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viernes, julio 19, 2024
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    Hechos 23 - Reina Valera 1858 (Nuevo Testamento)

    1. ENTONCES Pablo, poniendo los ojos en el concilio, dice: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he conversado delante de Dios hasta el dia de hoy.

    2. El príncipe de los sacerdotes, Ananías, entonces mandó á los que estaban delante de él que le hiriesen en la boca.

    3. Entonces Pablo le dijo: Te herirá Dios, pared blanqueada; ¿y tú estás sentado juzgándome conforme á la ley, y contra la ley me mandas herir?

    4. Y los que estaban presentes dijeron: ¿Al sumo sacerdote de Dios maldices?

    5. Y Pablo dijo: No sabia, hermanos, que era él príncipe de los sacerdotes: que escrito está: Al príncipe de tu pueblo no maldecirás.

    6. Entonces Pablo, sabiendo que la una parte era de Saducéos, y la otra de Fariséos, clamó en el concilio: Varones hermanos, yo Fariséo soy, hijo de Fariséo: de la esperanza y de la resurreccion de los muertos soy yo juzgado.

    7. Y como hubo dicho esto, fué hecha disension entre los Fariséos y los Saducéos: y la multitud fué dividida.

    8. (Porque los Saducéos dicen que no hay resurreccion, ni ángel, ni espíritu: mas los Fariséos confiesan ambas cosas.)

    9. Y se levantó un gran clamor: y levantándose los escribas de la parte de los Fariséos, contendian, diciendo: Ningun mal hallamos en este hombre: que si espíritu le ha hablado, ó ángel, no repugnemos á Dios.

    10. Y habiendo grande disension, el tribuno teniendo temor que Pablo no fuese despedazado de ellos, mandó venir una compañía de soldados y arrebatarle de en medio de ellos, y llevarle al real.

    11. Y la noche siguiente, presentándosele el Señor, le dijo: Confia, Pablo: que como has testificado de mí en Jerusalem, así te conviene testificar tambien en Roma.

    Complot contra Pablo

    12. Y venido el dia, algunos de los Judíos se juntaron, y prometieron debajo de maldicion, diciendo, que ni comerian ni beberian hasta que hubiesen muerto á Pablo.

    13. Y eran mas de cuarenta los que habian hecho esta conjuracion:

    14. los cuales se fueron á los príncipes de los sacerdotes, y á los ancianos, y dijeron: Nosotros hemos hecho voto debajo de maldicion, que no hemos de gustar nada hasta que hayamos muerto á Pablo:

    15. ahora pues vosotros con el concilio haced saber al tribuno, que le saque mañana á vosotros, como que quereis entender de él alguna cosa mas cierta; y nosotros, antes que él llegue, estamos aparejados para matarle.

    16. Entonces un hijo de la hermana de Pablo, oyendo las asechanzas, vino, y entró en el real, y dió aviso á Pablo.

    17. Y Pablo llamando á uno de los centuriones, dice: Lleva á este mancebo al tribuno, porque tiene cierto aviso que darle.

    18. El entonces tomándole, le llevó al tribuno, y dijo: El preso Pablo llamándome, me rogó que trajese á tí este mancebo, que tiene algo que hablarte.

    19. Y el tribuno tomándole de la mano, y apartándose aparte con él, le preguntó: ¿Qué es lo que tienes de que darme aviso?

    20. Y él dijo: los Judíos han concertado rogarte que mañana saques á Pablo al concilio, como que han de inquirir de él alguna cosa mas cierta:

    21. mas tú no los creas: porque mas de cuarenta varones de ellos le asechan, los cuales han hecho voto, debajo de maldicion, de no comer ni beber hasta que le hayan muerto: y ahora están apercibidos esperando tu promesa.

    22. Entonces el tribuno despidió al mancebo, mandándole que á nadie dijese que le habia dado aviso de esto.

    Pablo es enviado a Félix el gobernador

    23. Y llamados dos centuriones, les mandó que apercibiesen doscientos soldados, que fuesen hasta Cesaréa, y setenta de á caballo con doscientos lanceros, que le acompañasen desde las tres horas de la noche;

    24. y que aparejasen cabalgaduras para en que poniendo á Pablo, le llevasen en salvo á Felix el presidente:

    25. escribiendo una carta que en suma contenia esto:

    26. Claudio Lisias á Felix gobernador excelente, salud.

    27. A este varon, tomado de los Judíos, y que le comenzaban á matar, libré yo, sobreviniendo con una compañía de soldados, entendiendo que era Romano:

    28. y queriendo saber la causa por qué le acusaban, le llevé al concilio de ellos:

    29. y hallé que le acusaban de algunas cuestiones de la ley de ellos, y que ningun crímen tenia digno de muerte, ó de prision:

    30. mas siéndome dado aviso de asechanzas que le habian aparejado los Judíos, en la misma hora le envié á tí: y he denunciado tambien á los acusadores que traten delante de tí lo que tienen contra él. Bien tengas.

    31. Y los soldados tomando á Pablo, como les era mandado, le trajeron de noche á Antipatria.

    32. Y el dia siguiente, dejando á los de á caballo que fuesen con él, se volvieron al real.

    33. Y como llegaron á Cesaréa, y dieron la carta al presidente, presentaron tambien á Pablo delante de él.

    34. Y el presidente, leida la carta, preguntó de qué provincia era: y entendiendo que de Cilicia:

    35. Te oiré, dice, cuando vinieren tambien tus acusadores. Y mandó que le encarcelasen en la audiencia de Herodes.