para evitar que se salven y confíen en el mensaje.

    13. Los de las rocas son aquellos que cuando oyen la palabra, la aceptan con alegría; pero estos no tienen raíz y confían por un tiempo; pero cuando viene la prueba apostatan.

    14. En cuanto a los que caen en los abrojos, son los que oyen, pero a lo largo de su caminar, son ahogados por las preocupaciones, riquezas y los placeres de esta vida, de modo que su fruto nunca madura.

    15. Pero las que cayeron en tierra fértil; estos son los que cuando oyen el mensaje, se agarran de él con un corazón bueno y receptivo; y por perseverar dan una cosecha.[53]

    Nada oculto que no haya de ser manifestado

    16. "Nadie, que ha encendido una lámpara, la cubre con un tazón, ni la pone debajo de la cama; no, la pone sobre un candelero, para que los que entran vean la luz.

    17. Porque nada está oculto, que no haya de ser descubierto; nada está escondido, que no haya de ser conocido, y salir a la luz.[54]

    18. ¡Presten atención en cómo escuchan! Porque a cualquiera que tenga, se le dará más; pero a cualquiera que no tenga, aún lo que le parece tener, le será quitado.[55]

    La madre y los hermanos de Jesús

    19. Entonces la madre y los hermanos de Yahshúa vinieron a verle, pero no podían acercarse a El por causa de la multitud.

    20. Y se le informó: "Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren verte."

    21. Y El les dio su respuesta: "¡Mi madre y mis hermanos son los que oyen el mensaje de YAHWEH, y lo ponen en práctica!"

    Jesús calma la tempestad

    22. Un día Yahshúa se subió en un bote con sus talmidim, y les dijo: "Crucemos al otro lado del lago."

    23. Entonces salieron navegando; pero mientras navegaban, El se durmió; y una tormenta de viento cayó sobre el lago, de modo que el bote se empezó a llenar de agua, poniéndolos en gran peligro.

    24. Ellos se acercaron a El y le despertaron, diciendo: "¡Rabí! ¡Rabí! ¡Estamos a punto de morir!" El se despertó, reprendió al viento y a las aguas turbulentas; se calmaron y todo estaba en quietud.

    25. Entonces, le dijo los talmidim: "¿Dónde está la confianza de ustedes? Llenos de temor, se maravillaron, preguntándose unos a otros: "¿Quién podrá ser éste, que aun al viento y al agua ordena, y le obedecen?"

    El endemoniado gadareno

    26. Continuaron navegando y llegaron a la región de los Gadarenos, que está en la costa opuesta a Galil.

    27. Al Yahshúa salir a tierra, un hombre del pueblo, el cual tenía demonios, vino a su encuentro. Por mucho tiempo ya no usaba ropas; y vivía, no en una casa, sino en las cuevas de sepultura.

    28. Al ver a Yahshúa, gritó, cayó postrado delante de El y a una gran voz dijo: "¡Yahshúa, Hijo de Elohim Ha Elyon! ¿Qué quieres conmigo? ¡Te imploro, no me atormentes!"

    29. Pues Yahshúa había ordenado al ruaj inmundo salir del hombre; a menudo se apoderaba de él; había estado bajo custodia, atado con cadenas y grilletes, manos y pies, pero rompía las cadenas y era llevado por el demonio al desierto.

    30. Yahshúa preguntó: "¿Cuál es tu nombre?" "Legión," él dijo, porque muchos demonios estaban en él.

    31. Ellos le suplicaron a Yahshúa que no les ordenara marcharse al Abismo Insondable.

    32. Había allí una manada de muchos cerdos paciendo en la loma; y los demonios le suplicaron que los dejara entrar en ellos, y les dio permiso.

    33. Los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos, después de lo cual, la manada se precipitó por la ladera de la loma, y cayeron en el lago ahogándose.

    34. Cuando los que apacentaban a los cerdos vieron lo había pasado, huyeron y lo contaron en el pueblo y en el campo;

    35. y la gente salió a ver por sus propios ojos. Vinieron a Yahshúa, y encontraron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado, vestido y en su sano juicio a los pies de Yahshúa; y se llenaron de temor.

    36. Los que lo habían visto, contaron como había sido liberado el hombre que antes había estado endemoniado.

    37. Entonces toda la gente de la región Gadarena le pidió que se fuera, pues ellos estaban apoderados de un gran temor. De modo que abordó el bote y regresó.

    38. El hombre de quien los demonios habían salido, le suplicó ir con El; pero Yahshúa le despidió, diciendo:

    39. "Vete a tu casa, y cuenta lo mucho que YAHWEH ha hecho por ti." Se fue por todo el pueblo proclamando las grandes cosas que Yahshúa había hecho por él.[56]

    La hija de Jairo, y la mujer que tocó el manto de Jesús

    40. Cuando Yahshúa regresó, la multitud le dio la bienvenida, porque todos estaban a la expectativa de El.

    41. Entonces, vino un hombre llamado Yair, que era principal de la sinagoga; y cayendo postrado a los pies de Yahshúa, le suplicó que viniera a su casa;

    42. porque tenía una hija única, de unos doce años, y se estaba muriendo.[57] Mientras El iba, la multitud le apretujaba, virtualmente ahogándole.

    43. Una mujer que sufría de flujo de sangre desde hacía doce años, y no podía ser sanada por nadie,

    44. se le acercó por detrás y tocó los tzitziyot de su talit; y al instante se detuvo su hemorragia.[58]

    45. Yahshúa preguntó: "¿Quién me tocó?" Cuando todos negaron haberlo hecho, Kefa le dijo: "¡Rabí! ¡Las multitudes te están apretujando y dando empellones!"

    46. Pero Yahshúa dijo: "Alguien sí me tocó, porque Yo sentí poder saliendo de Mí."

    47. Viendo la mujer que no podía escapar inadvertida, temblando de miedo, se postró delante de El y confesó en presencia de todo el pueblo por qué causa le había tocado y cómo había sido sanada al instante.

    48. Le dijo a ella: "Mi hija, tu confianza te ha sanado; vete en Shalom." °

    49. Todavía Yahshúa estaba hablando, cuando un hombre vino de la casa del principal de la sinagoga, diciendo: "Tu hija ha muerto. No molestes más al Rabí."

    50. Pero al oír esto, Yahshúa le contestó: "¡No tengas temor! ¡Sólo permanece confiando, y ella será sanada!"

    51. Cuando llegó a la casa, no permitió a nadie entrar con El, excepto a Kefa, a Yojanán, a Ya'akov y al padre y a la madre de la niña.

    52. Todos se lamentaban y lloraban por ella; pero El dijo: "No lloren, ella no ha muerto, sino que está dormida."

    53. Ellos se burlaban de El, puesto que sabían que había muerto.

    54. Pero El la tomó de la mano, y dio voces: "¡Pequeña niña, levántate!"

    55. Y su ruaj regresó, se levantó de una vez; y El ordenó que se le diera algo de comer.

    56. Sus padres estaban atónitos, pero El les ordenó que no dijeran a nadie lo que había sucedido.[59]