27.9 C
Miami
viernes, julio 19, 2024
Más


    Hechos 17 - Reina Valera 1858 (Nuevo Testamento)

    El alboroto en Tesalónica

    1. Y PASANDO por Amfípolis, y por Apolonia, vinieron á Tesalónica, donde habia sinagoga de Judíos.

    2. Y Pablo, como acostumbraba, entró á ellos, y por tres sábados disputó con ellos de las Escrituras,

    3. declarando y proponiendo, que convenia que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que este era Jesu Cristo, el cual yo os anuncio.

    4. Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los Griegos religiosos grande multitud; y mujeres nobles no pocas.

    5. Entonces los Judíos que eran incrédulos zelosos, tomando á algunos ociosos, malos hombres, y juntando compañía, alborotaron la ciudad; y acometiendo la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.

    6. Y no hallándolos trajeron á Jasón y á algunos hermanos á los gobernadores de la ciudad, dando voces: Que estos son los que alborotan el mundo, y han venido acá;

    7. á los cuales Jasón ha recibido, y todos estos hacen contra los decretos de César, diciendo que Jesus es otro rey.

    8. Y alborotaron el pueblo y á los gobernadores de la ciudad, oyendo estas cosas.

    9. Mas recibida satisfaccion de Jasón, y de los demás, los soltaron.

    Pablo y Silas en Berea

    10. Entonces los hermanos luego de noche enviaron á Pablo y á Silas á Beréa, los cuales como llegaron, entraron en la sinagoga de los Judíos.

    11. Y fueron estos mas nobles que los Judíos que estaban en Tesalónica, que recibieron la palabra con toda codicia, escudriñando cada dia las Escrituras, si estas cosas eran así.

    12. Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres Griegas honestas, y varones no pocos.

    13. Mas como entendieron los Judíos de Tesalónica que tambien en Beréa era anunciada la palabra de Dios por Pablo, vinieron tambien allá alborotando el pueblo.

    14. Empero luego los hermanos enviaron á Pablo que fuese como á la mar: y Silas y Timotéo se quedaron allí.

    15. Y los que habian tomado á cargo á Pablo, le llevaron hasta Atenas: y tomando mandado de él para Silas y Timotéo, que viniesen á él lo mas presto que pudiesen, se partieron.

    Pablo en Atenas

    16. Y esperándolos Pablo en Atenas, su espíritu se deshacia en él, viendo la ciudad dada á idolatría.

    17. Así que disputaba en la sinagoga con los Judíos y religiosos, y en la plaza cada dia con los que le ocurrian.

    18. Y algunos filósofos de los Epicúreos y de los Estóicos disputaban con él; y unos decian: ¿Qué quiere decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses; porque les predicaba á Jesus, y la resurreccion.

    19. Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo: ¿Podremos saber qué sea esta nueva doctrina que dices?

    20. porque metes en nuestras orejas unas nuevas cosas: queremos pues saber qué quiere ser esto.

    21. Entonces todos los Atenienses, y los huéspedes extranjeros, en ninguna otra cosa entendian sino, ó en decir, ó en oir alguna cosa nueva.

    22. Estando pues Pablo en medio del Areópago, dijo: Varones Atenienses, en todo os veo como mas supersticiosos:

    23. porque pasando, y mirando vuestros santuarios, hallé tambien un altar en el cual estaba esta inscripcion: Al Dios no conocido. Aquel, pues, que vosotros honrais sin conocerle, á este os anuncio yo.

    24. El Dios que hizo el mundo, y todas las cosas que en él son, este como sea Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos de manos;

    25. ni es honrado con manos de hombres, necesitado de algo: pues él da á todos vida, y respiracion, y todas las cosas.

    26. El cual hizo de uno á todo el linaje de los hombres, para que habitasen sobre toda la faz de la tierra, determinando las sazones, las cuales limitó, y puestos los términos de la habitacion de ellos;

    27. para que buscasen á Dios, si en alguna manera palpando le hallen: aunque cierto no está lejos de cada uno de nosotros.

    28. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos: como tambien algunos de vuestros poetas dijeron: Porque linaje de este somos tambien.

    29. Siendo pues linaje de Dios, no hemos de estimar la Divinidad ser semejante ó á oro, ó á plata, ó piedra, ó á escultura de artificio, ó de imaginacion de hombres.

    30. Así que, disimulando Dios los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia á todos los hombres que se arrepientan:

    31. por cuanto ha establecido un dia, en el cual ha de juzgar con justicia á todo el mundo por aquel varon al cual determinó, dando fé á todos, levantándole de los muertos.

    32. Y como oyeron la resurreccion de los muertos, unos entonces se burlaban; y otros decian: Te oiremos acerca de esto otra vez.

    33. Y así Pablo se salió en medio de ellos.

    34. Mas algunos creyeron, juntándose con él: entre los cuales tambien fué Dionisio él del Areópago, y una mujer llamada Damaris, y otros con ellos.